El caso de 'Entre libros'

La difícil situación que atraviesan las pequeñas librerías en la España Vaciada

Algunas pequeñas librerías se enfrentan a un doble reto: el auge del libro digital, y el hecho de que desarrollan su actividad en localidades de la España Vaciada. Es el caso de 'Entre libros', que tuvo que adaptarse buscando otras actividades. 

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La difícil situación que atraviesan las pequeñas librerías en la España Vaciada

Las pequeñas librerías están pasando por un mal momento. Según cifras del observatorio de la librería, publicadas en octubre de 2019,  las empresas especializadas en la venta de libros al por menor disminuyeron  un 0,9% respecto al año anterior. 

 El sector se enfrenta a retos muy difíciles. La situación es todavía más compleja en la España vaciada, que además de lidiar con el comercio online, debe hacer frente a otros factores como el desempleo y la despoblación. La supervivencia de las librerías es, por tanto, más acuciante si cabe en el ámbito rural. Y eso lo saben bien los libreros, que día sí y día también buscan alternativas para subsistir en un entorno alejado de grandes presentaciones de libros y con un ocio más limitado que en una gran ciudad.  Es el caso de Javier Soler, autónomo y gerente de la librería 'Entre libros' ubicada en Linares, localidad de Jaen. 

Esta pequeña librería, como la inmensa mayoría, ha tenido que adaptarse a la evolución en el sector en una localidad, Linares, que, si bien no es rural, sino un enclave industrial, ha visto que en los últimos años el paro se ha cebado con la población y se ha encontrado con los mismos desafíos que cualquier localidad de la España Vaciada:  la baja natalidad, el envejecimiento poblacional y la fuga de jóvenes a grandes ciudades.

El Instituto Nacional de Estadística cifró para el 2018 una tasa de paro del 32,8 % en el municipio, lo que sitúa a Linares en el puesto más alto de todas las localidades españolas según los datos de «Indicadores urbanos 2019», que analizan la situación socioeconómica de aquellas poblaciones superiores a 20.000 habitantes. Debido a ello, sólo en los últimos años, la localidad ha perdido el 6 % de habitantes.

El desempleo y la venta online: dos desafíos para Entre Libros

Pese a los datos, la librería de Javier Soler sigue siendo un elemento indispensable para la cultura y el ocio local de la ciudad jienense desde que en 1987 abriera sus puertas como papelería de barrio que también vendía libros. Ello supuso para él y su equipo, formado por tres personas, un "gran aprendizaje".

El cambio vino después, en 1996, cuando cambiaron de local y abrieron Entre Libros. "A pesar de la incertidumbre que suponen los comienzos, nos sorprendió ver que dominábamos el sector mejor de lo que imaginábamos y a menudo recibíamos felicitaciones por parte de los clientes. Fue un comienzo lleno de entusiasmo y de deudas, claro, si bien corrían unos tiempos distintos y las ventas crecían constantemente. Por eso, la cuestión económica se pudo capear de manera satisfactoria".

Aun con la crisis y la amenaza de las grandes plataformas como Amazon que concentran buena parte de la demanda actual, Soler explicó que su visión de negocio es positiva: "Si miramos hacia atrás, en general nos ha ido bien, pero hubo unos años, entre 2011 y 2014, en los que la crisis económica se sumó a la crisis del libro. Con el crecimiento de la venta online y el libro digital, las ventas disminuyeron de forma drástica hasta rozar el 50 %. En estas circunstancias sólo quedaba trabajar duro y tomar medidas para conseguir mantenernos a flote".

Nunca pensaron en echar el cierre ni en cambiar de ciudad, pese a que saben que, "con la misma infraestructura, en otra ciudad, la librería podría ser más rentable". Sin embargo, Soler y su equipo siempre lo han tenido muy claro: "ser librero tiene mucho de vocación, de oficio, es importante conocer el lugar en el que te mueves. La proyección que tiene una librería sobre su entorno, sobre la vida social, sobre los lectores es decisiva. Es primordial que la gente se reconozca en tu librería. Creo que es en Linares donde debe estar mi librería, aquí estoy en casa".

Pero sí tuvieron que adaptarse a las nuevas circunstancias: "Durante la crisis tuvimos que reducir personal y el espacio de la librería y revisar con lupa todos los gastos".

Porque, como las de muchos municipios, las empresas linarenses están afrontando los nuevos retos económicos y sociales de la localidad apoyando el comercio local y trabajando en la concienciación. Y esto lo están percibiendo los vecinos. "Linares atraviesa una situación dramática y las circunstancias del comercio en general son complicadas. Sin embargo, esto ha provocado una toma de conciencia de la población, que en los últimos tiempos apuesta por el comercio local y valora el esfuerzo que se está haciendo por parte de los comerciantes como colectivo".

Comercio online vs contacto con el lector

El comercio online puede ser un elemento interesante, pero también "está suponiendo una presión bastante incomoda. Tenemos la sensación de que no podemos bajar la guardia y mantenemos un ritmo muy alto de trabajo, es una competencia muy agresiva, ya que tienen muchos medios a su favor. Esto puede pasarnos factura, es difícil mantener este ritmo durante un tiempo prolongado. Por otra parte, si conseguimos mantener el contacto con los lectores, siempre tendremos ese punto a nuestro favor".

Ese es el quid de la cuestión: el contacto con los lectores. En el XVI Congreso de Librerías, organizado por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (GEGAL), se habló de la 'batalla digital', un término con el que desde el sector se quiere revitalizar portales como Todostuslibros.com para convertirlo en centro de comunicación entre el lector y el librero, como modo de hacer frente a gigantes como Amazon. Porque negar la importancia del comercio online en estos tiempos es imposible. El porcentaje de venta online con respecto a la facturación total de las librerías fue de un 11 % en 2017, según datos del 'Observatorio de las librerías'.

Compaginar la venta de libros con otras actividades

Compaginar la venta de libros con otras actividades, es la receta que emplean la mayoría de las librerías en la actualidad. La clave está en convertirse no sólo en un punto de encuentro de los bibliófilos, sino también en un lugar de referencia para el disfrute de actividades ligadas al sector del libro y la cultura. Por eso, Entre Libros se ha adaptado a los nuevos tiempos para convertirse también en referente sociocultural del municipio. "Siempre fuimos muy inquietos y desde el comienzo hemos tenido una gran oferta de actividades culturales. Al final, es cierto, somos un referente cultural en la ciudad, que está presente en la vida social".

La librería ofrece un abanico variado de actividades para complementar el ocio local y dinamizar la lectura, aunque las más destacadas son las infantiles: "Las actividades más agradecidas son las enfocadas a público infantil, pues suele haber lleno total, pero en general todas son bien recibidas, aunque no siempre la asistencia es masiva. También son muy valoradas las actividades que hacemos en institutos para el público adolescente, acercar a los jóvenes a la lectura es una labor ardua, pero muy interesante y gratificante".

Es lo que han hecho muchas librerías del país para poder subsistir. Pero no deja de ser un trabajo agotador. "Gastamos mucho de nuestro tiempo en proyectos culturales para los que no contamos con respaldo económico. Nuestra librería no es el único ejemplo, son muchas las librerías de nuestro país que se implican. Quizás debería haber un respaldo por parte del Ministerio de Cultura para que esta actividad se mantenga".

Para este pequeño negocio linarense, la mayor recompensa fue recibir el XII Premio Nacional Librero Cultural en el año 2010, un galardón a su labor como motor sociocultural de Linares: "Un reconocimiento de esta categoría supone mucho para el equipo. Cuando comenzamos a programar actividades culturales no nos planteábamos la repercusión que pudieran tener; sin embargo, el que los libreros de este país nos tuvieran en cuenta nos hizo ver que habíamos tomado el camino acertado". 

Soler también explicó cómo ve el futuro en el sector del libro: "tengo mis dudas. Por un lado, vienen nuevas generaciones cada vez más distantes del libro de papel y, por otro, la presión del comercio online es cada vez mayor. El reto no es pequeño, pero seguiremos en la brecha, qué le vamos a hacer, los libreros somos así".