Muchos no llegan a tiempo

Las ayudas de las CCAA para autónomos se llegan a agotar en cuestión de horas

A día de hoy, todas las comunidades autónomas han puesto en marcha medidas para apoyar a sus autónomos y evitar el cierre de negocios. El problema es que casi todas estas ayudas se agotan en cuestión de días o, en algunos casos, minutos.

Las ayudas de las CCAA para autónomos se llegan a agotar en cuestión de horas

Todas las comunidades autónomas han puesto en marcha ayudas para evitar, de uno u otro modo, que sus negocios se vean obligados a cerrar por la crisis. El problema es que estas medidas no llegan a todos los que las necesitan. Las subvenciones que publican las diferentes comunidades autónomas se agotan en días o, incluso, como ocurrió en Valencia o Baleares, en cuestión de minutos.

Las grandes dificultades que atraviesa aún el colectivo y la falta de liquidez que padece provoca que los trabajadores por cuenta propia acudan ahora más que nunca al apoyo regional para seguir adelante. Ayuda que, sin embargo, no está siendo suficiente para cubrir las necesidades de los cientos de miles de trabajadores por cuenta propia que todavía están en peligro.

“Aunque en cada comunidad autónoma la situación es diferente, las ayudas autonómicas han sido siempre muy solicitadas. Lo que ocurría otros años es que la gente tardaba más en solicitarlas, pero ahora los autónomos tienen evidentemente un mayor motivo para pedirlas” explicó Ricardo Gabaldón, presidente del Consejo General del Graduados Sociales de España.

La pandemia está obligando a los pequeños negocios a intentarse acoger a las convocatorias autonómicas como última tabla de salvación. El problema de ello es que no hay dinero para cubrir todas las solicitudes. “Las ayudas públicas dependen de un presupuesto y en el momento en el que se acaba ese presupuesto, la ayuda se agota”, dijo Gabaldón. De hecho, el presidente del Consejo de Graduados Sociales contó que las ayudas que puso en marcha la Generalitat Valenciana se agotaron “muy rápido, dejando a entre el 60% y el 70% de los autónomos valencianos excluidos de la convocatoria

Los autónomos en busca de ayudas en todas la CCAA

La situación de la Comunidad Valenciana se repite en Cantabria, en Galicia, en las Islas Baleares o en el País Vasco, entre otras. Según el responsable de subvenciones de la consultoría especializada en ayudas públicas para autónomos FactorYdea, Ángel Miguel Fernández, la alta demanda de ayudas por parte de los trabajadores por cuenta propia es una situación generalizada en todo el país, porque “todas las comunidades están lanzando las suyas propias. El problema que está ocurriendo es que hay muchísimas más solicitudes que dinero tiene la convocatoria”.

La falta de ayudas revela la necesidad en el colectivo

Puso como ejemplo lo que ocurrió con la ayuda para el comercio minorista que ofreció la Junta de Andalucía, “que tiene más de 6.000 solicitudes pero, sin embargo, la subvención sólo va a cubrir las dificultades de 400 comerciantes”. Este fervor dentro del colectivo de trabajadores por cuenta propia para conseguir una ayuda pública es una situación del todo novedosa: “nosotros, en los 15 años que llevamos operando, no hemos visto nada parecido. Es el primer año que tramitamos tantas ayudas y es porque realmente existe una necesidad entre los pequeños negocios”.

Según Fernández, hay dos tipos de ayudas autonómicas a las que, por norma general, pueden acceder los pequeños negocios:

  • La primera, las que se solicitan con el objetivo de compensar los ingresos perdidos durante los meses que no han podido trabajar. Es decir, son ayudas económicas que tienen el objetivo de proporcionar liquidez al profesional por cuenta propia para que pueda realizar los pagos que tiene pendientes. “Desde FactorYdea no nos dedicamos a tramitar este tipo de subvenciones, pero sí sabemos de primera mano que se están agotando muy rápido, porque tenemos clientes que las han solicitado y a los que se les ha concedido”
  • Las segundas, las destinadas a cubrir las inversiones que hacen los autónomos en su negocio, bien sea para arreglar los establecimientos, adaptarlos a las medidas de seguridad del covid-19 o para facilitar el teletrabajo de sus empleados. “Este tipo de ayudas son muy frecuentes. Las CCAA van sacando convocatorias, algunas ya están terminadas y otras continúan aún vigentes”.

A través de las ayudas públicas autonómicas, “los autónomos pueden obtener desde 3.000 euros hasta 40.000 para hacer arreglos en el local. La cuantía que pueden llegar a recibir varía muchísimo en función de las comunidades y también del organismo que las convoque”.

La compleja disparidad de las ayudas públicas

Si bien las ayudas públicas autonómicas están facilitando que los trabajadores por cuenta propia mantengan la persiana de su negocio levantada, lo cierto es que éstas tienen también su complejidad.

El primeros de los problemas que comentó el experto en subvenciones públicas es la cantidad ingente que hay o, mejor dicho, el excesivo número de administraciones publicas de las que pueden llegar a depender las ayudas. “Las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos están poniendo en marcha sus propias líneas de ayudas. Cada uno establece sus propias reglas, sus propios mecanismos y condiciones” dijo.

Fernández reconoció que esta atomización de las ayudas hace que sea “muy difícil” tener una idea clara de todas las subvenciones que existen a nivel nacional: “hay tanta administración pública y las convocatorias son tan variadas", que se hace prácticamente imposible seguir la pista a todas. A pesar de ello, aseguró que los autónomos tienen predisposición por solicitar las que ofrecen las comunidades.

“Prefieren acogerse a las que ponen en marcha las comunidades autónomas porque son las que tienen más presupuesto", recalcó. En principio, cuanto más grande sea el organismo público que las anuncia, mayor será la cantidad presupuestaria que destinen a cubrir la convocatoria. “Por eso, muchos están esperando al lanzamiento de alguna línea estatal. Hasta ahora, el Gobierno ha lazando ayudas para el sector de la cultura, de las que, por ejemplo, se han podido beneficiar algunas librerías”, comentó.

Unido a este problema del exceso de administraciones publicas, se encuentran las dificultades en los procedimientos. Según contó, cada región tiene su propio modus operandi, pero en la mayoría de ellos coinciden dos aspectos: plazos de solicitud muy cortos y un procedimiento muy complejo.

La última pega que pone este experto es la tardanza en el cobro: “hay algunas subvenciones que te pagan por adelantado algún importe, pero la gran mayoría son a posteriori, porque se suele tardar bastante tiempo (más de seis meses) en cobrarlas”.

“Habría que poner en marcha otras ayudas”

Para el presidente del Consejo General del Graduados Sociales de España, Ricardo Gabaldón, la alta demanda de las ayudas públicas es la prueba de que los autónomos y los pequeños negocios tienen aún muchas necesidades por cubrir. Necesidades que las subvenciones autonómicas no van a ser capaces de atender. “Las ayudas estatales les han correspondido a todo el mundo que las ha pedido -siempre que cumpliesen obviamente con los requisitos para acceder a ellas - , pero las subvenciones autonómicas funcionan de otro modo” incidió.

Por eso, a su juicio, “el Gobierno debería valorar no sólo la prórroga de los ERTEs hasta final de año, sino también la puesta en marcha nuevas ayudas para proteger los puestos de trabajo que dependen de los autónomos y pequeños negocios”.