Con gimnasio, teatro, piscina, bar, restaurantes...

Dos amigos crean un resort caribeño en el centro de Madrid

Un lugar en el que encuentres “todo lo que necesitas para sentirte bien”. Este es el Gymage, el proyecto de dos amigos que va camino de la internacionalización.

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Carmine D'Anna (izquierda), Javier Cid, de Alentia (Centro) y Carlos Engidanos, (izquierda).
Dos amigos crean un resort caribeño en el centro de Madrid

“Era muy difícil. Nadie quería apoyar a alguien tan joven”. Estas son las palabras de Carlos Engidanos, creador de la marca Gymage, bajo los focos del teatro del resort urbano que, junto a su socio y amigo Carmine D'Anna, ha creado.

Estos jóvenes emprendedores querían poner en el centro de Madrid un resort del caribe. Dicho y hecho. Los antiguos cines Luna fueron la localización escogida por Engidanos, en pleno barrio de Malasaña y a un paso de la Gran Vía madrileña, para dar vida al que fue su proyecto de fin de estudios y que se ha acabado convirtiendo en “en un proyecto de vida". Un edificio de cuatro plantas y un sótano que albergan, en palabras de su creador, “lo mejor de un hotel, lo mejor de un restaurante y lo mejor de un gimnasio”.

Pero antes de convertir Gymage en el resort urbano que es ahora, había que reconstruir el edificio, diseñar los espacios y poner en orden todas las licencias. “No hubo manera de conseguir crédito” ha afirmado Engidanos, así que tuvieron que acudir a amigos y familiares, hasta al final conseguir los 280.000 € con los que empezaron.

Y empezaron construyendo la casa por el tejado, porque lo primero que montaron fue la terraza. “Tuvimos que subir todos los elementos de la terraza a pulso por la escalera, porque el ascensor no funcionaba” ha explicado Carmine DÁnna, director de restauración, quien no tuvo “ninguna duda” en sumarse al negocio de su amigo en cuanto vio el proyecto y la localización que tenía.

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Un emplazamiento que diariamente personas de todas las edades observan desde la azotea tras haber hecho previamente una cola de entre 30 o 40 minutos. Estos emprendedores reconocen que esta terraza es el pulmón del negocio, además “dependiendo de la hora tenemos un público u otro, con un ambiente más familiar por la tarde y otro ambiente más canalla por la noche” ha puntualizado Carmine D'Anna.

Mens sana, in corpore sano

Una de las características que más destacan los socios y fundadores de Gymage es que se trata de un modelo de negocio en el que se ha conseguido incluir en el mismo espacio la “parte de cuidarse y de más de ocio”. Ambas, forman parte de la propia marca, incluso en el nombre: gym (gimnasio, en español) e image (imagen, en español).

Por eso, tras la instalación de la terraza, el gimnasio fue el segundo negocio que empezaron a montar y, al igual que la vez anterior, tuvieron que subir toda la maquina a pulso por las escaleras. “Los socios del gimnasio se han convertido en nuestra familia”, ha asegurado Engidanos. Después de cuatro años han cambiado las máquinas y han instalado unas de último modelo, gracias al acuerdo con una empresa que utiliza el espacio como showroom. “Puedes entrenar con césped y luz natura, parece que estás entrenando en el mismo retiro” añade su socio.

Aparte del gimnasio, en el sótano este resort urbano tiene otro espacio dedicado al entrenamiento y al cuidado. “Hemos creado un crossfit de película, en el que incluso se ha utilizado para grabar series de televisión”.

16 negocios en un edificio

“Queríamos hacer un duty-free como en los aeropuertos” explica Carlos Engidanos. Razón por la que en Gymage se pueden encontrar hasta 16 vías de negocio entre las que se incluyen: peluquería, restauración, comercio, estética, nutricionistas…

Asimismo, Engidanos destaca que “Todos los negocios son igual de importantes para nosotros y todos pertenecen a Gymage. Para nosotros es muy importante que sean nuestros peluqueros porque así pueden vender en dinner show, igual que un camarero o el que está en la tienda”. El objetivo es que los negocios se retroalimenten entre ellos.

Todo ello con el objetivo de tener en un mismo espacio todo lo que uno de sus clientes pueda necesitar para “que se puedan montar su propia experiencia, dentro de nuestro universo”. Un universo, un modelo de negocio de encontrar con la inversión que necesitan quieren llevar a Ibiza, a Barcelona, a Miami, a Las Vegas. “Porque desde que empezamos en esto pensamos en que fuera global, pero siempre actuando local”.