Facebook busca fórmulas para leer la mente del usuario
Facebook lo ha vuelto a hacer. En la última charla de su conferencia anual de desarrolladores - F8 2017- la compañía ha revelado la última innovación en la que está trabajando y con la que sin duda daría pie a una nueva revolución digital. Se trata de unos sensores capaces de descodificar los mensajes que una persona quiera compartir para que estos se escriban directamente en el ordenador, es decir, que se escriban desde el cerebro sin que el usuario tenga que moverse.
La idea parece inalcanzable, pero Regina Dugan, la que fue directora de DARPA -la agencia de investigación del Departamento de Defensa de EEUU-, afirma que se “está más cerca de lo que creen”.
Dugan, que lleva apenas un año trabajando en Facebook, fue la encargada de exponer esta revolucionaria idea en el F8 2017. Una innovación que introducía con una simple frase, que se proyectaba en la pantalla gigante del escenario: “¿Y si pudiéramos escribir directamente desde nuestro cerebro?”. La frase provocó el asombro de los espectadores y que más de uno levantase el teléfono para captar el momento.
El objetivo es conseguir que en dos años una persona pueda escribir 100 palabras por minuto pensando directamente en ello, una velocidad cinco veces superior a la que una persona puede alcanzar con un smartphone. Para ello Facebook ha puesto a trabajar a más de 60 científicos e ingenieros en el Building 8. Se trata del edificio en el que Facebook desarrolla el I + D que no está enfocado a las redes sociales y con el que aspiran a cambiar el mundo.
La tecnología en la que Facebook está investigando no es la de conectar cerebro-máquina, esa ya existe. Dugan mostró un vídeo de una paciente con ELA, que no se podía mover, y que tenía un micro-implante cerebral que le permitía mover el cursor de la pantalla y escribir en el teclado. Lo que busca la compañía es la fórmula para obtener el mismo resultado sin tener que realizar ningún tipo de cirugía.
Un casco, un parche o cualquier otro aparato que se coloque cerca de nuestra cabeza, en la piel o el pelo, donde sea capaz de captar los impulsos neurales del cerebro y transformar el pensamiento seleccionado en un mensaje que se escriba. Sería “como escoger una foto, de entre todas las que tenemos, para compartirla, pues lo mismo solo que con un pensamiento”, explicaba Dugan.
