Si se eliminasen pagarían 3.000 euros más de IRPF

Los transportistas autónomos vuelven a defender los módulos ante Fomento

El Ministerio de Fomento se reunió el pasado jueves con los representantes de los transportistas para presentar un informe sobre la situación fiscal del sector. Fetransa ha tumbado algunas ideas preconcedidas sobre los módulos y considera que el documento no recoge la realidad de los costes que superan en 5.000 euros a los de las empresas.

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Los transportistas autónomos vuelven a defender los módulos ante Fomento

Los transportistas autónomos vuelven a insistir en la necesidad de mantener el sistema de módulos si no se quiere dejar en la cuneta a 110.000  profesionales autónomos. Fuentes de Fetransa (Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías) han confirmado Autónomos y Emprendedores que, el pasado jueves, el Ministerio de Fomento convocó a los representantes del transporte a una reunión en la que se presentó un informe relativo a la situación fiscal del sector que representa el 2,9% del PIB (Producto Interior Bruto) en España.

Durante el encuentro, el departamento que dirige en funciones José Luis Ábalos puso sobre la mesa la diferencia entre los tipos efectivos de IRPF (Impuesto Sobre la Renta de Personas Físicas) atribuibles a quienes tributan por el sistema de estimación objetiva, es decir, por módulos y quienes lo hacen vía estimación directa. Según los datos de la Agencia Tributaria (AEAT) -a los que hace referencia el citado informe- el tipo que se aplica a los moduleros es del 2,17%, por debajo del de quienes están acogidos al método de estimación directa, que es del 20,60%. Ahora bien, en opinión del vicepresidente de Fetransa, José Carlos López Jato, que estuvo presente en la reunión “el informe es bastante flojo a nivel técnico. No entra a valorar la carga fiscal que existe entre unos y otros”.

De hecho, los costes que tiene que asumir un transportista autónomo por cabeza de camión son superiores a los de las empresas de tamaño medio y grande. En base a los datos que maneja López Jato, el profesional persona física soporta una media de 124.000 euros en costes cada año mientras que en los operadores con flotas de entre cinco y veinte camiones se reducen a 123.000 euros. En las que superan la veintena la cifra se rebaja aún más, a los 119.000 euros. Es decir, anualmente y por término medio, mantener su camión en carretera le cuesta 5.000 euros más a un transportista autónomo que a una empresa.

Por otra parte, siempre según Fretansa, los cálculos estarían hechos “sobre cálculos que no se corresponden con la realidad. Se toma una media de 120.000 kilómetros por año de los cuales 102.000 se realizan con carga cuando la realidad es que los transportistas recorren un promedio de 140.000 – 145.000 kilómetros, el 90% cargados”.

El vicepresidente de Fetransa alude también al mayor coste que asumen los autónomos en el apartado de cotizaciones sociales. “Pagamos un 30% mientras que las empresas pagan un 28,30%”, comenta. Con ello “no critico en absoluto el Régimen de Autónomos. Es más, lo que pagamos al sistema se compensa con unas contraprestaciones en materia de proteccion social mucho mejores que las de los compañeros del resto de países europeos”.

Garantía para Hacienda

A lo anterior hay que añadir que muchos transportistas acogidos al régimen de módulos trabajan para operadores logísticos, en los que el kilometraje se paga entre 0’60 y 0,63 céntimos, diez céntimos por debajo de la tarifa habitual. Esto significa que “muchos llegan muy justos o incluso no llegan y, sin embargo, cumplen con sus obligaciones fiscales”.

Lo cierto es que el sistema de módulos por el que tributan más de 110.000 autónomos del sector del transporte es una garantía para Hacienda ya que pase lo que pase e independientemente de los resultados que se obtenga, el uno de enero de cada ejercicio se tasa la cantidad de IRPF por la que tendrán que rendir cuentas a Hacienda. Es decir, aunque el profesional no consiga obtener los ingresos previstos o se incrementen sus gastos por, por ejemplo, que suba el precio del diésel, tendrá que pagar al fisco el importe acordado. Algo que no ocurre en aquellos que optan por el sistema de estimación directa que, en el caso de que no obtengan beneficios, ven reducida su carga impositiva puesto que no tienen que abonar cuantía alguna por Impuesto de Sociedades. Además, las empresas pueden acogerse a una serie de deducciones que son ajenas a un transportista por cuenta propia, lo que reduce aún más su factura fiscal. De hecho, la propia Agencia Tributaria calcula que el tipo real por el que acaban pagando las compañías del sector del transporte es del 10,95% de media.

En base a todos estos argumentos, “no se puede demonizar un sistema que, sí, es más sencillo, pero eso nos significa que sea malo ni que establezca desigualdades”, afirma López Jato.

Por otra parte, hay que mencionar que los datos podrían haber sufrido alguna variación, ya que las estadísticas de Rendimientos de Actividades Económicas publicadas por la AEAT cuentan con un decalaje de más de dos años. Es decir, los últimos reflejan la situación del ejercicio de 2016.

Hasta 3.000 euros más al año de sobrecoste fiscal

En 2015 el Gobierno del Partido Popular propuso la reforma del sistema de módulos -al que actualmente están acogidos unos 400.000 autónomos-, reabajando los límites de exclusión de los 250.000 a los 150.000 euros de rendimientos para los profesionales que facturen a empresas y de 150.000 a 75.000 euros para los que lo hacen a particulares. Desde entonces y por los efectos que puede tener sobre el empleo en algunos sectores sensibles como el transporte y la hostelería, la decisión se ha aplazado y cada año se ha prorrogado la entrada en vigor de los nuevos topes.

Pasar de un sistema a otro puede elevar los costes de los autónomos entre 6.000 y 12.000 euros cada año. Y en el caso concreto del IRPF de los transportistas la cantidad es, según el vicepresidente de Fetransa, “de entre 1.000 y 3.000 euros anuales, dependiendo del coste al que opera el kilómetro”.

Las consecuencias irían más allá de la destrucción de empleo, principalmente de aquellos que superan los 55 años. Desde la asociación que representa a los transportistas autónomos denuncian que dar carpetazo al sistema de módulos supondría por un lado “la deslocalización de transportistas autónomos de calidad y generadores de empleo” y, por otro, “la proliferación de cooperativas fraudulentas que emplean la figura del falso autónomo para operar”.

No obstante, desde Fetransa se muestran favorables a una armonización fiscal, siempre y cuando no precarice el sector. En este sentido presentaron al Ministerio de Fomento y Hacienda una propuesta concreta  que se centra “en la revisión de los índices por tonelada” y en el establecimiento de un “periodo de transición gradual que permita una salida digna a los transportistas de entre 60 y 65 años”.