Los emprendedores creativos y sociales ya tienen su propio portal

Ha pasado un lustro desde que Rocío Ortega, una joven de 22 años, abrió por primera vez las puertas de su pequeña tienda especializada en regalos de diseño “hechos sin prisas. Romeo y libreta (que es el nombre de la tienda) se convirtió en la semilla de lo que hoy es Etnia”, explicó esta emprendedora a Autónomos y Emprendedores.

Este pequeño comercio ubicado en el centro de Huesca reúne desde lámparas, joyas, jabones vegetales y fundas de móvil, hasta libros y material con pictogramas para la educación de niños con necesidades especiales. “Todos ellos están elaborados por emprendedores españoles que aportan como valor añadido el trabajo artesanal, la sostenibilidad y la innovación. Sin embargo, muchos no tienen toda la visibilidad que merecen porque no hay detrás una gran marca o sencillamente no disponen de recursos económicos suficientes como para invertir en grandes campañas de publicidad”, relata Rocío.

Fue este vacío el que llevó a esta periodista y emprendedora oscense a realizar entrevistas a sus proveedores que colgaba en la web de Romeo y libreta. “A partir de ahí todo vino rodado”. Rocío se puso a trabajar en un espacio online que se convirtiese en el escaparate de la tribu de “emprendedores creativos de España. Quise crear una comunidad donde pudieran estrechar relaciones; que se convirtiese en seña de identidad de todos los valientes que desarrollan proyectos que están cambiando la vida y la forma de entender el mundo”.

Y va camino de ello. Si bien empezó a desarrollar la idea hace un año y medio, la página web de Etnia apenas lleva funcionando desde el pasado mes de febrero. En sus apenas tres meses de vida cuenta ya con 35 emprendedores de toda España contando sus historias y dando visibilidad a sus productos y servicios.

Visibilidad que consigue a través de los artículos que ella misma redacta y en los que los emprendedores cuentan su historia. Es el caso de La Fábrica, tienda de una artista aragonesa que diseña y fabrica juguetes infantiles a mano. O de Salvajitos, el negocio de una ingeniera agrónoma madrileña que vende ropa ecológica para “niños todoterreno”. También de Corazón de Galleta, una marca artesanal de Barcelona que crea collares, pulseras y pendientes con lápices de colores y pinturas de madera.

No sólo es producto

Aparte de artesanos y fabricantes, Etnia agrupa iniciativas de educación social y tecnológico. “Tenemos ejemplos como Mamisigna, el negocio de una intérprete de lengua de signos que tiene como objetivo promover su uso entre los bebés”.

Fotolitic y Aprendices visuales son dos ejemplos en el área de emprendedores tecnológicos. Los primeros han creado un dispositivo para imprimir fotos desde dispositivos móviles. Por su parte, las andaluzas de la ONG Aprendices visuales han desarrollado un sistema de cuentos visuales y aplicaciones interactiva para los niños autistas.

Sean de la índole y del sector que sean, todos estos proyectos de alto impacto social contribuyen a impulsar la economía local, especialmente en las zonas rurales. “Hay mucho talento en los pueblos y localidades pequeñas. Muchos emprendedores huyen de las ciudades apostando por una vida sostenible y ecológica. En el ámbito rural se encuentran pequeños grandes negocios”, señala Ortega.

Ni un solo euro

Aunque Etnia es uno de los mejores escaparates para estos emprendedores sociales, Rocío no percibe ni un solo euro. “No puedo cobrarles. Muchos de ellos llegan justos a fin de mes y no tienen presupuesto para este tipo de acciones. Soy emprendedora y se de lo que hablo”. Ante esta aseveración la pregunta es obligada, ¿cómo se rentabiliza? “Hay que plantearse el proyecto a largo plazo, no pensando en obtener dinero de forma inmediata. Mi idea es convertirme un su canal de comunicación integral”, responde Ortega.

A ello hay que añadir la tienda online “que estamos a punto de poner en marcha”. Una vez lista Etnia se convertirá en una especie de central de compras de los emprendedores que formen parte de la tribu. “Recibiremos y gestionaremos los pedidos, pero la distribución correrá por cuenta de ellos”.

Hasta ese momento, Rocío, continuará haciendo ingeniería financiera para llegar a fin de mes. “Al principio todo lo que ganas lo destinas a pagar cuotas, impuestos, tasas… Y los pocos beneficios los reinviertes en mejorar el negocio”. Ahora bien, la fundadora y creadora de Etnia es optimista y espera poder contratar más adelante. “Mi idea es tener un redactor en cada una de las provincias españolas”, concluye ilusionada.