Emprendedoras buscan pueblo

Cada vez son más las emprendedoras que deciden escapar de la ciudad para innovar desde la tradición. Ocho de cada diez autónomas del mundo rural regentan negocios dentro del sector servicios, más allá de cifras y sectores, las autónomas del mundo rural son las que mantienen vivos nuestros pueblos.
Emprendedoras buscan pueblo

Son pioneras y protagonistas indiscutibles del desarrollo de la economía de Atauta (Soria), Bujalance (Córdoba) o Mataelpino (Madrid). Carmen, Amelia, Isabel… se levantan cada mañana con el alba para preparar chocolate, decorar cerámicas o negociar con proveedores.Son mujeres rurales que se enfrentan cada día a los mismos problemas que las que residen en las grandes ciudades. La brecha salarial entre hombres y mujeres del ámbito rural alcanza los 600 euros. Según el Diagnóstico de la igualdad de género en el mundo rural, elaborado por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, el rango salarial entre los 400 y 1.000 euros, frente a los entre 1.000 y 1.400 euros de ellos.

Dato que se agrava si tenemos en los datos de desempleo femenino que maneja Fademur (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales), un 20% superior al masculino. Para hacer frente a esta desigualdad muchas de ellas deciden tomar las riendas de su propio negocio. “La brecha salarial es menor cuando es la mujer quien emprende”, afirma con rotundidad Celia Ferrero, vicepresidenta ejecutiva de ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos). De hecho, son precisamente las mujeres las que “han liderado el emprendimiento tanto durante la crisis como ahora”.

Prueba de ello es que el 54% del emprendimiento fuera de las urbes tiene nombre de mujer y que entre diciembre de 2015 y marzo de este año las 428 bajas de autónomos, en masculino, eran compensadas por las 2.097 altas de trabajadoras, en femenino, por cuenta propia.

Innovación y vértigo

 

La resilencia no es la única cualidad que destaca en las féminas que optan por convertirse en las ‘empresarias de pueblo’. La vicepresidenta ejecutiva de ATA explica que “son las mujeres las que más innovan y llevan la tecnología a actividades tradicionales”. A este respecto llama también la atención que, lejos de paradigmas de magdalenas y cerámicas, ocho de cada diez (según el INE) deciden emprender en el sector servicios.Es el caso de Helena Olgado y su herbolario de Prado del Rey, un pueblo de apenas 6.000 habitantes en la sierra de Grazalema. “Fue una solución a mi situación laboral”, relata. “Era maestra de educación especial en un centro de protección de menores y cuando la Junta de Andalucía suspendió los convenios me vi en la calle, sin opciones”.

Lejos de rendirse y pese al “vértigo de jugarse todo”, hace cuatro años Helena decidió ponerse a estudiar los comercios del pueblo y dar uso al local que tenía su familia con algo que “no existía”. Así desde 2012 “he ido reinvirtiendo lo que ganaba e incorporando productos y servicios nuevos según lo que me van pidiendo los clientes”. Las piedras que ha encontrado en el camino no la han frenado. Tras dos años sin obtener beneficio, a día de hoy, de los 3.000 euros de media que registra su caja apenas se queda con “1.000 limpios”, es decir, después de pagar impuestos, cuota de autónomos y proveedores.

 

“Faltan ayudas, especialmente para contratar”

 

“Faltan ayudas, especialmente para contratar”, afirma. En su caso sólo se pudo acoger a la tarifa plana de 50 euros y a los 4.800 euros que ofrece la Junta para la contratación durante la baja maternal y que ahora le reclaman por un defecto de forma. “Quería hacerla indefinida pero he tenido que prescindir de ella y no sólo eso, sino que con el niño me he visto obligada a cerrar la tienda por la tarde”, se lamenta.

Emprender en femenino

 

Pese a que queda mucho por hacer tanto Administración como asociaciones y sector privado apuestan por impulsar la integración laboral de las mujeres del mundo rural. Prueba de ello es el programa Aurora o las actuaciones recogidas en el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2014 - 2016 puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que cuenta con una dotación de 3.127 millones de euros y que recoge el desarrollo de 224 actuaciones.

El colectivo de autónomos no se ha quedado atrás. Con el objetivo de, en palabras de Celia Ferrero, “conciliar herramientas para luchar contra la desigualdad entre hombres y mujeres especialmente en las poblaciones más pequeñas”, entre los meses de julio y octubre la Federación que preside Lorenzo Amor, con el respaldo de los Fondos Feder, puso en marcha el programa Emprende en femenino: un camino hacia la igualdad.

Además de empoderar a la mujer del mundo rural y abrir su abanico de oportunidades laborales, otra de las miras es la de “contribuir a evitar la despoblación de estas zonas. No olvidemos que la mujer es quien vertebra el ámbito rural”, concluye Ferrero.El resultado de estos cuatro meses “no puede ser mejor”: 500 mujeres asesoradas y 250 participantes en 18 talleres de promoción del emprendimiento.