Por qué se sufre envidia

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Por qué se sufre envidia

La envidia dentro de ser un sentimiento muy generalizado en la población, es algo que no debería considerarse como “normal” ya que puede generar en la persona mucho sufrimiento, frustración e insatisfacción ante uno mismo y ante su propia vida.

Cuando hablamos de este fenómeno que se da en tantas personas, lo estamos haciendo del sentimiento que se genera en alguien cuando desea tener o hacer aquello que otra persona tiene o hace. Este anhelo le generará tristeza, enfado, rabia, pena, angustia e incluso sentimiento de odio hacia la persona envidiada. Ya hemos tratado casos de personas con una gran “dosis” de ansiedad agravada en parte por este problema de envidia.

La envidia afectará a quien lo sufre en todos los aspectos de su vida condicionando su vida social, familiar, laboral y también en su ocio.

La envidia puede sufrirse de forma consciente o inconsciente, y tanto sea de una o de la otra forma, repercutirá negativamente en quien envidia y en la persona envidiada. La primera desarrollará emociones diversas relacionadas con el deseo de aquello que tienen los demás, llegando incluso a sentirse amenazada por los éxitos que puedan conseguir los otros. Por otro lado, la persona envidiada sufrirá las críticas, la rabia, la ira, el rechazo, la agresión, la difamación, la rivalidad, la venganza y en definitiva el maltrato por parte del envidioso.

A diferencia de los celos, la envidia desea acabar, e incluso destruir, a la persona que le recuerda su debilidad o carencia, mientras que el celoso se aferra a la persona en cuestión, intentándola mantener a su lado, a veces utilizando estrategias equivocadas y peligrosas.

QUIÉNES SUFREN DE ENVIDIA

La mayoría de las personas han sufrido en algún momento de su vida este sentimiento en mayor o menor medida, habiéndose sentido desdichadas y angustiadas pero la diferencia es el grado y la constancia con la que se sufre esta envidia.

Esta manifestación psicológica será típica en aquellas personas inseguras, que se sienten inferiores,  generalmente insatisfechas con aquello que tienen, hacen o son. Y es que en la comparación que ellos se hacen con los demás, siempre salen perdiendo, aunque este hecho sea meramente subjetivo ya que parte de su opinión personal y por lo tanto está condicionado por su propio autoconcepto y su baja autoestima.

 Valoran más las cualidades que presentan los demás que las que puedan tener ellos mismos, aunque estas sean muy valiosas. Estas personas suelen ser inmaduras emocionalmente y no son felices ni disfrutan de lo que ellos tienen porque su mente está demasiado preocupada por anhelar y obtener lo que los demás poseen. Invierten demasiado tiempo en pensar en todo esto, con lo que su problema de envidia saldrá muy reforzado y en contraposición, la persona que lo sufre cada vez se encontrará más debilitada y con mayor sentimiento de inseguridad y dolor.

Este sentimiento que genera tanto sufrimiento y dolor tiene solución. No obstante, habrá que trabajar de una forma consciente sobre ello, ser capaz de Identificar y reconocer esta emoción en uno mismo, será el primer paso para resolverla.

Autora: Marta Camacho Calvo, equipo de psicólogos Madrid de Psicomaster