Eso está retrasando las ventas

El Plan Renove no está publicado en el BOE ni los fondos para las ayudas

El plan Renove es, junto a la segunda edición del Moves, parte del nuevo Plan de Impulso para la Automoción. Su falta de publicación en el BOE está retrasando la ventas, pues aunque hay clientes que se acercan hasta los concesionarios, éstos aún no pueden adquirir ningún vehículo. 

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El Plan Renove no está publicado en el BOE ni los fondos para las ayudas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció hace unos días el Plan de Impulso de la Cadena de Valor de la industria de Automoción.  Una estrategia muy reclamada por el sector y con la que el Ejecutivo pretendía animar las ventas de vehículos para paliar los daños en una industria, que se ha visto tremendamente afectada por la pandemia. 

En un primer momento, el Plan fue muy buen recibido por la mayoría de los sectores. Sobre todo porque incluía una serie de ayudas para que tanto autónomos, como particulares y empresas, pudieran adquirir un nuevo vehículo y/o auto-matriculados desde el pasado 1 de enero. Se trata de una media que podría haber estimulado la demanda, si no fuera porque Gobierno decidió dividir el Plan en dos: la segunda edición del Moves y el llamado plan Renove.

Una decisión que, según comentan diferentes concesionarios de Madrid, está provocando que la gente no tenga nada claro a qué plan tienen que acogerse. Opinan que hubiera sido más sencillo establecer un sólo plan de cara a que el cliente tuviera las cosas más fáciles. Además, el hecho de coexistir dos planes incompatibles entre sí, aún lo complica más.

Asimismo, los diferentes concesionarios consultados inciden que el cliente pregunta mucho, aunque por el momento esas consultas no se han transformado operaciones de venta reales. Lo que sí se ha detectado es  que hay un especial interés por los coches eléctricos. 

Ya no es un plan, son dos

El Plan de Impulso de la Cadena de Valor de la industria de Automoción queda entonces divido en dos. En primer lugar está el plan Moves II, que depende del Ministerio de Transición Ecológica.

Lo único que destaca de él fue que el Ejecutivo aumentó su partida económica, pasando de 65 millones de euros en el Moves I a 100 millones de euros en el Moves II.  Por lo demás, el resto del plan se mantiene  y son las comunidades autónomas las encargadas de gestionarlo y de proporcionar las ayudas. 

En segundo lugar está plan Renove. De éste no hay una primera edición, aunque los fundamentos se conocen por planes anteriores muy parecidos. Contará con un presupuesto de 230 millones de euros para turismos y furgonetas y ofrece ayudas que van desde los 800 a los 5.500 euros. Incluyendo coches diésel, gasolina, híbridos, híbridos enchufables y eléctricos. Para optar a las ayudas hay que entregar un coche de más de 10 años para su achatarramiento o de siete si son furgonetas.

No está publicado en el BOE

Aparte de la dificultad para saber a qué plan optar, la estrategia del Gobierno para el sector de la automoción tiene otro problema y es que está incompleta. O, dicho de otra forma, el plan Renove aún no ha sido publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), como sí ocurre con el Moves II.

Desde el Ministerio de Industria señalan que saben cuándo se van a aprobar dichas ayudas que, según el Gobierno, irán con cargo a déficit. Es decir, que se asociarían a la llegada de la ayuda de la Unión Europea a España para la reconstrucción, que todavía no ha sido aprobada por los Estados miembros, a pesar de que este plan debía de tener presupuesto en junio.

Esto está provocando que el cliente que va a un concesionario preguntando por las ayudas del plan Renove se encuentra con que le pueden tramitar el pedido, pero explican que no saben cuándo se aprobarán las mismas. “Nosotros no podemos asumir el pago por adelantado de las ayudas del Renove a los clientes. La idea es que, una vez aprobadas, el cliente reciba la ayuda del Estado o la comunidad autónoma y se tramita el contrato de compraventa”, explicó Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, la asociación que reúne a los concesionarios.

Confusión ante las ayudas

Esto convierte una noticia positiva, la de las ayudas como estímulo de la compra, en todo lo contrario: “se puede dar el caso de que al no estar las ayudas el cliente decida esperar, con lo que retrasa la venta”, explica Pérez. Pero también puede que el cliente no quiera esperar y se pierda la venta.

A ello hay que añadir la confusión que supone tener dos planes de ayudas que, en parte, se canibalizan por incompatibles. El Plan Moves II va destinado a las ayudas a los vehículos de cero (o bajas) emisiones, como son los de hidrógeno, eléctricos puros e híbridos enchufables. El Plan Renove incluye todo tipo de tecnologías, incluido el diésel, como ya dijimos antes.

Ahora bien, al ser, en principio, planes diferentes (a falta de que oficialmente el plan Renove se conozca), los requisitos y los importes a percibir van a diferir. Por ejemplo, si elegimos un coche nuevo que sea eléctrico puro, la máxima subvención será de 6.500 euros. Si elige el plan Moves II, la ayuda es de 5.500 euros que pone el Gobierno, más 1.000 euros adicionales que aporta la marca de coches. Pero si elige el plan Renove la ayuda máxima sería de 5.000 euros (4.000 del Estado y 1.000 de la marca y, además, habría que entregar un coche de más de 10 años).  En este caso, interesa más acogerse al plan Moves II.

Sin embargo, si optamos por un híbrido enchufable, podría ser diferente. El plan Moves II otorga a los híbridos enchufables con más de 90 km de autonomía eléctrica 6.500 euros de ayuda, la misma cuantía que a los eléctricos puros. Estos modelos son muy escasos en el mercado, ya que la mayoría de los híbridos enchufables oscila entre 30 km y 80 km de autonomía eléctrica. En este caso, el plan Moves II ofrece entre 1.900 y 2.600 euros de ayuda. Así, en el plan Renove, los híbridos enchufables que tengan la etiqueta cero emisiones (más de 40 km de autonomía eléctrica) serán bonificados con 5.000 euros. Complicado de explicar para los profesionales y aún más de entender para los clientes.

Lo que sí tienen en común ambos planes es la obligatoriedad de tener que tributar las ayudas en la declaración de Hacienda del año que viene. Por lo que es necesario hacer cuentas y ver si los 400 euros que da el Estado de ayuda para comprar un diésel nuevo -en el caso de acceder a la menor cuantía de aportación (a los que se sumarían 400 euros más del concesionario que no se tributan)- pueden salir caros si eleva el tramo de IRPF. No digamos ya los 4000 de la máxima aportación del Estado.