El uso del dinero de plástico

¿Por qué no es bueno establecer un mínimo para el pago con tarjeta?

Los clientes cada vez utilizan más la tarjeta de crédito, los móviles o, incluso, relojes para pagar sus compras o consumiciones. El problema viene cuando es el establecimiento establece un mínimo para hacer uso de estos medios de pago. ¿Por qué muchos pequeños comercios lo hacen? ¿Es bueno para el negocio?

¿Por qué no es bueno establecer un mínimo para el pago con tarjeta?

Cada vez son más los españoles que prefieren utilizar una tarjeta para pagar la compra de productos o servicios y, desde que llegó el contactless, su uso no ha hecho más que aumentar.  Sin embargo y a pesar del auge de este método de pago, todavía se pueden encontrar negocios en los que no se puede pagar con tarjeta o en los que se pide un mínimo.

La razón por la que muchos autónomos se resisten a esta tecnología o por la que establecen un mínimo de consumo para su uso está en el coste que tiene para ellos mantener un TPV (Terminal del Punto de Venta), ya que ésta sujeto a dos tipo de comisiones.  La primera es por mantenimiento y no está regulada, cada entidad ofrece una tasa que varía en función de la facturación que tenga el negocio. Y la segunda es lo que se conoce como tasa de intercambio y de descuento que son las que tiene que pagar el banco de dónde sea al TPV a la entidad bancaria de dónde sea la tarjeta. Éstas tasas son, según el Banco de España, del 0,2% para operaciones con tarjetas de crédito con un máximo de 7 céntimos, y del 0,3% para tarjetas de crédito. "Para pagos que no excedan de 20 euros, los máximos son el 0,1 % y el 0,2 %, respectivamente". Aquí muchos comerciantes recomiendan, siempre dependiendo del tipo de negocio y de clientes, disponer de dos TPVs: uno para operaciones pequeñas y otros para operaciones más grandes. 

Tener que pagar una comisión desmotiva a muchos trabajadores por cuenta propia, ya que consideran que al final de mes es un pellizco muy grande lo que se lleva la entidad. No obstante, esta decisión puede convertirse en una desventaja para su negocio, ya que aunque disponer de un TPV implique tener que pagar comisiones, no tenerle puede conllevar la pérdida de clientes. La popularidad del pago con tarjeta, con móvil o con el reloj sigue creciendo hasta el punto de que hay consumidores que ya no llevan casi nunca dinero en metálico. 

Así, en 2017 el 52% de los consumidores aseguraba utilizar el contactless para pagar en los comercios, cifra que aumentó con respecto al año anterior cuando el porcentaje fue del 34%; según el Barómetro de Pagos Digitales de Mastercard realizado por Inmark Europa. Esta tecnología permite a una persona poder pagar sin necesidad de hacer contacto, es decir pasando la tarjeta simplemente por el terminal de venta del negocio. Esto es posible gracias al NFC (Near Field Communications) que posibilita el intercambio de información que también está instalado en dispositivos como móviles o relojes y que permite el pago a través de los éstos. El informe también revelaba que uno de cada tres consumidores pagaba ya con el móvil en tiendas físicas.

Ya sea mediante plástico, reloj o móvil, los consumidores van a querer seguir utilizando esta tecnología, porque lo que no quieren es perder el tiempo pagando. Quieren pasar la tarjeta, que se les cobre y poder seguir con su vida, sobre todo en aquellas transacciones más pequeñas como, por ejemplo, el pago de un café. Y en el momento en el que un negocio no les facilite esta tarea o le obligue a consumir un mínimo para utilizarla se enfadará y en la mayoría de las ocasiones dejará de asistir al establecimiento.

¿Los límites del pago con tarjeta son legales?

El no poder pagar con tarjeta o tener que consumir hasta un mínimo es algo que molesta a los clientes, les hace desconfiar del establecimiento y les hace cuestionarse la legalidad de ello. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha respondido a sus preguntas a través de un artículo publicado en su página web en el que explican que “ningún comercio está obligado a aceptar los pagos con tarjeta.  Pueden escoger si dotarse o no de datáfono. Sólo en algunos sectores regulados, por ejemplo, en los taxis de Barcelona, Málaga y Madrid, las ordenanzas municipales lo exigen”.

Asimismo, los negocios tampoco están obligados a comunicar a sus clientes mediante un cartel que no admiten el pago con tarjeta. Razón por la que desde la OCU recomiendan a los consumidores que si sólo llevan la tarjeta, pregunte antes al dueño del negocio si acepta el pago con tarjeta. 

En cuanto al hecho de establecer pago mínimo con tarjeta, la OCU explica que son los dueños de los negocios los que puede fijar libremente la cantidad mínima, pero que tienen que indicarla en un lugar visible para que el cliente lo vea con antelación. “Si no se indica, el cliente tendrá derecho a pagar con tarjeta, sea la cantidad que sea”. Lo que en ningún caso está permitido, aclara la OCU, es que cobren comisión alguna por utilizar el pago con tarjeta es “ilegal desde septiembre de 2014”.

A pesar de esto, y según detallan desde el blog de Coinc que pertenece a Bankinter, cuando el establecimiento tenga una pegatina en la puerta de Visa O Mastercard deberá admitir sí o sí el pago con tarjeta sin aplicar un importe mínimo, de lo contrario “podrían estar incumpliendo la normativa de Visa o Mastercard, con sus correspondientes consecuencias”