El conseguidor de miradas

De funcionario a investigador. Ese fue el primer paso para que Jorge del Moral hiciese de su afición emprendimiento. En apenas un año de recorrido, museos como el de Praga, coleccionistas rusos y una empresa americana quieren que los muñecos miren con sus ojos. Su reto, pasar de lo inerte a lo humano.
El conseguidor de miradas

“Que lo que hago para un muñeco se pueda emplear en una persona, sería impagable”. Jorge del Moral Fraga, investigador y fundador de EyesFX, mira hacia el firmamento y sonríe cada vez que repite esta frase, hasta tres veces en apenas 40 minutos de entrevista. Sus ojos, los de verdad, son uno de los miles de millones de modelos que toma como referencia para “lograr la transición al hiperrealismo de las miradas”. Observar es el primer paso. A partir de ahí “he llegado a estar tres días sin salir de casa, investigando”.

Funcionario de la administración, desde hace un año Jorge dedica sus horas de ocio a fabricar ojos para muñecos. “A día de hoy he logrado que los ojos tengan córnea, limbo y una esclera similar a la del ojo humano… En definitiva, que parezcan de verdad”. Precisamente es esto lo que los diferencia de los que se comercializan en el mercado asiático “mucho más baratos” o de los antiguos de cristal.

Al igual que EyesFX, que nació “sin otra pretensión que la de la idea de hacer un curso de efectos especiales”, el realismo de sus ojos surge de una mezcla de horas sin dormir y casualidades ,“el prueba error funciona siempre, y los despistes también”, comenta entre sonrisas. “Uno de los efectos que conseguí fue porque se me olvidó sacar un molde con una de las mezclas que empleo de la nevera. Cuando lo ví por la mañana no podía creerlo y… ¡Eureka!”.

 

“He llegado a estar tres días sin salir de casa, investigando”

 

La vida que transmiten no es lo único que diferencia sus ojos de los del resto. Con los moldes que ha inventado y que él mismo fabrica, ha rebajado los tiempos de espera y la exposición a la toxicidad. Mientras que con los métodos que hasta ahora se vienen empleando por los ocularistas el proceso, sin contar la toma de impresión, se alarga dos días, su fórmula permite que “un par de ojos se pueda hacer en dos horas”.

El diseño del iris es también producto de la innovación. En este caso se hace digitalmente, “lo que nos ha permitido diseñar un muestrario de más 250 tonos y modelos”.

Dilatar las pupilas desde casa

 

Paso a paso y con los pies en el suelo, Jorge mira hacia el futuro y recuerda el momento en que varios ocularistas le comentaron que “cuando se logre hacer un ojo artificial en el que se contraiga y se dilate la pupila, va a ser el no va más”. Esa frase supuso un espaldarazo más en su trayectoria. “Me puse a investigar”, explica contundente.

En esta tarea, la paciencia, el tesón, la constancia y sobreponerse a la frustración de los fracasos, “que son unos cuantos” son los pilares del éxito. Fue así como “logré hacerlo. Conseguí dilatar la pupila”. Un primer paso que requiere de mucho más. “Estoy trabajando en la estimulación de la pupila, de tal forma que cuando le dé la luz se contraiga y se consiga que el efecto sea real”. Un proceso que “es costoso económicamente y muy complicado, ya que hay que tener en cuenta que el ojo es inerte y se coloca en la cabeza hueca de un muñeco o una figura de cera”, aclara.

Otro de los retos que se ha propuesto es conseguir ampliar el efecto más allá del año. A diferencia de las tintas que emplea para dar vida a los ojos, que permanecen invariables durante más de 100 años pese a las distintas iluminaciones (otros empiezan a amarillear a los pocos años), la dilatación de la pupila “no dura eternamente”, explica.

Tienda virtual de ojos

 

El objetivo primigenio de Jorge cuando decidió abrir su tienda virtual era “dar acceso a la gente de la calle que no puede permitirse el lujo de matricularse en varios cursos y contar con el apoyo de diversos expertos en prótesis oculares y los efectos especiales, tal y como es mi caso”. Se equivocó. “Quienes me han comprado son todos profesionales”, comenta entre satisfecho y sorprendido.

Un sello al que añadir el propio de la internacionalización. Paradójicamente, la mayor parte de sus clientes provienen del extranjero. El museo Grevin de Praga es uno de ellos: “Lo que más les ha llamado la atención es el brillo de los ojos que fabrico y la posibilidad de elegir entre más de dos centenares de tipos de iris” y varios coleccionistas rusos le han pedido que les forme en la técnica de fabricación, cuya clave está en cómo mezclar los ingredientes y el tratamiento al que los somete.

El camino no se limita a Europa. Jorge no podía salir de su asombro cuando a horas casi intempestivas en España recibió una llamada de Estados Unidos. ¿Recuerdan los famosos RN (recién nacidos) de los años 80? Pues bien, una empresa americana -de la que por el acuerdo de confidencialidad no se puede facilitar el nombre- quiere volver a lanzarlos y “me han pedido presupuesto para fabricar 200 pares de ojos al mes”, relata. En cuanto al mercado asiático, se muestra algo más que reticente y señala que “no creo que les llegase a vender nunca. Lo copian todo”.

Entre las dificultades a las que ha tenido que enfrentarse a la hora de dar el salto a los mercados internacionales están las restricciones aduaneras, la fiscalidad y la desconfianza. De hecho, se lamenta de las innumerables trabas administrativas a la hora de arrancar un proyecto en España. “Si hubiese emprendido en Estados Unidos me podría mover mucho más rápido y crecer antes”, afirma.

Pese a todo, EyesFX ha ido creciendo, paso a paso y no sólo son ojos lo único que se puede comprar en su tienda virtual. “Los efectistas somos como magos. Hacemos de la ilusión una realidad visible y palpable y cuanto mejor lo hagamos, más real será el resultado para el espectador”, por ello también se lanzaron a crear otras partes del cuerpo humano, lo último una réplica de cabeza de la niña del exorcista.

“No pido dinero”

 

Además de la venta de moldes y de la investigación, la formación es otra de las patas de EyesFx. Desarrollar esta área forma parte del concepto de Del Moral Fraga acerca de cómo ha de ser la I+D+i para que realmente genere un beneficio social “formar y compartir permite enriquecer los proyectos. Hay que proyectarlo al exterior y permitir que otros, ya sean investigadores o aficionados, hagan nuevas aportaciones que mejoren lo que has creado. Guardar los avances en un cajón es un completo error”.

Precisamente, esta es la premisa que le ha llevado al altruismo de compartir el 96% de lo que investiga. “No pido dinero, pero sí que si alguien mejora lo que yo he desarrollado lo comparta también conmigo. En eso consisten las evoluciones”. Una particular visión a la que se añade otra. Pese a ser consciente de que para investigar se necesitan recursos económicos insiste en que “por mucho dinero que haya detrás, si no dedicas horas no se avanza”.

A este respecto, el investigador, añade que en España “falta actitud empresarial. La gente no tiene ganas de formarse y muchas veces deciden montar un negocio con la idea de conseguir un pelotazo. Eso no funciona”.

No ha sido fácil

 

La serenidad con la que cuenta su historia Jorge no es sinónimo de que todo haya sido un camino de rosas. “No ha sido fácil”, reconoce. En primer lugar por los costes económicos: “No tengo capital externo ni ayudas”. De no haber sido por su trabajo en la administración no podría haber realizado una inversión de en torno a los 10.000 euros, que por el momento apenas le ha dado rendimientos.

Otra de las barreras a las que tuvo que hacer frente fue la de encontrar proveedores en España. “Todos son españoles pero me ha costado mucho. Conseguir materiales acrílicos de grado médico y de calidad en España es muy difícil porque ni hay, ni se accede a ese mercado de manera fácil. Acrílicos parecidos no se encuentran más que en empresas de odontología, y si no eres profesional no te los venden, por el tipo de manipulación que requieren”. En este punto relata que el sistema con el que consigue dar brillo a los ojos que fabrica es el mismo que el que se emplea para pulir los faros de los vehículos: “Dí con una empresa de Fuenlabrada (Madrid) que antes de la crisis se dedicaba a fabricar faros de coches. Se reciclaron y empezaron a fabricar moldes”.

 

Le llamaron de Estados Unidos para fabricar 200 pares de ojos

 

Del Moral explica, además, que quería enfrentarse solo al reto de emprender, “bastantes complcaciones iban a surgir como para tener que discutir por dinero”. Independencia que, por otra parte, “no significa que no necesites a nadie”. De hecho, es un ejemplo de cómo externalizar servicios y colaborar es “una fómula de enriquecimiento que permite avanzar y mejorar procesos y técnicas en beneficio de la sociedad”.

En su equipo cuenta con tres especialistas, Josep Lluís Naval Nadal, director general y fundador de Eyeiris -empresa experta en acrílicos e iris digitales-, Bárbara Alonso Martínez, experta en efectos especiales y propietaria del taller de escultura AlmArt, y Javier Santolaria Alastruey, experto en anatomoplastología. A este respecto, alude a otra de las dificultades a las que se enfrentan los emprendedores, la confianza en las personas con las que trabajas, “es imprescindible contar con colaboradores fieles que sabes que te van a responder”.