La edad media en la profesión ronda los 51 años

El 70% de los camioneros autónomos mayores de 60 años se ha quedado fuera de las ayudas para su jubilación

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha desestimado hasta un 70% de las solicitudes de los transportistas autónomos mayores de 65 para acceder a la ayuda de 30.000 euros para su jubilación. En la gran mayoría de los casos se ha debido a la falta de presupuesto. La edad media de estos profesionales ronda los 51 años.

Nueva normativa para el uso de tacógrafos.
Más de la mitad de los transportistas se quedan fuera de las ayudas a su jubilación
El 70% de los camioneros autónomos mayores de 60 años se ha quedado fuera de las ayudas para su jubilación

De los 1.000 transportistas que solicitaron los 30.000 euros de ayuda para jubilarse casi 700 han visto su petición desestimada. La ayuda al abandono de la actividad de estos profesionales apenas abarca al 30% de los autónomos que la solicitan debido, principalmente, a la falta de presupuesto que el Gobierno destina a esta subvención. Para 2021, el montante ha sido de algo más de 9,5 millones de euros, "una cuantía que no se ajusta ni de lejos a la realidad del sector, y así se refleja en la lista de beneficiarios", denunció Víctor González, presidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa). Ello agrava el problema del relevo generacional de una profesión cuya edad media ronda los 51 años y en donde pocos jóvenes quieren trabajar.

El listado con solicitudes concedidas y desestimadas se publicó el este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y, un año más, la Secretaría de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, perteneciente al Ministerio de Fomento, deja fuera a un total de 514 transportistas a causa del presupuesto, mientras que 178 no han podido acceder debido al incumplimiento de alguno de los requisitos. Así, este año tan sólo 306 autónomos del sector son beneficiarios de una ayuda que supone un importante colchón económico para su jubilación. No obstante, a aquellos a los que se les ha concedido esta subvención deben finalizar el proceso entregando documentación en el Ministerio antes del 2 de noviembre.

La Federación más representativa del colectivo confía en que la convocatoria de estas subvenciones esté presente también el año que viene. "Las ayudas al abandono están dentro del paquete de medidas recogidas en el Plan Impulsa, por tanto, esperamos que como mínimo duren lo mismo que dicho plan. Es decir, dos años más", señaló su presidente.

Documentación que deben aportar los beneficiarios antes del 2 de noviembre

  1. Declaración responsable comprometiéndose al abandono definitivo de la actividad de transporte público y auxiliar y complementaria del transporte en calidad de empresario.
  2. En su caso, declaración responsable comprometiéndose a no utilizar el título o títulos de capacitación profesional en otra empresa de transporte.
  3. Certificado de baja de la autorización o autorizaciones expedido por la Comunidad Autónoma correspondiente, en el que se especifique como motivo de la baja la renuncia al ejercicio futuro de la actividad de transportista.
  4. En caso de ser titular del correspondiente permiso de conducción, justificante de la renuncia definitiva al permiso de conducción válido para vehículos de transporte de mercancías de más de 3.500 kilogramos de masa máxima autorizada y/o autobuses o fotocopia compulsada del nuevo permiso de conducción. 

Fetransa exige el doble de presupuesto para la ayuda

La Federación Española de Transporte lo tiene claro: "el gran problema de estas ayudas al abandono de la actividad está en la partida presupuestaria". Su presidente denunció que "el montante no alcanza ni siquiera los diez millones de euros, una cuantía que "tenía sentido años atrás al ser una cifra que se ajusta a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y, como no se habían renovado, tampoco podía renovarse el montante de esta subvención", explicó Víctor González. Lo que estos profesionales no entienden es por qué no se ha modificado con la renovación de los presupuestos del año pasado.

El sector solicita que la partida debería, como mínimo, duplicarse, para que así se consiga abarcar a todos los profesionales que cumplan con los requisitos y "no dejar que esta subvención se convierta en una competición entre ellos. Creemos que si ampliasen la dotación a 25 millones se solventaría el problema de acceso y, además, no sería una cantidad que variase sustancialmente los PGE", apuntó el presidente de la asociación. El hecho de que se denieguen tantas solicitudes aún cumpliendo con los requisitos hace que "mucha gente directamente no las solicite porque sabe que no va a poder acceder", añadió.

Además, González advirtió de que "el futuro del transporte no está garantizado" debido, en gran parte, a este problema. "De lo que se trata es de que haya una renovación en cuanto a la edad de los conductores. La edad media a día de hoy de los transportistas ronda los 51 años y subiendo, una edad muy elevada que da una imagen negativa de como serán los siguientes años dentro del sector". De hecho, el presidente adelantó que "no parece que se vayan a poder cubrir todas las plazas que las empresas de transporte necesitamos, ya está habiendo una alarmante falta de conductores".

La ayuda al abandono es vital para el sector

Las ayudas al abandono de la actividad del transporte proporcionan al autónomo un colchón económico de 30.000 euros para el momento de su jubilación. Cifra que se puede incrementar en 5.300 euros por cada semestre que le falte al transportista para alcanzar los 65 años. Aun con todo, la "realidad es que las ayudas sólo llegan a la gente que tiene más de 65 años y a personas a las que se les ha reconocido una invalidez permanente. Son transportistas que realmente necesitan este apoyo”, explicó el vicepresidente de la Federación, José Carlos López Jato. Para López es muy importante "echarle una mano a la gente que tiene 60 años o más, para que pueda salir del sector con una cierta dignidad. Son unas ayudas fundamentales para toda una generación de transportistas que empezó en una condiciones muy difíciles; que probablemente haya cotizado durante toda su vida por la base mínima, o bien porque no ha podido cotizar más o porque no ha sido bien aconsejado; y para la que su patrimonio se ha reducido a la nada, porque su tarjeta de transporte ha perdido todo el valor” relató.

El porqué de estas ayudas y de su importancia radica en la desinformación sobre la importancia de la cotización por parte de los autónomos y, concretamente, de los transportistas. Según Fetransa, la mayoría de los beneficiarios pertenecen a una generación a la que no se les ha explicado la importancia de cotizar más y que no ha pensado en la trascendencia de la cotización para la jubilación. “Lo dejaron todo en manos externas, de gestorías que les decían que por qué iban a cotizar más, que a saber qué iba a pasar. Esto provocó que, ahora, los transportistas que se jubilan, lo hagan con apenas 600 euros de pensión y cuatro montones de hierro que no valen nada”.

Además, antes de la entrada el vigor del Real Decreto 70/2019, que modificó la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres (ROTT), los transportistas más mayores vendían, en el momento de su jubilación, su tarjeta de transporte por unos 30.000 o 40.000 euros a los nuevos autónomos del sector, "lo que les aseguraba una retirada de la vida laboral tranquila", señaló López. Pero con la nueva normativa del ROTT, desapareció la tarjeta de transporte y, por tanto, ese colchón extra que tenían reservados muchos autónomos. “Ahora sólo tienen la ayuda al abandono para dejar la profesión sin preocuparse por su pensión y poder hacer frente a los últimos años de su vida”, dijo López.

¿En qué se fija el Ministerio para concederla?

No es la primera vez que el presupuesto de estas subvenciones no alcanza para abarcar a muchos de los autónomos que las solicitan. De hecho, la Federación Española de Transportistas Autónomos (Fetransa), denunció en numerosas ocasiones que las ayudas son “insuficientes” para cubrir la alta demanda que hay por parte de los profesionales”, explicó su vicepresidente. Es precisamente este desborde de solicitudes y falta de presupuesto en las partidas, lo que hace que el Ministerio de Fomento limite la concesión de la ayuda al abandono a dos criterios primordiales una vez comprobada la cumplimentación de los requisitos básicos para solicitar la subvención. 

  1. El primer criterio del Ministerio prioriza a aquellos trabajadores por cuenta propia del sector que puedan  justificar alguna invalidez permanente total. Esta condición tiene que ser validada por el Tribunal y, para la concesión de la subvención en este supuesto no es necesario que el transportista cumpla con el requisito de tener los 63 años de edad, sino que en el momento en el que puede acreditar la invalidez pasará automáticamente a ser beneficiario de los 30.000 euros por abandono de la actividad.
  2. El criterio de la edad. La edad es la otra clave que utiliza el ministerio para priorizar la concesión de la ayuda por abandono a los transportistas. "Cuando la solicitan, la mayoría de ellos tiene los 65 años, entonces pasan a fijarse en los meses. A uno de nuestros socios que tenia 65 años y 2 meses no le llegó la subvención porque el presupuesto se agotó cuando llegaron a los que tenían 65 años y 5 meses", explicó el presidente de Fetransa.

Requisitos para ser beneficiario de los 30.000 euros

Para ser beneficiario de estas ayudas para el abandono de la actividad, los transportistas deberán cumplir una serie de condiciones en la fecha de presentación de la solicitud.

  • Los autónomos deberán tener, en la fecha en la que tramiten su solicitud, una edad superior o igual a cincuenta y ocho años o haberle sido declarada una incapacidad permanente absoluta o total para el desempeño de la profesión habitual de transportista.
  • El trabajador por cuenta propia deberá, además, ser titular, en el momento de la solicitud de una autorización vigente de transporte público de mercancías o de viajeros en autobús con un máximo de tres copias. Deberá haber sido titular de esta durante los diez últimos años de forma ininterrumpida.
  • Se entenderán como autorizaciones válidas para la presentación de la solicitud las que sean de transporte público de mercancías de ámbito nacional, comarcal o local para vehículo con capacidad de tracción propia, incluidas las de la clase TD. También las de transporte público de viajeros en autobús de ámbito nacional, comarcal o local.
  • A los solicitantes no sólo se les exigirá haber tenido vigente ininterrumpidamente su autorización de transporte durante los diez últimos años, sino también estar dado de alta en el RETA durante este mismo plazo de tiempo.
  • Además, será condición que el autónomo se comprometa a abandonar la actividad de transporte público, procediendo a la renuncia de todas las sus autorizaciones como transportista.