Medida con impacto social y medioambiental

La Unión Europea se plantea retirar las monedas de uno y dos céntimos y unificar el redondeo

La Unión Europea se está planteando retirar las monedas de uno y dos céntimos por dos motivos, asegura Bankia en su blog. Si así fuera, los negocios quizás tendrían que empezar a redondear sus precios como se hace en otros países europeos.

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La Unión Europea se plantea retirar las monedas de uno y dos céntimos y unificar el redondeo

Los países europeos llevan años planteándose diversas fórmulas para eliminar el dinero en efectivo. Sin ir más lejos, en España, el grupo parlamentario socialista planteó ante el Congreso el pasado mes de julio una proposición no de ley con once medidas tributarias y fiscales, entre las que se encontraba "la eliminación gradual" del pago en metálico con el horizonte de su "desaparición definitiva".

Aunque la posibilidad de que el dinero en efectivo desaparezca por completo todavía queda lejos, en un horizonte mucho más cercano podrían acabar eliminándose las monedas más pequeñas, de uno y dos céntimos, en los países europeos. Según el Blog de Bankia,  la Unión Europea se plantea retirar estas monedas con escaso valor pero que ocupan espacio en los monederos y huchas de todos los españoles, y en las cajas de la mayoría de comercios, restaurantes, bares y cafeterías.

Con el paso del tiempo, estas monedas han ido perdiendo su valor hasta el punto de que no se puede adquirir prácticamente nada con solo una de ellas. Ni siquiera las admiten las máquinas expendedoras. Por ello, la Comisión Europea ha elaborado ahora un informe “en el que concluye que la producción de monedas de uno y dos céntimos de euro supone un gasto importante para la eurozona, ya que equivaldría a una pérdida acumulada de 1,4 billones desde 2002", según apuntan desde la entidad financiera.

Ante este escenario, la Comisión se plantea la posibilidad de retirar las monedas de uno y dos céntimos de euro. Para ello, ha abierto una consulta pública para recabar la opinión de toda la ciudadanía, incluidos también los autónomos que cobran y pagan a diario con estas pequeñas monedas, además de las instituciones y autoridades públicas. En el Blog de Bankia explicaron los dos motivos principales por los que la Unión Europea quiere que estas monedas desaparezcan y dejen de estar presentes en nuestros pagos más habituales: al ir a comprar el pan, repostar gasolina o comer en un restaurante, entre otras muchas cosas.

Redondeo unificado para todos los miembros de la UE

Uno de los principales objetivos de la Unión Europea con esta medida es el de evitar que cada socio del euro siga unos criterios distintos a la hora de redondear los precios de los pagos en efectivo, según apuntaron desde la entidad financiera.

Existen distintos métodos para redondear una cantidad con decimales al número entero más próximo. Las más generalizadas son el redondeo hacia abajo, al alza, en ventaja propia en crédito o en ventaja propia en débito.

La Comisión Europea decidirá a finales del próximo año si unifica en toda la eurozona el redondeo de precio para los pagos en efectivo. "Esta unificación podría conllevar la retirada de las monedas más pequeñas, debido a que su coste de producción es mayor que su valor monetario", explicaron desde el Blog de Bankia.

Redondeo sueco

Ya hay algunos países de la zona euro que adoptaron en su momento normativas de redondeo que no tenían en cuenta las monedas de uno y dos céntimos. En todos ellos se aplica el denominado redondeo sueco, en el que los importes se redondean a 5 céntimos, al alza o a la baja, dependiendo de lo cerca que estén del cinco o del cero.

En Finlandia, de hecho, estas monedas ni siquiera llegaron a ponerse en circulación cuando se adoptó el euro en 2002. En 2004, Holanda y Bélgica dejaron de acuñarlas tras evaluar que el redondeo a fracciones de cinco céntimos permitía ahorrar unos 30 millones al año. Irlanda, en 2015, e Italia, en 2017, se unieron a estas normas de redondeo.

Esto, por supuesto, afectará a todos los consumidores y también a los autónomos, que tendrán que modificar sus precios, al igual que variará también el valor de sus compras a proveedores.

Impacto ambiental

El segundo de los motivos por los que la Unión Europea se plantea retirar las monedas de uno y dos céntimos o dejar de acuñarlas es la consecuencia directa que tendría sobre el medioambiente. Desde enero de 2002 se han emitido 137 monedas de uno y dos céntimos por cada ciudadano europeo, lo que supone 45,8 billones de 'calderilla' en todo el continente.

La forma en la que se fabrican supone un coste ambiental. "Las monedas de uno y dos euros requieren para su fabricación del empleo de acero, cobre, agua y otros compuestos químicos", explicaron desde el Blog de Bankia

No obstante, la supresión de las monedas de uno y dos céntimos no es la única opción que baraja la Comisión Europea, que también se plantea seguir acuñándolas a un coste más reducido, una medida que ya adoptó en España hace dos años. La otra opción es dejar de acuñarlas, pero mantenerlas como curso legal.