Los autónomos se dan de baja un 22% menos que los asalariados por las reducidas prestaciones que cobran
Los últimos datos de la Seguridad Social muestran cómo los autónomos cada vez se dan menos de baja mientras aumentan las incapacidades temporales entre los empleados. ATA atribuye esta cuestión a las menores prestaciones que percibe el colectivo, así como a la obligación de seguir pagando sus cotizaciones hasta los 60 días.
Las bajas por contingencias comunes se han multiplicado en los últimos años, como mostraron los últimos datos publicados por la Seguridad Social. Según esta información, se ha duplicado la diferencia entre las incapacidades temporales de los autónomos y las que se conceden a los trabajadores por cuenta ajena.
En concreto, la tasa de bajas por contingencias comunes de los autónomos se situó el pasado abril en 39,76 personas por cada 1.000 trabajadores por cuenta propia dados de alta en el RETA. Por su parte, la de los asalariados ascendió a 49,93 por cada 1.000. Se trata de una diferencia del 22,68%.
Estos datos contrastan con los registrados por la Seguridad Social hace apenas cinco años, cuando la tasa de bajas por contingencias comunes en el Régimen General era de 34,09 por cada 1.000 trabajadores, por los 32,07 en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Así, en 2019 esta diferencia sólo fue del 6,1%.
Una disparidad que, a la vista de los datos de la Seguridad Social, se ha ido ampliando en los últimos años, y que muestra una clara tendencia: los autónomos cada vez piden menos prestaciones por incapacidad temporal respecto a las que se conceden a los empleados.
Prueba de ello es el último informe de absentismo elaborado por Randstad Research, en el que se indica que 1,4 millones de personas no acuden a sus puestos de trabajo cada día. Lo que provoca el que 5,2% de las horas de trabajo acordadas entre los negocios y sus asalariados no se realicen.
Fuentes de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) explicaron que el aumento de las bajas entre los autónomos registrado en la última década, así como el incremento de la diferencia con las incapacidades temporales de los asalariados, responde a varios motivos. Entre ellos, las menores prestaciones que reciben, así como la obligación de seguir pagando sus cotizaciones a la Seguridad Social hasta cumplir 60 días de baja.
Las reducidas prestaciones que reciben los autónomos de baja no les permiten dejar de trabajar estando enfermos
Preguntado por este asunto, el secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), José Luis Perea, explicó a este diario que la principal causa del aumento de la diferencia entre las bajas por contingencias comunes que cogen los autónomos y los asalariados se encuentra en las prestaciones que reciben.
Al respecto, afirmó que muchos autónomos no encuentran sentido a “estar de baja y tener que seguir cotizando. Sobre todo, al principio de la baja, cuando se cobra el 60% de la base reguladora. Es cierto que este asunto mejoró bastante con la modificación legal de 2019, aunque sigue siendo un freno para que muchos autónomos decidan no pedir la incapacidad temporal por contingencias comunes.”
Esta ha sido una de las reclamaciones que el presidente de ATA, Lorenzo Amor, hizo durante su intervención en el Congreso de los Diputados el pasado junio, solicitando que las mutuas se hagan cargo de las cuotas de los autónomos de baja desde el primer momento, y no después de haber permanecido 60 días sin poder trabajar por una cuestión médica, como ocurre ahora.
Tomando como ejemplo el caso de un autónomo que cotice por una base de 1.300 euros, le correspondería una prestación de incapacidad temporal de 780 euros -el 60%- entre el cuarto y el vigésimo día de la baja, y de 975 euros a partir de entonces.
Teniendo en cuenta que su cuota mínima en ese tramo de cotización asciende este año a 294 euros al mes, y que debería hacerse cargo de su abono a la Seguridad Social hasta el día 60 de la baja, percibiría, como mucho, una prestación de 681 euros al mes, prácticamente la mitad de los beneficios que obtiene de su negocio.
Por ello, “muchos prefieren seguir trabajando”, y sólo pedir la prestación cuando realmente se encuentra impedido. “La prueba está en que los casos de hospitalización cuando se está de baja son más que los de los asalariados, proporcionalmente. Mientras el autónomo pueda seguir trabajando, suele hacerlo, mientras que los trabajadores por cuenta ajena no se lo plantean”, valoró José Luis Perea.
El absentismo laboral crece en los negocios: 1,4 millones de asalariados faltan a su trabajo cada día
Todo, en un contexto donde el absentismo laboral que sufren los negocios y autónomos con asalariados sigue siendo uno de los principales problemas para el colectivo. Prueba de ello son los datos publicados, hace apenas unos días, en un informe elaborado por Randstad Research, en el que se muestra cómo las bajas por incapacidad temporal de los empleados se han duplicado en la última década.
Según el informe, 1,4 millones de empleados no acuden cada día a sus puestos de trabajo. De éstos, la mayoría corresponden incapacidades temporales. Ello ha provocado, según Randstad, que el 5,2% de las horas de trabajo que los negocios pactan con sus asalariados no se realicen a causa de una baja médica.
Sobre este asunto, el secretario general de ATA afirmó que “las mutuas se están quejando de que los índices de absentismo están creciendo muchísimo, porque entienden que, como en todo, hay muchas causas que son ciertas, pero otras son fraudulentas. Mientras que, en el caso de los autónomos, está claro que no se van a dar de baja para cobrar el 60% de la prestación durante los primeros días mientras siguen cotizando.”
Las bajas por contingencias comunes de los autónomos se han multiplicado en la última década
Si bien la diferencia entre las bajas que cogen los asalariados y los autónomos ha crecido considerablemente en los últimos años, el número de incapacidades temporales por contingencias comunes del colectivo también ha aumentado, particularmente, en la última década.
En concreto, los datos de la Seguridad Social mostraron cómo, en 2014, 27,73 trabajadores por cuenta propia de cada 1.000 estuvieron de baja, mientras que este año la cifra ha aumentado hasta los 39,76, en torno a un 43% más.
Sobre este asunto, José Luis Perea identificó varios factores que han contribuido al aumento de las bajas por contingencias comunes de los autónomos. En primer lugar, el incremento del número de afiliados al RETA. “Cuantos más trabajadores por cuenta propia hay, también aumenta la probabilidad de que los autónomos sufran una enfermedad que les impida realizar su actividad”, afirmó.
También la edad media de los autónomos, que ha ido aumentando en los últimos años, y que contribuye a que necesiten pedir más prestaciones de incapacidad temporal. Sobre este asunto, el acuerdo alcanzado la semana pasada entre CEOE y el Gobierno incluye una reforma que permitirá miles de trabajadores por cuenta propia que realizan actividades penosas jubilarse a partir de los 52 años.
Por último, “hay que recordar que, hasta hace no mucho, los autónomos cobraban sus prestaciones a partir del decimosexto día. Poder percibir una incapacidad temporal desde el cuarto día también ha contribuido a ello”, concluyó el secretario general de ATA a este diario.