Polémica sobre la distribución de estos sustitutos al cigarrillo

La venta de vapeadores está en manos de pequeños negocios

El sector del vapeo está formado prácticamente en su totalidad de pequeñas y medianas empresas, según la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV). Los autónomos dedicados a esta actividad exigen que las administraciones les reconozcan como producto terapéutico y como tienda especializada.

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La venta de vapeadores está en manos de pequeños negocios

La venta de vapeadores es mayoritarimente un universo de pequeños negocios. Desde la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV) señalan que este joven sector está formado prácticamente en su totalidad por negocios de tamaño reducido, “como mucho existen una o dos entidades que sobrepasen la pequeña y mediana empresa y que sean tiendas especializadas dedicadas exclusivamente a la venta de cigarrillos electrónicos.”

No obstante, desde la Unión advierten que es un producto de venta libre, por lo que “se puede vender en casi cualquier lado”. Esto supone un grave problema para el sector, ya que las verdaderas tiendas especializadas se ven amenazadas por una competencia desconocedora del producto. A esta situación se suma la competencia que también se ha generado en los estancos. Desde la entidad lamentan que, “a pesar de que un cigarrillo electrónico no es lo mismo que un cigarro”, el vapeo se encuentre dentro de la Ley del Tabaco y, a la vez, no exista una licencia especifica para vender estos productos.

Desde la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España, por su parte, alegan que el vapeo llegó al estanco de forma totalmente natural: “cuando el consumidor piensa en donde comprar productos relacionados con el fumar, el estanco es su primera y principal referencia. Los estanqueros han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y atender las demandas del cliente incluyendo estos nuevos productos en su oferta. Por otro lado, en un primer momento en el que las noticias sobre el cigarrillo electrónico eran muy confusas, el estanquero era el comerciante de confianza para el consumidor que le podía aportar información fiable”.

Los Empresarios del Vapeo, sin embargo, sostienen que fue iniciativa propia de los estancos, porque “vieron un negocio”. A su vez, no tienen problema en que estos productos se vendan en estos establecimientos, lo único que exigen es que sean verdaderos conocedores del funcionamiento de los aparatos de vapeo y que puedan dar una experiencia de cliente acorde a sus necesidades: “Las tiendas especializadas tienen probadores de líquidos, aparatos y niveles de nicotina, cosa en lo que el estanquero, por norma general, no se va a parar. Recomendamos asistir a tiendas especializadas, aunque hay excepciones de estanqueros que realmente conocen el producto, nos han llamado estancos y les hemos asesorado. Lo que nos gustaría es que aprendan sobre él y lo estudien de verdad”.

Exigen que se les vea como un producto terapéutico

Uno de los principales problemas del sector es que no se les reconoce, según señalan desde la UPEV.  Ni se les considera como tienda especializada, ni se otorga a este producto el nivel de herramienta terapéutica. Y es que desde el campo de la medicina son muchas las voces que se alzan en contra del cigarrillo electrónico y advierten de sus problemas para la salud.

No obstante, también hay profesionales médicos que ven con buenos ojos las posibilidades que ofrece el vapeo a la hora de dejar de fumar. Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ponen sobre la mesa un estudio aleatorizado que ha mostrado que la eficacia de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar puede ser similar a la de los parches de nicotina. Por lo que expertos de dicha sociedad han presentado una solicitud para que se regule como un producto medicinal. Y es que el tabaquismo es una enfermedad que afecta al 22% de la población española, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. No obstante, es la cifra más baja de los últimos 30 años, por lo que son muchos los expertos que achacan esta reducción del consumo del tabaco a la aparición de productos sustitutivos como el vaper.

Desde la UPEV, señalan que en Reino Unido sí está regulado como producto para dejar de fumar. Aquí en España, el Real decreto 579/2017 estipula que no se le pueden atribuir propiedades terapéuticas. “Las asociaciones de usuarios, empresarios y médicos y científicos estamos luchando para que las administraciones por fin se den cuenta del bien que podemos hacer y que nos den el mismo apoyo que en Reino Unido”, concluyen desde la UPEV.