El Ayuntamiento hace oídos sordos a sus propuestas

Muchos transportistas no repartirán en Madrid Central para evitar las sanciones

Ante la entrada en vigor de las sanciones en la zona centro de la capital el próximo día 15 de marzo, camioneros y repartidores han manifestado que muchos se verán obligados a dejar de prestar sus servicios a comercios y restaurantes fuera de los horarios permitidos porque no han sido oídas sus demandas.

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Muchos transportistas no repartirán en Madrid Central para evitar las sanciones

La entrada en vigor de las sanciones en Madrid Central el próximo día 15 de marzo podría dejar a las principales zonas comerciales de la capital desabastecidas. Así lo ha denunciado la Asociación de Transportistas Autónomos (ATA) que el lunes se sentó en la Mesa de Distribución Urbana del comité de seguimiento de Madrid Central. “Estamos indignados. El Ayuntamiento ha hecho oídos sordos a las propuestas que les venimos trasladando desde que entrase en vigor”, ha lamentado Antonio Villaverde, presidente de ATA en declaraciones a Autónomos y Emprendedores.

Según el relato de Villaverde, los responsables de la Mesa -entre los que estaba el subdirector general de energía y cambio climático del consistorio madrileño, Juan Azcárate- se limitaron a trasladar los datos relativos al estudio de impacto en el área afectada sin aportar respuesta alguna a las cinco peticiones formuladas por los transportistas con las que evitar el caos que supondrá la aplicación efectiva de las sanciones por no disponer de vehículos con distintivos eco o cero.

El 80% de la flota de los transportistas no tienen distintivo o éste es del tipo B  frente al apenas un 2% está catalogado como cero o eco. Sin embargo, el Ayuntamiento no ha tenido en cuenta estas cifras y este año 2019, la ordenanza de Madrid Central limita los horarios de reparto a los vehículos tanto de menos como a los de más de 3,5 toneladas sin distintivo entre las 7 y las 13 horas y para los de distintivo B entre las 7 y las 15 horas.

Para 2020 se acota aún más el acceso y los vehículos de menos de 3,5 toneladas sin distintivo no podrán acceder a la almendra central de la capital y los de distintivo B sólo estarán autorizados para hacerlo entre las 7 y las 13 horas. Mismo horario al que tendrán que adaptarse aquellos con una masa media autorizada superior a 3,5 toneladas.

Asimismo, los transportistas ponen el acento en que tampoco habrían obtenido respuesta al compromiso que la propia Manuela Carmena asumió con el sector hace un año y por el que se prometía ampliar el acceso a los vehículos con distintivo B a lo largo de 2019.  

“Madrid tiene que seguir funcionando y así es inviable”, apostilló Villaverde. De hecho, en el caso concreto de la restauración, muchos de los locales ubicados en la zona centro de la capital a los que acuden tanto los propios madrileños como los cientos de turistas nacionales e internacionales que visitan la ciudad no disponen de grandes espacios de almacén por lo que necesitan ser abastecidos tres y hasta cuatro veces al día según la época.

Otra de las consecuencias es el colapso que se produciría en las vías de acceso a la Madrid Central así como de las zonas de carga y descarga. “Si todos acudimos a la misma hora, ¿dónde vamos a aparcar?”, se pregunta el presidente de ATA quien además denuncia que éstas se han reducido por el proyecto de ampliación de las aceras impulsado por el equipo de Manuela Carmena.

Reparto nocturno

Además de lo anterior entre las preocupaciones de los transportistas madrileños están el reparto nocturno y los que se realizan en aquellos en horarios en los que requiera el servicio, como por ejemplo, las mudanzas o el traslado de equipajes desde el aeropuerto. “La ordenanza no lo contempla, lo cual implica que o dejamos de repartir en estas franjas o tenemos que correr con el coste de la multa, lo que a la larga es totalmente insostenible”, asevera Villaverde. Además, el presidente de los transportistas alerta del perjuicio que supondrá tanto para el pequeño comercio como para grandes cadenas de distribución y retail, como Inditex, que recurren a transportistas autónomos para abastecerse.

Pese a que la callada por respuesta ha sido la tónica tanto de las reuniones que se han mantenido como de las comunicaciones que se han realizado vía correo electrónico con el Ayuntamiento, los transportistas mantienen un hilo de esperanza. “Se han precipitado y no nos pueden criminalizar por pedir medias que entran dentro de la lógica y del sentido común. Esperamos que en los diez días que quedan reflexionen y aporten soluciones. Si no se pondrá en riesgo muchos puestos de trabajo”.  

De hecho, tal y como ya avanzó el pasado mes de octubre este diario el Plan Carmena pone en peligro a unos 150.000 autónomos madrileños.

El sobrecoste de cambiar el vehículo

Javier Somoza, director de la Comisión Española del Transporte de Mercancías de Madrid (CETM- Madrid), que también estuvo presente en la reunión, se mostró igualmente crítico con la situación que vive el transporte en Madrid. “Nos sentimos ninguneados pese a ser un sector estratégico. Nos hemos quedado en una absoluta situación de inseguridad jurídica”, afirmó. Esto supone un handicap para asumir la inversión necesaria para la renovación de la flota.

Para el presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos (ATA) “las ayudas son insuficientes. Los sobrecostes que tienen los vehículos con energías alternativas son muy elevados y estas ayudas apenas llegarían al 20% de éste. Eso sin contar que primero, no existe oferta de modelos eléctricos para los vehículos de más de 3,5 toneladas y, segundo, no hay puntos de recarga suficientes”.

Además, “la mayoría de los vehículos todavía no han sido amortizados”, lo que supondría aumentar más las cargas que tienen que soportar los transportistas autónomos.