Lo han desarrollado dos emprendedores españoles

Medio millón de niños utilizan un programa online para mejorar en matemáticas

La importancia de las matemáticas para el futuro profesional de los niños, unido a su amor por esta asignatura -“era nuestra favorita”- fue lo que impulsó a dos emprendedores a poner en marcha un programa para aprender matemáticas online. Hoy, siete años después de lanzar su primera versión, la utilizan más de medio millón de alumnos.

Daniel González y Javier Arroyo emprendedores
Los emprendedores Daniel González de Vega y Javier Arroyo.
Medio millón de niños utilizan un programa online para mejorar en matemáticas

Cuando de pequeño decían eso de que las matemáticas eran el futuro, tenían mucha razón. Un informe de Banco de España de 2017 revela que las personas con habilidades en matemáticas ganaban un 22% más. Esta asignatura, con tan poca aceptación entre los más jóvenes, va a ser crucial para formarse en las profesiones del futuro como el Big Data o el Cloud Computing. Ésto fue una de las razones que impulsó a Javier Arroyo y a Daniel González de Vega a poner en marcha Smartick en 2009, un método de enseñanza de matemáticas online para niños de primaria. Su idea tiene hoy más de medio millón de alumnos.

“Los informes de educación revelaban que a los niños españoles no les iba bien en matemáticas. Les iba mal en algo que iba a ser crucial en su futuro. Además, ésto nos preocupaba porque justo empezábamos a tener hijos y sobrinos, y nos dábamos cuenta de que las matemáticas iban a ser una asignatura clave para su futuro profesional” explicó Javier Arroyo, uno de los cofundadores del programa online.

Con esta preocupación empezaron a informarse sobre formas extraescolares de enseñanza de matemáticas, que iban desde los mecanismos más tradicionales como los cuadernillos rubio, hasta métodos japoneses como el kumon. “Todos eran muy mejorables porque no implementaban las nuevas tecnologías como la adaptabilidad, el dar una respuesta al alumno, mantener informados a los padres, etc” afirmó Arroyo.

Así, y con las premisas de crear un producto que se adaptase a cada niño y que fuese un ejercicio diario pero que requiriese continuidad, Javier Arroyo y Daniel González de Vega pusieron en marcha Smartick. Un programa online que contribuye a mejorar las capacidades de cálculo y lógica de los niños. Los ejercicios se deben realizar diariamente en sesiones de 15 minutos y, según explica la compañía en una nota de prensa, en el 94% de los casos se observa una mejoría.

“Nuestro valor añadido no son los conocimientos, porque las matemáticas de primaria son universales. Nuestro valor añadido es saber exactamente qué proponer a cada niño, en cada momento. Es ahí donde está la Inteligencia Artificial, que da a cada niño lo que necesita” explicó el cofundador.

“El 90% de la inversión fue nuestra”

Fue en 2009 cuando Javier Arrroyo, economista, y Daniel González de Vega, ingeniero, decidieron poner en marcha Smartick. Pero no fue hasta dos años después, en 2011, cuando salió al mercado. En esa primera etapa trabajaron únicamente en el proyecto él y su socio, ahora se dedican a él más de 50 profesionales. Tienen una sede en España y otra en Boston (Estados Unidos) desde dónde controlan su expansión por toda América, pues Smartick tiene más de medio millón de usuarios y está en 112 países. En España ya lo han usado más de 385.000 alumnos, en México superan los 25.000, en Sudáfrica tienen más de 18.000 y en Colombia en torno a 17.000.

La mayor parte del proyecto fue financiado por ellos mismos, según explica Arroyo: “Fueron los ahorros de toda una vida, tanto de Daniel, como de la mía. Más los préstamos familiares”. Además de esta financiación, también recibieron un préstamo de Bankinter de 50.000 euros, y "de Enisa, que nos concedió otro de 50.000 euros. Pero, una vez que la compañía empezó a funcionar, lo ampliaron a 150.000 euros".

Actualmente la compañía es rentable “y crece a un ritmo muy saludable desde el punto de vista financiero. En julio de 2013 alcanzamos el break even operativo, es decir que ingresábamos más que lo que gastábamos al mes. Además, ya tenemos todas las deudas resueltas”, explica Arroyo.

Harvard e INSEAD les ponen de ejemplo

Smartick ha llamado también la atención en el panorama internacional. Estos emprendedores presentaron su candidatura al MIT (Massachusetts Institute of Technology) que selecciona cada año unas 15 startups a nivel mundial para ayudarles en su crecimiento internacional y en su plan de negocios. “Nosotros presentamos nuestra candidatura y nos cogieron", dicen.

Además, Smartick ha sido uno de los ejemplos que ha puesto Harvard e INSEAD (una escuela francesa de negocios) para sus alumnos. Fue, según Arroyo, la tercera empresa española a la que “publicaron como un caso de estudio. La primera fue Inditex, la segunda un caso de marketing de Renova y luego nosotros".  

¿Qué opinan los niños de Smartick?

Este programa no sólo enseña matemáticas puras, sino que poco a poco van introduciendo otras enseñanzas. Una de las últimas es Smartick Coding, un módulo con el que los niños pueden aprender a programar. No obstante, siempre dentro del entorno de las matemáticas ya que “no creemos que nuestra metodología se pueda aplicar a otras asignaturas. Debido a que las matemáticas son un conocimiento muy secuencial, es decir se apoya sobre otros vistos y aprendidos anteriormente. Y no tenemos claro que esto ocurra en otras asignaturas”.

Aunque cada país tiene un plan de estudios distinto, las matemáticas de primaria son, explica el cofundador, "sota, caballo y rey. Además, el hecho de que trabajemos con conceptos universales permite que Smartick sea prácticamente el mismo en todos los países porque es una materia en la que el país y la cultura no influye; porque el contenido es igual para todos”. Esto ha facilitado mucho su expansión.

Uno de los aspectos que han tenido que ganarse para asentarse en el mercado es la confianza de los padres. Para ellos, Smartick pone a su disposición un equipo humano “compuesto en su mayoría por pedagogos” para que los padres puedan ponerse en contacto con ellos y consultar cómo van sus hijos evolucionando. En cuanto a la opinión de los niños, Arroyo cuenta que tienen un buzón dónde pueden enviarles mensajes. “Hay de todo. Nos encontramos con niños muy agradecidos porque va bien en matemáticas y eso les refuerza el autoestima. Y otros más flojos, que nos ven como más deberes y les cuesta un poco más”.