A través de un centro de Logroño

Ecoembes impulsará el emprendimiento verde

La organización medioambiental sin ánimo de lucro Ecoembes, que gestiona la recuperación y el reciclaje de envases domésticos en España, invertirá 10 millones de euros hasta 2020 en The Circular Lab, el primer centro de Europa especializado en la economía circular situado en Logroño (La Rioja). 

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Ecoembes impulsará el emprendimiento verde

Apoyar a los emprendedores para que desarrollen nuevas soluciones medioambientales es el objetivo de la nueva iniciativa de Ecoembes. Para ello, va a invertir hasta 10 millones de euros en el The Circular Lab, un centro situado en Logroño (La Rioja) en el que se aglutinan todas las propuestas que buscan mejorar la creación de envases para su posterior reciclado.

La organización medioambiental sin ánimo de lucro Ecoembes, que gestiona la recuperación y el reciclaje de envases domésticos en España, invertirá 10 millones de euros hasta 2020 en The Circular Lab, el primer centro especializado de Europa en la economía circular y que está situado en Logroño (La Rioja).

El centro nace con la vocación de aglutinar todas las propuestas que, enmarcadas bajo el concepto de economía circular, persiguen impulsar y mejorar las líneas de innovación en el ámbito de los envases y su posterior reciclado. Todo ello con el objetivo de acoger y ofrecer soporte de incubación y mentorización a una veintena de startups y emprendedores a finales de año.

The Circular Lab es, en definitiva, un laboratorio de innovación en torno al envase que busca estudiar, concebir, probar y aplicar en un entorno real soluciones medioambientales para la gestión eficiente de residuos, todo ello en un marco de colaboración entre empresas, administraciones públicas y ciudadanos.

En este sentido, el coordinador del centro, Zacarías Torbado, ha señalado que los emprendedores son "los mejores colaboradores" porque "son rápidos y tienen una visión de innovación y negocio clara", de modo que se convierten en una de las piezas fundamentales para "crear una actividad económica en torno al reciclaje de los envases". Por este motivo, ocho proyectos emprendedores ya están funcionando en este espacio, que abrió sus puertas en mayo de 2017 y, por el momento, otros tres están pendientes de validación por parte de Ecoembes.

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The Circular Lab también ofrece espacio a ingenieros, técnicos y especialistas de universidades y centros tecnológicos para, junto a los emprendedores, buscar soluciones medioambientales y desarrollando proyectos en base a cuatro líneas estratégicas.

Líneas estratégicas

La primera de ellas es Smart Waste, que se basa en la aplicación de la tecnología más puntera a los procesos de recogida, selección y reciclado de envases. En segundo lugar esta Envase del futuro, para lo cual se busca la colaboración con empresas y fabricantes para hacer que los envases sean cada vez más sostenibles.

Otra de las preocupaciones del centro es el ciudadano, pues es un actor fundamental en el reciclaje dado que es el responsable directo de comenzar el proceso al depositar sus residuos en el contenedor adecuado. Y por último, el propio emprendimiento, a través del cual Ecoembes busca desarrollar soluciones novedosas que permitan trabajar de manera colaborativa en nuevos servicios y productos relacionados con la economía circular.

Para Torbado la colaboración de las administraciones públicas con este centro es fundamental, a pesar de que su financiación sea 100% responsabilidad de Ecoembes, lo cual le otorga "rapidez e independencia", pues son las que atesoran las competencias de la gestión de residuos en España.

A pesar de que este centro está situado en La Rioja, la comunidad autónoma más pequeña de España y por tanto la más idónea para poder desarrollar "proyectos demostrativos a escala real", Ecoembes tiene como objetivo llevar el modelo de este centro a Europa, para lo cual actualmente están lanzando esta idea a diferentes universidades del continente.

Algunos de los proyectos que se están desarrollando actualmente son el del contenedor inteligente, que será capaz de medir su nivel de llenado o el tipo de residuos vertidos; un chatbot para aprender y concienciar sobre el reciclaje, o un robot colaborativo que ayudará a las operarios de las plantas de selección de residuos a separarlos y clasificarlos por categorías.