Su fórmula es hacerlo todo de forma artesanal

Una pequeña consultora factura un millón aportando innovación a empresas

Aplicar la innovación de forma artesanal es el modelo de negocio de dos emprendedores españoles. Su idea, que comenzó hace un año y medio como una pequeña consultoría, se ha convertido en un negocio capaz de desarrollar innovación como si se tratara de trajes a medida, incluso para grandes empresas. 

 

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Los emprendedores Salvador Medina e Inés Maqueda.
Una pequeña consultora factura un millón aportando innovación a empresas

La innovación tiene que ser tangible. Tiene que poder verse y poder tocarse. Ésta no está sólo en Silicon Valley, sino que puede estar en cualquier sitio. Así lo creen, Salvador Medina e Inés Maqueda, dos emprendedores que han llevado la innovación a un garaje, a una residencia de estudiantes y, “por que no, a un huerto”. The Valhalla es la consultoría que han creado para conseguir ese objetivo. 

Esta pequeña consultoría nació en julio de 2017, pero no fue hasta septiembre de ese mismo año cuando empezaron a trabajar. Medina contó que llegaron a El Garaje -espacio de innovación y emprendimiento de Madrid dónde desarrollan su actividad seis compañías (Habitant, Pixel, Digital Innovation, Experience Fighters, Chargy, y The Valhalla) en las que trabajan más de un centenar de personas y cuyas actividades se complementan- con sólo con una planta bajo el brazo, concretamente con un cactus. "Fuimos una de las últimas compañías en entrar, pero somos la que más está creciendo en innovación y emprendimiento. Y hoy ocupamos ya un tercio del espacio”.

En ese primero momento, la intención de estos emprendedores fue crear un negocio que acercase la empresa a las universidades y ayudase a estas instituciones en su proceso de transformación. Ambos habían trabajado durante más de 15 años en Santander Universidades. “Pero al cabo de seis meses nos dimos cuenta que la oportunidad estaba en desarrollar proyectos de innovación en las empresas, acercando el talento externo” detalló el fundador.

Según explica Medina, cuando los negocios quieren innovar –“esto significa cambiar procesos, crear nuevas líneas o ver hacia dónde va el futuro"- pueden hacerlo de dos formas. Una mediante el talento interno, que es la forma tradicional utilizando el departamento de innovación de la propia compañía. Es algo habitual pero cuenta “con una desventaja y es que es muy endogámico, pues las empresas sólo piensan en sí mismas y no en las necesidades que pueden tener los clientes, por ejemplo".

La otra fórmula es utilizar el talento externo, es decir, con gente de fuera de la organización. “Por eso están tan de moda los retos de emprendimiento de las empresas porque es una forma de atraer ese talento de emprendedores jóvenes. Nuestro modelo negocio se basa en ese talento externo y se distingue porque trabajamos con todo el ecosistema que está alrededor de una empresa: los emprendedores, los jóvenes, los clientes, los proveedores, etc".

Para ello han desarrollado un método que ellos denominan TEO: Talento Externo de Organización y que consiste en diseñar proyectos específicos para cada cliente, a través de los cuáles puedan innovar. “Cada compañía tiene una necesidad distinta y en función de esa inquietud diseñamos un proyecto de innovación a medida, no es un modelo base que aplicas y ya. Todo lo contrario, es un trabajo artesanal como si creásemos un traje de innovación a medida para cada empresa” apuntó Inés Maqueda.

¿Cómo se crea la innovación artesanal?

Los fundadores de The Valhalla explican que empezaron trabajando con un cliente, luego dos, tres y “que en los últimos ochos meses hemos crecido bastante porque nos han llamado de diferentes compañías para crear esa innovación artesanal”. Estos emprendedores explican que desarrollan “este traje a medida” de tres formas:  

Una primera es mediante una consultoría y el desarrollo de un proyecto. Aquí se sientan con los clientes, se informan y concretan lo que quiere hacer la compañía (internacionalización, creación de un nuevo producto, mejorar los procesos, trabajar con emprendedores, etc). También especifican por cuanto tiempo, con qué objetivo... Y en función de ello desarrollan un proyecto.

Otra forma es mediante lo que ellos denominan journeys o caminos en los que estudian como “una empresa debe posicionarse con el mundo universitario, con la gente joven”. Actualmente está desarrollando un proyecto a una residencia universitaria, en el que han tenido muy en cuenta las necesidades y las demandas de los propios universitarios. 

La tercera forma y tal vez una de las más características de su modelo de negocio es la creación de espacios vinculados a la innovación. “La innovación es muy lenta, por eso, lo que hacemos es transformar esa innovación en un espacio aunque no somos ni diseñadores, ni arquitectos. Pero lo que hacemos es generar ese flujo de contenidos y servicios en un espacio para que se tangibilize la innovación” detalló Medina.

Desde The Valhalla defienden que la innovación puede estar en cualquier sitio, no solo en Silicon Valley. “De hecho, hemos creado una red de espacios singulares de innovación, demostrando que ésta pueda estar en un sótano, un garaje -"dónde nosotros trabajamos"-, en un huerto en Alicante, en una isla -como en Lanzarote-, en colegios, en residencias universitarias, etc” explicó Maqueda.

Además, cuentan con otra línea de trabajo que es la aceleración de startups y es que cada seis meses The Valhalla elige una startup a la que acelerar. "Esto nos ayuda a entrenarnos, porque nosotros no podemos ofrecer a nuestros clientes los mecanismos para que trabaje con emprendedores si nosotros no sabemos trabajar con ellos. Trabajar con un emprendedor es difícil porque es gente joven que acaba de empezar y requieren de muchísimo compromiso tanto profesional o emocional”.

Un pequeño negocio haciendo consultoría a grandes empresas

The Valhalla a medida que ha ido trabajando en un su modelo de negocio ha desmontado el imaginario de “que los procesos de innovación sólo lo hacen las grandes consultoras. Porque hemos demostrado a grandes y medianas empresas que con un pequeño grupo de profesionales con experiencia y que saben lo que hacen, la innovación se puede hacer de forma fácil y con resultados a corto plazo”.

Hasta la fecha The Valhalla ha trabajado con una siete empresas, todas ellas de sectores distintos. Destacan, por ejemplo, Estrella Galicia que le dijo “quiero aprender a trabajar con startups” para que les ayudasen a mejorar los procesos de logística, de producción, de fabricación…  Y así lo están haciendo en The Hope, un programa de emprendimiento al que se presentaron más de 400 candidaturas, del que fueron finalmente seleccionados seis. O Martínez Hermanos, una compañía industrial de las Islas Canarias, que les contrató para crear un centro de innovación, que se inaugurará en breve. También el Banco Santander que quería formar a sus directivos en innovación. ¿La formación? Acudir un día a ‘El Garaje’, dónde The Valhalla lleva a cabo su actividad y que “es un hervidero de emprendimiento y startups”, para que la conociesen de primera mano.

Su forma de trabajo y su visión de la innovación han hecho de The Valhalla un negocio rentable, según revelan sus creadores. “Actualmente no tenemos deudas y hemos cerrado el primer año con una facturación de un millón de euros”.