La idea es ofrecer prendas exclusivas a precios competitivos

Un joven empezó vendiendo ropa usada y hoy tiene uno de los principales negocios de marcas "premium"

Lifelong Trends es una negocio de emprendimiento especializado en la reventa de ropa usada de las marcas más exclusivas. Lo inició un joven en la universidad, casi por hobby. Esta es su historia.
Los jóvenes que empezaron revendiendo ropa a los 20 años y cerrarán el 2023 facturando 250.000 euros.
Los jóvenes que empezaron revendiendo ropa a los 20 años y cerrarán el 2023 facturando 250.000 euros.
Un joven empezó vendiendo ropa usada y hoy tiene uno de los principales negocios de marcas "premium"

En los últimos años, las operaciones de compraventa de ropa de segunda mano se han multiplicado en el mercado gracias a la aparición de plataformas como Vinted o Wallapop. Tanto es así, que ha propiciado que algunos jóvenes se hayan convertido en autónomos y hayan montado negocios alternativos, como se demuestra en la historia de Carlos González, fundador de Lifelong Trends.

Con sólo 24 años, ya lleva cuatro al frente de un negocio de reventa de ropa que acerca al público general prendas exclusivas de marcas premium, como Tommy Hilfiger, Lacoste o Burberry. Como relató a este diario, la idea surgió durante el segundo curso del doble grado en Administración y Dirección de Empresas y Estudios Internacionales, donde conoció a su exsocio, ahora retirado del proyecto.

“Me pareció una idea diferente, que a los dos nos gustaba. Entonces, estaba pegando muy fuerte la marca de ropa Supreme, y comenzamos por afición a revender este tipo de productos, que eran muy limitados”, explicó. Así, empezaron realizando pequeñas operaciones de compraventa para obtener un dinero extra mientras estudiaban.

Un poco más adelante, decidieron ampliar su gama de productos, y encontraron un proveedor en Reino Unido que les enviaba paquetes de ropa de segunda mano al peso, aunque “tuvimos que tirar muchas prendas por el estado en el que llegaban”, recordó. “Comprábamos, revendíamos y reinvertíamos todo para hacer un pedido más grande en la siguiente ocasión”, explicó.

Poco a poco, el negocio fue creciendo hasta convertirse en uno de los principales actores de un nicho, el de la moda de segunda mano, cada vez más importante dentro de un sector dominado por las grandes firmas de fast fashion (moda rápida), como Inditex, Primark o Shein. Prueba de ello es que Lifelong Trends cerró el año pasado con una facturación, excluyendo el IVA, de 150.000 euros.

Calidad, exclusividad y cuidado por el detalle: las señas de identidad de Lifelong Trends

Una de las claves del éxito de Lifelong Trends, explicó a este diario Carlos González, consiste en la exclusividad. “Por un lado, tenemos la idea de revender prendas muy limitadas; por otro, hacemos lanzamientos periódicos por los que los clientes estén expectantes, porque si te lo quitan ya no lo encuentras.”

En paralelo, el negocio surge con la idea de alejarse de la idea de ropa vintage que se tenía hace unos años, cuando “la gente se imaginaba vestidos de flores o prendas extravagantes. Siempre nos quisimos separar de estos, y darle a esta ropa la imagen y el valor que merece. Por eso lavamos la ropa, llega en perfecto estado y damos un servicio muy bueno. Además, todas nuestras prendas son perfectamente combinables con las tendencias actuales.”

Repasando su página web, los consumidores pueden encontrar numerosos ejemplos de esta estrategia: un traje de Pedro del Hierro en perfecto estado por 70 euros, un abrigo de Burberry por 140 o un jersey de Lacoste por 40 son algunas muestras. También ofrecen “cajas sorpresa”, que los clientes compran sin saber las prendas que contendrán hasta que lo reciben en su casa.

Por otro lado, a pesar de que el negocio de la moda de segunda mano tiene un claro mensaje de sostenibilidad, Carlos González considera que esta filosofía no debe definir la actividad de Longlife Trends. “Evidentemente, tenemos un componente sostenible bastante potente, pero no queremos hacer ese mensaje nuestro, porque no ha sido realmente lo que nos motivó a emprender el proyecto, sino la estética y la demanda por tener algo exclusivo y único”, explicó.

Estas son las dificultades al emprender en el sector de la moda de segunda mano

Aunque es, cada vez más, un negocio al alcance de muchas personas, no está exento de dificultades. Para el fundador de Lifelong Trends, la principal ha sido convencer al consumidor de que la ropa de segunda mano no es una tendencia reservada a unos pocos. “Hemos conseguido que el sector avance, por la manera que tenemos de presentar la ropa, el contenido que creamos… Muchos clientes que tenían prejuicios contra la ropa de segunda mano, se han convertido en habituales en nuestro negocio”, explicó.

Además, la escalabilidad del proyecto -su capacidad para crecer- es otro de los grandes problemas que el joven autónomo está encontrando para desarrollar su negocio, “ya que tenemos unidades muy limitadas de cada producto. Una vez se venden, ya no hay más”, explicó.

Para combatirlo, utilizan las redes sociales más famosas, como TikTok o Instagram, para atraer y fidelizar a nuevos clientes. Además, Carlos González adelantó que, en los próximos meses, inaugurarán su primera tienda física, con la intención de “acercarnos mucho más a nuestros clientes para que puedan ver el producto en persona, cómo tratamos todo… A mucha gente le cuesta romper la barrera de comprar la primera vez. Después, suelen repetir”, explicó.

Todo, con un equipo de cuatro asalariados a media jornada y su propio trabajo. El objetivo de Carlos González este año, además de estrenar su primera tienda física, consiste en alcanzar los 250.000 euros de facturación, una cifra nada desdeñable para tratarse de un negocio que muchos deciden comenzar desde sus casas para obtener un dinero extra cada mes.

No se va a quedar en un hecho aislado o en una tendencia temporal. Incluso Las grandes marcas, como Zara, ya están lanzando iniciativas para poder arreglar sus prendas. Si hasta las compañías de fast fashion, que podrían ser los principales enemigos, lo están aplicando, es porque el consumidor lo está reclamando, debido a la demanda de iniciativas sostenibles entre los más jóvenes”, concluyó el fundador de Lifelong Trends.