La factura electrónica podría ahorrar hasta 13.500 euros a pymes y autónomos, según un informe
Según un informe de Sage, la facturación electrónica puede reducir casi a la mitad el tiempo dedicado al procesamiento de facturas. Evitar seis horas semanales dedicadas a la facturación supone mayores ingresos para los autónomos.
Mientras millones de autónomos y pequeños negocios de toda Europa se preparan para adoptar la factura electrónica, un estudio basado en datos recopilados de más de 10.000 pymes de todo el continente revela que la adopción de dicho sistema podría generar ingresos de 13.500 euros anuales por empresa. Sólo por el mero hecho de que contribuye a reducir casi a la mitad el tiempo dedicado al procesamiento de facturas, tarea a la que se dedica no poco esfuerzo dentro de los negocios.
El estudio Facturación electrónica: el camino hacia una economía conectada, elaborado por Sage y presentado esta semana junto a CEOE y Analistas Financieros Internacionales (AFI), revela cómo la facturación electrónica puede revolucionar la eficiencia de las pymes, mejorar el flujo de caja de los negocios e impulsar un aumento considerable de su productividad, pues no en vano puede hacerles ganar seis horas semanales respecto a la facturación tradicional.
Siete de cada diez dueños de negocios deben gestionar sus facturas cada mes
Además, este informe destaca un hecho llamativo, como es el que un 77% de los responsables de las pymes intervienen de manera activa cada mes para garantizar la puntualidad de los pagos. De hecho, cuatro de cada diez lo hacen semanalmente.
Las tres entidades analizaron las barreras que existen en torno a la adopción de la factura electrónica y cómo la colaboración del sector público y privado permite que esta fórmula establezca una economía conectada en España y Europa, impulsando su adopción para que las pymes expriman todos sus beneficios. En este sentido, Víctor Ausín, director general de Política Económica del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, remarcó que la adopción de esta fórmula permite optimizar recursos “que se pueden dedicar a aumentar la dotación capital-trabajo. Esa relación lo que hace es aumentar la productividad de la economía, a través de la liberación de horas improductivas que se podrían reasignar, de la gestión de facturas y demás, hacia labores más productivas”. Según este experto, permitiría liberar en torno a 400 millones de horas al año.
El informe destaca que la facturación electrónica reduce de manera drástica los esfuerzos de autónomos y pymes al mejorar el flujo de información y minimizar los retrasos relacionados con las facturas. Aunque el incentivo financiero también abre oportunidades para que las pymes inviertan en nuevos avances tecnológicos. Y es que señala un aumento potencial de la productividad laboral de la UE de hasta un 2,6% anual si las pymes redirigen su tiempo de las tareas administrativas a actividades de mayor valor. Este cambio, podría suponer una mejora sustancial del crecimiento económico general en todo el continente.
“La transición digital está ofreciendo muchas soluciones y, al mismo tiempo, abriendo grandes oportunidades”, señaló José Alberto González-Ruiz, secretario general de la CEOE. Para quien la factura electrónica emerge como un componente “esencial para mejorar todos los procesos de eficiencia. También se convierte, sin lugar a duda, en una herramienta estratégica, que va a tener un impacto en lo que se refiere a la mejora de la eficiencia operativa de nuestras pymes, contribuyendo a la trazabilidad de las transacciones, y sobre todo en la mejora de la productividad”.
La ley no especifica un límite de facturas gestionables desde el futuro portal público gratuito
El documento también habla del software necesario. Y si bien este no es absolutamente imprescindible, pues la Ley Crea y Crece no especifica un límite de facturas -o la cuantía de éstas- para que puedan ser gestionadas a través del portal público gratuito, sí que es cierto que muchas empresas preferirán invertir en un software para su facturación electrónica. Debido a la personalización y flexibilidad que les ofrece, al poder adaptar las funcionalidades a sus necesidades específicas de flujo de trabajo, formatos de factura e integración con otros sistemas y procesos internos, permitiéndoles responder rápidamente a los cambios en los requisitos legales y comerciales.
Además, la integración con sistemas existentes como ERP y CRM es importante, ya que facilita la automatización de procesos financieros y contables, reduciendo errores y mejorando la eficiencia operativa. Finalmente, el control y la seguridad de los datos es otro factor a tener en cuenta, puesto que algunas empresas manejan grandes volúmenes de información delicada y necesitan garantizar su protección y el cumplimiento de normativas internas y externas. En especial, cuando operan en múltiples jurisdicciones con diferentes regulaciones.
Pues bien, el informe se dirige a estas cuando afirma que, con independencia de su tamaño, las pymes que inviertan en un software específico pueden recuperan la inversión inicial en el primer año. De hecho, según indican en AFI, tras dos años de su implementación, los ahorros generados por la factura electrónica triplican y duplican respectivamente, en promedio de la UE y de España, los gastos iniciales asociados a dicho software. Además, su adopción supone una mayor eficiencia operacional, ya que se reduce en un 44% el tiempo necesario para procesar facturas, lo que arroja ese ahorro de seis horas semanales anteriormente mencionado.
De hecho, según José Luis Martín Zabala, Managing Director de SAGE Iberia, “se debería ayudar a las pymes en su adopción de la factura electrónica a través de ayudas financieras, como el Kit Digital, la certidumbre en los plazos de la implantación, la formación constante y continua, y la inversión en infraestructuras digitales que aseguren un intercambio de datos seguro, masivo, amplio y escalable. El Gobierno, el entorno privado y las empresas tecnológicas deben unirse en un entorno común para que esto suceda”.