La nueva orden no permite reformas en edificios habitados

Aunque las obras están permitidas, miles de autónomos tienen prohibido trabajar

El Gobierno decretó el pasado domingo el fin de la suspensión de algunas actividades no esenciales, entre las que se encuentra la construcción. Mientras que grandes empresas han reanudado su actividad, muchos autónomos que estaban haciendo pequeñas reformas no pueden hacerlo.

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Aunque las obras están permitidas, miles de autónomos tienen prohibido trabajar

El pasado domingo, el Gobierno puso fin al decreto de hibernación que paralizaba ciertas actividades no esenciales para minimizar los desplazamientos y contener la epidemia del COVID-19. Sin embargo, también dio a conocer a última hora algunos matices trascendentales que afectan a la construcción. Concretamente a los miles de pequeños negocios que desarrollan su actividad en este sector.

El fin de la medida que limitaba el desarrollo de algunas actividades consideradas no esenciales vino con algunas excepciones. El nuevo decreto sólo permite reanudar la actividad de aquellos negocios del sector de la construcción que realicen obras en edificios deshabitados o con carácter de urgencia. Dicho de otra forma, todos aquellos negocios que trabajen en edificios habitados y no cubran servicios considerados "urgentes"  seguirán suspendidos.

La norma que pone fin al decreto de hibernación ha afectado de forma desigual al sector de la construcción, ya que son principalmente las grandes constructoras las que suelen desarrollar sus tareas en grandes edificios en los que no vive nadie y las que podrán, por tanto, reanudar su actividad. Por el contrario, en la mayoría de los casos de reformas en pisos o locales donde hay otros vecinos en el inmueble, o pintura de casas, trabajos de fontanería, de electricidad electricidad, que no sean por una urgencia, los autónomos y pequeños negocios seguirán con su actividad suspendida.

Según explicó Laura Gómez, abogada y directora general de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), la  publicación de la Orden SND/340/2020, de 12 de abril en el Boletín Oficial del Estado "no suspende la actividad de la construcción. De hecho, muchas de las obras que estaban paradas -por el Decreto de Hibernación – están ya activas, lo único que hace es limitar la realización de algunos trabajos”.

En concreto, la Orden establece en su artículo uno la “suspensión de toda clase de obra que suponga una intervención en edificios existentes”. O, dicho de otra forma, prohíbe que se realicen obras o reparaciones en edificios que estén habitados. Asimismo, también incluye una serie de excepciones a la suspensión que son: la realización de ciertos trabajos siempre y cuando tengan “la finalidad de realizar reparaciones urgentes de instalaciones y averías, así como tareas de vigilancia”; o que la obra se realice en un inmueble donde “no se produzca interferencia alguna con las personas no relacionadas con la actividad de la obra”. Es decir, “se permiten todas las obras, salvo aquellas que se realicen dentro de un inmueble en el que residen personas, exceptuando las que tengan un carácter urgente” explicó Gómez.

Es precisamente en esta salvedad, dónde los más pequeños del sector quedan en clara desventaja. Normalmente, son los autónomos y pequeños negocios los encargados de realizar todo tipo de obras, reparaciones y demás tareas en casas, pisos y edificios de oficinas; que son, justamente, las edificaciones dónde se ha suspendido la realización de obras. “Por lo general un autónomo, por ejemplo un electricista, suele tener como fuente principal de  ingresos las viviendas o edificios de oficinas, más que una obra grande que se esté construyendo ahora mismo de cero” afirmó la abogada. Que también señaló, que eso no impide que haya casos “de trabajadores por cuenta propia que trabajen en edificios de nueva construcción”. Aunque son los menos.

Por ejemplo, la Orden SND/340/2020, de 12 de abril, "prohíbe la reforma del portal de un edificio -que realizaría un autónomo, con un par de empleados-, pero no la construcción de un nuevo centro comercial” añadió la abogada.

La mala noticia llegó por sorpresa al sector

El Gobierno tomó la decisión de limitar la actividad de la construcción a última hora del 12 de abril, justo un día antes de que cientos de miles de trabajadores de la construcción y otros sectores volvieran a la normalidad, después de haber finalizado la vigencia del Real Decreto-ley 10/2020, de 29 de marzo, también conocido como Decreto de Hibernación.

La decisión llegó por sorpresa al sector y obligó a cientos de miles de autónomos a cambiar sus planes. Cabe recordar que, según datos del último Perfil de Autónomo en España, elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), hay más de 200.000 trabajadores por cuenta propia que se dedican a la construcción.  La mayoría de ellos "habían planificado ya la reanudación de su actividad para el lunes 13.  También habían tomado ciertas decisiones en su organización laboral con el convencimiento de que el permiso retribuido finalizaba el 9 de abril y se reanudaría la actividad el 13 del mismo mes” según explica en un comunicado la Federación Regional de Empresarios de la Construcción de Murcia (FRECOM).

Desde la Federación aseguran que la decisión tomada a última hora por el Gobierno generó un gran revuelo e incertidumbre entre los empresarios del sector, llegando incluso a colapsar sus líneas telefónicas. Los empresarios de la construcción llamaban para saber qué actividades exactamente eran las que estaban suspendidas en un edificio ya existente y qué actividades no. Una cuestión que incluso FRECOM no supo responder: “nos ha sido imposible dar respuesta a esta pregunta porque las actividades en construcción pueden ir desde valorar una vivienda para presupuestar hasta la retirada de escombro o material después de haber finalizado la obra. La orden sólo especifica que se suspenden las “obras” en edificios ya existentes”.

Razón por la que recomiendan “no llevar a cabo ninguna actividad que implique acceder a una comunidad de vecinos y transitar, aunque sea mínimamente, por las zonas comunes, como las escaleras, ascensores, zaguanes o garajes”.

Medidas de prevención para el sector durante el COVID-19

Unos días antes de que se produjeran las limitaciones del Ejecutivo a las obras, el sector de la construcción había llegado a un consenso. La Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT junto a CCOO de Construcción y Servicios y la Confederación Nacional de la Construcción elaboraron una guía de prevención de riesgos laborales para los trabajadores de la construcción durante la crisis sanitaria del COVID-19.

La guía, a la que ha podido acceder este medio, establece una serie de protocolos que deben cumplir antes y durante el desplazamiento los trabajadores en la obra; a la entrada o salida de la mismas; durante el trabajo en obras de construcción; y también en las pausas y descansos. Además,  incluye medidas de formación, información y coordinación.

Alguna de las medidas específicas que destacan son, por ejemplo, que se establezcan turnos, dentro de lo posible, tanto para realizar el trabajo en la obra, como las pausas para los descansos y las comidas; que no se compartan las herramientas de mano; evitar la realización de reuniones o actividades grupales, salvo que sean estrictamente necesarias y guardando la distancia o evitar las aglomeraciones en descansos y zonas comunes.