Los clientes optarán por coches más baratos y más viejos

La compra y venta de vehículos usados puede tener un futuro muy complicado

Se abre un periodo de incertidumbre para el vehículo usado. Sus profesionales auguran un futuro muy complicado para sus negocios y avisan de que la crisis económica llevará a los clientes a optar por vehículos más baratos y más viejos.
La compra y venta de vehículos usados puede tener un futuro muy complicado

Si las marcas de automóviles y las patronales del sector no ven muy claro el futuro de la venta de vehículos tras el coronavirus, los autónomos que se dedican en exclusiva a la venta de vehículos usados, se encuentran ante retos quizá mayores. Vislumbran una salida a esta crisis con muchas mayores dificultades que los grandes grupos de concesionarios oficiales o las marcas.

La facilidad en el crédito será imprescindible

José Luis Arribas es gerente de Lemon Traders, un negocio de coches usados ubicado en Aravaca, al noroeste de Madrid; y Daniel Rodríguez, es gerente de Autoferbar, uno de los grandes en la distribución de vehículos de ocasión de San Sebastián de los Reyes, también en Madrid. Aunque sus tamaños son muy diferentes, sus miedos son similares y sus expectativas parecidas.

Piensan que las ayudas a la compra de vehículos que las patronales Anfac y Faconauto han solicitado al Gobierno para revitalizar el sector del automóvil, les pueden beneficiar también pero de una manera muy indirecta. Saben que estas ayudas son imprescindibles y que la reactivación del sector mismo se ralentizaría mucho sin ellas, poniendo en verdadero peligro los puestos de trabajo e incluso la supervivencia de las empresas. Consideran que, aunque estas ayudas no irán directamente al mercado en donde estos dos autónomos operan, la reactivación del sector del coche nuevo acabará influyendo beneficiosamente en el usado.

El usado barato y antiguo, objetivo preferente de los clientes

José Luis Arribas y Daniel Rodríguez están seguros de que sus negocios se van a ver seriamente afectados en esta crisis. Hay un motivo claro: el aumento del paro. Mucha gente puede perder sus empleos en esta fase post coronavirus, lo que les impedirá acceder, no digamos ya al crédito, sino a la liquidez necesaria  para la adquisición de un vehículo, lo que sin duda, hará menguar un mercado que ya de por sí se encontraba en una fase de contracción desde hace un tiempo. Quien necesite imperiosamente un coche o una furgoneta, lo comprará, pero buscará precios baratos y, por tanto, automóviles más viejos, que ya en la actualidad no son fáciles de encontrar. Los precios tenderán al alza en este segmento de usados, pero aún así, los beneficios serán escasos.

Sin embargo, Daniel Rodríguez confía en que los intereses de los créditos se mantengan bajos, lo que podría ayudar a la recuperación de las ventas. Al menos para quienes conserven su empleo y puedan acceder a ellos.

Desde luego, la salida de la crisis se espera larga y lenta, obligando a depreciar el stock existente para facilitar su venta, como una reacción en cascada de la bajada de precios que se espera por parte de los concesionarios y marcas en la inmensa cantidad de vehículos auto matriculados, seminuevos y de kilómetro 0 en existencias.

Toda esta parte del sector -concesionarios oficiales, marcas y vendedores de vehículos usados- van a ver mermados sus beneficios en un porcentaje elevado que, en el caso de pequeños negocios será más grave, pero en el caso de empresas más grandes como Autoferbar -con más de 1.000 vehículos usados en stock- requerirá de mucho tiento, mucho músculo para soportarlo y para mantener los puestos de trabajo intactos.

El coche ECO puede dejar de ser una opción por su precio  

Por otro lado, José Luis Arribas incidió en las leyes antcontaminación de las grandes ciudades. Desde hace tiempo, el cliente sufría un problema de gran indecisión a la hora de elegir vehículo por la variedad de oferta existente: gasolina, diesel, híbrido, eléctrico. Y eso estaba también ocurriendo en el sector del vehículo usado, donde el híbrido convencional y el enchufable estaban empezando a hacerse un hueco. Sin embargo, los elevados precios de estos coches, y teniendo en cuenta la nueva situación económica del país, puede que dejen de ser una opción de compra para el cliente medio, sobre todo para aquel que se encuentra en pequeñas ciudades, lejos de las normativas anticontaminación y de la nueva realidad de movilidad urbana (carsharing, zonas de bajas emisiones, motocicletas y patinetes eléctricos, etc.). Estas ciudades pequeñas en las que las normativas anteriores no rigen, serán el mercado ideal para ese coche de ocasión antiguo y barato que se prevé sea la principal venta en un futuro próximo.

Y aquí hay otro temor, el florecimiento de un submundo paralelo de vendedores sin ninguna garantía ni cobertura legal que copen el mercado de ese coche de bastantes años y de un precio de hasta 2.000/ 3.000 euros, que hoy existe pero que se restringe a un cliente muy concreto.

Estos profesionales de la compra y venta de coche usado han adoptado todas las medidas sanitarias que ha recomendado el Gobierno, como la cita previa, mamparas, mascarillas, guantes, geles hiroalcohólicos, desinfección de los coches antes y después de cada prueba por parte de los clientes. Lemon Traders y Autoferbar entienden que es un sobrecoste que la empresa debe asumir para salvaguardar la salud, tanto de sus trabajadores como de sus clientes, y que será imprescindible para el retorno a la normalidad.