Aún está por explotar

La mejora del medioambiente es el nuevo nicho para los emprendedores

La mejora y protección del medioambiente se ha convertido en una oportunidad para los emprendedores. Este nicho de mercado está en pleno proceso de desarrollo.

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La mejora del medioambiente es el nuevo nicho para los emprendedores

La mejora y el cuidado del medioambiente es una obligación de todos. Y cada vez son más las instituciones públicas y privadas que se hacen eco de las demandas de la ciudadanía y empiezan a buscar soluciones que ayuden a la protección del medio ambiente. Una búsqueda que pasa por la creación, la innovación y el desarrollo de nuevos productos y servicios. Es decir, por los emprendedores.

La puesta en marcha de nuevas fórmulas que mejoren el medioambiente se ha convertido en una verdadera oportunidad para los autónomos. Un nuevo nicho de mercado que todavía está por explotar y que necesita nuevas ideas. El coordinador del centro de innovación de Ecoembes, The CircularLab, Zacarías Tobardo, aseguró que “necesitábamos innovación” y que, “actualmente, estábamos viviendo en un punto de inflexión para el cuidado del medioambiente: el consumidor lo demanda, las empresas están trabajando en ello y la legislación lo va a requerir de forma obligatoria en unos años. Tenemos que incorporar nuevas innovaciones si queremos conseguir el objetivo”.

Un objetivo final del que se hablaba mucho, pero al que todavía no están llegando los emprendedores. No al menos, de la forma que esperaba Tobardo. “No está siendo fácil encontrar emprendedores o startups. Hemos lanzado convocatorias específicas para ellos pero, por el momento, no tenemos muchas solicitudes que analizar” comentó. No obstante, el coordinador de centro cree que, en un futuro, habrá más pequeños negocios en este sector, creando e innovando nuevos productos.

Todos los actores trabajando por el medioambiente

El espacio que coordina Tobardo, The Circular Lab, es un centro de innovación abierta. Esto quiere decir que en él trabajan todos los actores que intervienen en un campo de actividad, que en este caso particular es el del reciclaje . “Somos un equipo de trabajo compuesto por emprendedores, por  profesionales y técnicos de Ecoembes, empresas y entidades públicas. Además, hay diferentes áreas de trabajo, cada una con un grupo especializado. Haciendo que The Circular Lab sea un punto de encuentro de personas, que están muy preparadas, para desarrollar un proyecto conjunto que facilite el reciclaje y/o que los envases sean más sostenibles”.

El centro, que está situado en La Rioja, se dedica a buscar innovación en todos aquellos aspectos que intervengan en el reciclaje de envases. “Sabemos que estos sólo representan el 8% de los residuos sólidos que se tiran -no trabajan, por ejemplo, con productos textiles, orgánicos o materiales-, pero aún así es un campo de acción muy amplio, que tiene todavía muchos aspectos en los que se pueden mejorar”. Sigue, por tanto, la misma línea de actuación que persigue Ecoembes, una organización medioambiental centrada en coordinar el reciclaje y la recuperación de los envases que se tiran al contenedor amarillo o al plástico.

Para mejorar este campo de actividad, han establecido cuatro áreas de trabajo: smartwaste, para crear formas de gestión inteligente de residuos; ciencia ciudadana, que busca mejorar la implicación ciudadana en el reciclaje; ecodiseño, destinada a crear envases más sostenibles; y emprendimiento, atrayendo y acelerando a las -pocas- startups que existen en el sector.

26 startups aceleradas 

En los más de dos años y medio que lleva funcionando el centro, ya han puesto en marcha más de 150 proyectos, de los cuales -reveló Tobardo-, sólo 26 corresponden a startups. “Nuestro campo de trabajo es muy específico, y no hay mucha gente que esté trabajando en temas de reciclaje o mejora de envases” apuntó.

No obstante, aunque sean pocas la ideas innovadoras de emprendedores que entran al centro, éstas están llegando al objetivo final. “Antes no ocurría pero, ahora, las empresas tienen ese compromiso de mejorar el cuidado del medioambiente y están dispuestas a pagar por las innovaciones. Además, que vayan de nuestra mano, supone una garantía, porque nosotros hacemos muchos pilotos y, cuando se lo ofrecemos a una empresa o entidad pública es porque se obtienen resultados” explicó el coordinador.

Tobardo contó cómo era el proceso que seguían los emprendedores desde que llegaban a The CircularLab, hasta que se pone en marcha el proyecto con ellos. “Ellos llegan y lo que hacemos es iniciar un pequeño proyecto piloto, al que llamamos Fase 1, para comprobar el modelo de negocio y los equipos” explicó. Se trata de un primer contacto importante, pues ellos no son ajenos al proyecto -como puede suceder en una aceleradora-, sino que se involucran y co-desarrollan el producto final. Funcionan a base de contratos en el que el centro puede ser, o bien socio, o bien cliente.

Una vez que comprueban que, efectivamente funciona, pasan a una Fase 2 y luego a una Fase 3, que consiste en la asignación  de proyectos más grandes. “Date cuenta que nosotros estamos en contacto con los más de 8.000 ayuntamientos, las 12.000 empresas envasadoras y con toda la ciudadanía. Y si nos gusta y sirve el proyecto, vamos a ayudar a escalarlo. Tenemos un ecosistema que nos permite llevar a la realidad, la innovación desarrollada” aseguró Tobardo.

¿Cómo están mejorando los emprendedores el medioambiente?

Por último, el coordinador de The CircularLab expuso una serie de ejemplos sobre cómo los emprendedores están ayudando a mejorar el medioambiente. Son una serie de proyectos que surgen desde el centro de innovación pero que, en algún momento de su desarrollo, han necesitado la colaboración de los emprendedores: “sería inviable que una pequeña empresa llevase acabo alguno de estos proyectos, porque son muy complejos. Pero es cierto que, para su puesta en marcha, hemos necesitado la colaboración necesaria de estos emprendedores”.

Uno de ellos es Packaging Circular Design (PackCD), una herramienta que establece cómo es de sostenible un envase o no. Lo hace a través de unas etiquetas como las de eficiencia energética que llevan los electrodomésticos. “Este proyecto tiene muchas partes y en una de ellas, hemos trabajando con una startup, que nos ha ayudado a crear la interfaz para preguntar a las empresas cómo eran los envases que utilizaban”.

También destacó el proyecto Reciclaje 5.0 del área de ciencia ciudadana en el que, a través de una moneda inventada, llamada ‘Reciclo’, el ciudadano obtiene una serie de recompensas ambientales por reciclar. Este proyecto está siendo probado en Barcelona y en algunas universidad. "Para gestionar la parte de la moneda virtual, con el uso de la tecnología Blockchain, hemos trabajado con una pequeña empresa tecnológica”.

Y, en la parte de smartwaste, están actualmente trabajando en la creación de una base de datos para estudiar todas las rutas que hacen los camiones para llegar a los contenedores de basura, para intentar hacer más eficiente el sistema de recogida. Para conseguir, por ejemplo, que las rutas sean más eficientes están colaborando un un pequeño negocio que les ayude a diseñar el recorrido más óptimo. 

Por último, el experto en innovación y reciclaje, hizo hincapié en la necesidad que hay aún de trabajar en " innovación y  economía circular. Todavía queda mucho por hacer. Estamos aún en una fase inicial, y hay que ir marcando cada vez más objetivos para avanzar".