Una startup sevillana

Casas inteligentes españolas que compiten con Alexa de Amazon

Desarrollar y aplicar la Inteligencia Artificial para crear una casa inteligente que todo el mundo pueda utilizar, incluso las personas mayores. Este es el negocio de una startup sevillana, que compite con Alexa de Amazon en el mercado de las smarthome.  

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Imagen de un kit de Smart Lot Labs.
Casas inteligentes españolas que compiten con Alexa de Amazon

Tres emprendedores sevillanos han roto con la imagen que mucha gente tenía en la cabeza de lo que era una casa inteligente, con todo conectado, robotizado y lleno de pantallas. De hecho, para los fundadores de Smart IoT Labs las casas inteligentes o smarthomes no difieren de un hogar normal. “Nos gustaría que nadie se diese cuenta de que la casa es inteligente. Nuestra visión no es meter tecnología porque sí como hacen muchas empresas del sector, que se empeña en automatizar y digitalizar procesos con los que la gente ya se siente cómoda” explicó José Murillo, CEO y socio co-fundador de la startup.

Encender las luces o levantar las persianas desde el móvil es algo que ya no nos sorprende. “Además la gente se siente cómoda levantándose y dándole al interruptor. O subiendo la persiana de forma manual nada más levantarse de la cama. No hay que obsesionarse con cambiar eso y llevarlo al móvil o a un altavoz inteligente como Alexa de Amazon o Google Home”.

Esta visión de instalar la tecnología en los hogares de forma natural y “transparente” es la que ha guiado a los emprendedores: “Teníamos que buscar la forma de meter la Inteligencia Artificial dentro de la casa para que aprendiese de sus habitantes y empezara a replicar esas rutinas de forma autónoma” detalló Murillo.  

Para ello necesitaban desarrollar unos sensores que “serían los sentidos de la casa”, que recogerían todos los datos y aprenderían cómo se mueve la gente, cómo actúa con las luces o con las ventanas. De tal forma que una persona que “entra en su casa, sube las escaleras y va a un dormitorio, la casa va aprendiendo dónde quiere ir y encienda la luz. Que se anticipe de forma inteligente y vaya manejando los aparatos” reveló el CEO. Asimismo, la casa puede enviar notificaciones a sus inquilinos si hay luz encendida o un aparato enchufado cuando se marchen de casa. Un sistema que sirve para “aquellas personas mayores que vivan solas. Porque si son las 10 de la mañana y no se ha levantado de la cama, y la casa sabe que todos los días esa persona se despierta a las 9, puede alertar a algún familiar”.

"Nuestra visión es que la casa actúe como un mayordomo virtual al que tú le das responsabilidades”. La idea de Smart loT Labs puede aplicar más de 30 funciones, aunque de momento sólo van a sacar cuatro en mayo al mercado. Éstas han sido seleccionadas por los propios usuarios a través de una encuesta.

Aunque, para poner en marcha estas funciones en una casa, los dueños deberán comprar uno de los kits. Murillo afirmó que intentarían bajar el coste lo máximo posible “porque nuestro modelo de negocio es cobrar al usuario por lo servicios que quieran, no por el hardware. Los kits para hacer una casa inteligente de Smart IoT Labs tendrán un coste de entre 250 y 300 euros y constarán de aparto principal “que será el cerebro y en donde se encuentra la Inteligencia Artificial. Esto hará que todos los datos que recopile la casa, que son muy íntimos, no salgan de la casa". También incluirá tres tipos de sensores: uno muy pequeño -como el de una alarma- que irá pegado a la pared en cada habitación, otro en el cuadro eléctrico que recogerá la actividad de los electrodomésticos y dispositivos conectados, y luego tres smartracks que posicionarán a la gente en la medida que se vayan moviendo por la casa.

Con estas cuatro funciones y este kit, Smart IoT Labs se presentó en Las Vegas en una de las ferias más importantes de consumo electrónico para el hogar: el Consumer Electronics Show (CES). “Íbamos un poco a aprender, y hemos vuelto abrumados por toda la gente que ha venido a vernos y con un feedback muy positivo de que les gusta nuestra casa inteligente, especialmente por el tema de la privacidad”.

La idea por el tejado

Para poner en marcha este negocio, los emprendedores empezaron por el tejado, es decir, empezaron creando una empresa sin tener ni si quiera una idea de a lo que se iban a dedicar. “Alquilé la oficina con el primer socio - Valentín Rangel-, nos sentamos el primer día y todavía no sabíamos lo que íbamos a hacer”. Lo único que sabía, detalló Murillo, es que quería emprender. Él que se había empapado de la cultura emprendedora estadounidense y que en 2001 vivió de cerca el boom de las empresas.com, describe la oportunidad de negocio que vio en la Inteligencia Artificial y en la Tecnología de las Cosas “como alguien que vio internet los primeros años. El problema no era qué hacer, sino por dónde empezar”. Y comenzaron, después de un mes y medio de análisis, por las smarthomes.

En 2017 crearon la empresa y empezaron a desarrollar los prototipos -con su tercer socio Jesús González-. A principios de 2018 comprobaron la viabilidad de sus prototipos y de su negocio para acabar el año ampliando el equipo. A día de hoy son 13 personas contratadas por la startup. En 2019 han terminado de desarrollar el producto y esperan en mayo sacarlo al mercado.

Durante estos dos años, el proyecto se ha financiado con los ingresos propios de todos los socios que han invertido aproximadamente 500.000 euros en el proyecto. “Hemos hecho las cosas al revés. En lugar de empezar con 20 años e ir haciendo pequeños proyectos…Yo he preferido ahorrar toda mi vida para invertirlo en un proyecto, porque sabía que iba a acabar emprendiendo. Ahora, aunque ha sido difícil, estos ahorros nos han permitido a los socios no cobrar y poder contratar gente”.

Smart Lot Labs ha terminado su etapa de desarrollo y está en búsqueda de financiación externa. Se han encontrado con dos sorpresas, la primera es que hay dinero. “Hace cinco meses salimos a buscar inversiones y nos encontramos con que había dinero. Para mí los fondos de capital riesgo y los business angels eran algo desconocido” dice Murillo. Lo segundo, es que esta inversiones están muy dirigidas a startups clásicas y a los inversores les cuesta apostar en cuanto te sales del papel de “fabricas un producto, eres internacional y quieres competir contra Google o Amazon”.

Smart Lot Labs no es un negocio al uso

Estos emprendedores sevillanos han puesto un marcha un negocio tecnológico nuevo, siguiendo un camino completamente distinto al habitual con una estructura y un modus operandi alejado del modelo tradicional de negocio. La oficina de Smart Lot Labs se encuentra en una casa familiar -llena de sensores- de un tranquilo pueblo sevillano, dónde sus empleados trabajan en un entorno de colaboración, dónde no hay horarios.

Los empleados apuestan por el proyecto, de hecho según reveló el CEO, este último año muchos de los trabajadores que entraron prefirieron no cobrar a cambio de participar en la empresa. “Tenemos modelo de negocio muy americano de compartir el riesgo y el éxito con los trabajadores”, una forma de trabajar que no ha sido desde el punto de vista jurídico fácil encajarla en el sistema laboral. Éste es precisamente una de las trabas al emprendimiento que identifica Murillo. Afirmó que se gastaron unos 30.000 euros en gestorías y abogados para adaptar su forma de trabajo.

Asimismo, otro de los pasos que Murillo destaca a la hora de poner en marcha la startup fue la construcción del equipo: “Nos fuimos a la Universidad en busca de gente con aptitud emprendedora y ganas de trabajar en equipo, más que gente formada. Y nos encontramos con muy poca gente apasionada”. Aquí tuvieron mucha gente pues una de las oficinas de Intel de Sevilla cerró y pudieron coger a muchos de sus trabajadores “que era gente muy buena y con muchísimo talento”.