Premios de la Fundación Mapfre

Un ‘lazarillo’ digital en el teléfono para personas ciegas

La startup chilena Lazarillo ofrece a las personas ciegas o con discapacidad visual una aplicación móvil que les permite buscar lugares y les orientn información auditiva para encontrarlos.

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Imagen de una persona utilizando LazarillApp.
Un ‘lazarillo’ digital en el teléfono para personas ciegas

La revolución digital también ha transformado al lazarillo tradicional. Ahora, en vez de ser una persona o un perro que ayuda a alguien invidente, es una aplicación. Ésta ha sido elaborada por un grupo de emprendedores chilenos que permite a personas con discapacidad visual moverse por la ciudad y ha sido elegida como una de las finalistas de los premios de la Fundación Mapfre a la innovación social.

Su creador, el chileno René Espinoza, definió su aplicación como “un Waze o Google Maps de información auditiva”, un servicio de búsqueda y localización de lugares adaptado a la discapacidad visual, que traduce la información de estos servicios para configurar un mapa sonoro del mundo, accesible a través de cualquier teléfono.

Cuenta su creador, que ha visitado Madrid invitado por la Fundación Mapfre, que la muerte de su abuela por un cáncer terminal cuando él tenía 13 años le hizo decidirse por diseñar “tecnologías para mejorar la vida de las personas”. Su trabajo con una fundación le permitió conocer a Miguel González, ciego de nacimiento, que le puso sobre la pista de la accesibilidad de aplicaciones móviles. “Con él me di cuenta de que cualquier persona ciega podía utilizar un teléfono inteligente, siempre que la aplicación fuera accesible”, relató Espinoza, consejero delegado de una compañía propiedad de González y en la que trabaja como director de experiencia de usuario.

En las calles y en el interior de los establecimientos

Una vez que el usuario pone en marcha Lazarillo, la aplicación utiliza la información de su ubicación para darle información de los edificios que le rodean y ayudarle a buscar lo que necesite. “La persona puede buscar direcciones o puntos de interés, como bancos o restaurantes, a través de las instrucciones de voz”, explicó Espinoza, que no obstante recordó que su aplicación no reemplaza al bastón ni al perro lazarillo a la hora de moverse por las calles y sortear los obstáculos urbanos. 

La aplicación funciona en 29 países y cinco idiomas: español, inglés, alemán, polaco e indonesio, con otros cinco más en proceso de traducción. En España la utilizan unas 5.000 personas, un número relevante si tenemos en cuenta que la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) cuenta con unos 70.000 afiliados.

Conocida la información exterior, el modelo de negocio de la compañía se basa en incorporar los datos del interior de establecimientos como bancos, museos, centros comerciales o restaurantes, algo que realizan a través de unos dispositivos con tecnología bluetooth (beacons) que localizan el teléfono con la aplicación y dan información del lugar al usuario, como puede ser la localización de los cajeros en un banco o los obstáculos como las escaleras. “La idea es trabajar con empresas a las que les interese la inclusión social, quieran diferenciarse y tomar la iniciativa”, señaló René Espinoza.

En Chile, entidades financieras como el Banco Estado, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Santiago o el festival de música Lollapalooza ya han utilizado sus servicios para permitir la accesibilidad de sus espacios. Con estos dispositivos permiten que la aplicación sea útil no solo para personas con problemas de visión, sino también para aquellas que tengan dificultades de movilidad, ya que el proceso de diseñar itinerarios para ciegos también implica crear rutas accesibles. “También ayudamos a las empresas a tomar decisiones: a una compañía con cien sucursales que quiera hacer un proyecto piloto le podemos decir dónde puede tener mayor impacto”, explicó Espinoza.

La información que generan los usuarios de la aplicación tiene, por otra parte, una relevancia clave para las administraciones municipales, ya que les permite conocer los itinerarios más utilizados por la ciudad de las personas con dificultades de visión. “Así se pueden tomar decisiones sobre dónde poner semáforos con sonido, por ejemplo”, añadió su creador.

Rentabilidad

Lazarillo busca socios en España para hacer accesibles los establecimientos. Esta startup chilena ha conseguido, además, demostrar que el emprendimiento social no está reñido con la rentabilidad, ya que en su tercer año han logrado alcanzar el punto de equilibrio, con una facturación que ya ha superado los 300.000 dólares (264.000 euros). En España, donde además de ser finalistas en los premios de Fundación Mapfre están en conversaciones con la Fundación Tecnología Social, buscan “socios operacionales” para que su aplicación funcione en bancos, fundaciones, museos y centros comerciales de nuestro país.