En un año han aumentado su facturación un 67%

Dos amigos de Huesca venden disfraces a 32 países desde su tienda online 

Los disfraces de la saga Star Wars, de la serie La Casa de Papel o de Papá Noel son algunos de los productos estrella de Funidelia. Una tienda online que está presente en 32 países y que fue puesta en marcha en 2011 por dos amigos de Huesca, porque estaban casados de sus antiguos trabajos y el sector les resultaba interesante. 

funiglobal-disfraces
Dos amigos de Huesca venden disfraces a 32 países desde su tienda online 

Hace siete años, dos amigos de Huesca, cansados de su día a día en el trabajo, decidieron juntarse para emprender y montar una tienda online. Tras escuchar diferentes experiencias y realizar varios estudios de mercado, llegaron a la conclusión de que los disfraces era un sector muy interesante todavía por explotar.  De esta manera, los oscenses Toño Escartín y Carlos Larraz se lanzaron a la aventura y montaron Funidelia, una tienda online de disfraces que acaba de recibir el premio Pyme del Año, que otorga la Cámara de Comercio de Zaragoza y Banco Santander.

Lo que empezó siendo una aventura se ha convertido en un negocio rentable, pues Funidelia está presente actualmente en 32 países entre Europa, Asia y América, tiene a trabajadores atendiendo a los consumidores en catorce idiomas diferentes, y posee cuatro almacenes repartidos por Europa en los que guardan los 60.000 referentes de su catálogo para luego enviarlos a los clientes, en su mayoría extranjeros, ya que las exportaciones superan el 80 % de las ventas.

Sin embargo, el origen de esta compañía es mucho más modesto. En 2011, Escartín y Larraz contactaron con una empresa de Huesca, "con la tienda de disfraces de toda la vida" según ha explicado Escartín, el director de negocio de Funidelia a EFE, que les apoyó y les dejó subir su catálogo, les presentó a sus proveedores y le dejó un espacio para trabajar en la propia tienda. De esa tienda de Huesca, Funidelia se ha mudado a una amplia oficina en pleno centro de Zaragoza, dónde unas 60 personas gestionan la web rodeados de máscaras y muñecos de Star Wars, Spiderman y otros seres animados, aunque están inmersos en "análisis de datos y matemáticas". Aspectos básicos, a juicio del fundador, para que funcione el negocio.

La juventud reina en la sede de la compañía, lo que implica que "la mayor parte de los trabajadores no tienen experiencia previa", ha reconocido Escartín. Quien ve ésto como una ventaja porque les permite tener perfiles "con muchas ganas, con mucha iniciativa y con ideas frescas que reman en una misma dirección" para conseguir la meta principal de la empresa: crecer. En el último ejercicio, Funidelia abrió web en catorce países nuevos e incrementó un 67 % su facturación, una cifra algo menor a la de otros años, para asentar un "crecimiento sostenible".

Combatir los problemas con tecnología

El secreto de su éxito, insiste uno de sus fundadores, consiste en fijarse "objetivos muy ambiciosos" cada año y que toda la plantilla trabaje con ese objetivo en mente. A lo que hay que sumar el medio millón de euros que invirtieron en innovación en el ejercicio pasado. Esta apuesta, explica Escartín, viene por la necesidad de "estar constantemente reinventando la manera de aproximarnos a los problemas de este sector tradicional que hay que atacar desde la innovación".

La estacionalidad es uno de los principales problemas que afronta el sector, ya que alrededor del 50 % de las ventas de Funidelia se producen en Carnaval, cuando alcanzan los 22.000 pedidos en un día (este año esperan llegar a los 40.000), frente a los 1.000  diarios que gestionan en "temporada baja". También son muchos los niños que quieren ser Papá Noel por un día y, por eso, diciembre se convierte en otro de los meses clave en este negocio, junto con Halloween, que va aumentando en importancia conforme la empresa entra en mercados donde esta fiesta está más asentada.

Hay algunos disfraces que no pueden faltar nunca en los almacenes, como son los personajes de Star Wars, los dibujos animados o, este año, el mono rojo y la careta de Dalí con los que los atracadores de La Casa de Papel asaltan la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en la televisión. Funidelia vende también artículos para decoración de fiesta y productos de merchandising.

Además la compañía está empezando a fabricar sus propios disfraces, lo que el responsable de negocio ve como "una buena manera de defendernos de la competencia" porque, en definitiva, el producto "no lo puede tener nadie más". De cara al futuro, además de crear sus propios Pitufos o fantasmas de PacMan, Funidelia se prepara para optimizar su departamento de marketing y la gestión de los números con vistas al objetivo final que les ha caracterizado desde su fundación: crecer y crecer.