No dejarse encandilar sólo por la marca

Asociarse a una gran franquicia puede comportar riesgos

A priori la franquicia es un negocio bastante más seguro que otros. Se parte de un modelo ya probado y las entidades financieras son más proclives a financiarlas. Sin embargo, todo tiene sus riesgos y, en el caso de las franquicias, ni siquiera estar al amparo de una gran marca permite bajar la guardia. Expertos hablan de casos fallidos en cadenas como Día, Foster's Hollywood o Mango. En muchas ocasiones por no leer bien las cláusulas de contrato o por falta de información sobre lo que supone ser franquiciado.

negocio-franquicia
Asociarse a una gran franquicia puede comportar riesgos

Ante los riesgos e incertidumbres de abrir la puertas de un negocio propio, el modelo de franquicia otorga al emprendedor el respaldo de un modelo testado, en la mayoría de las ocasiones, con una imagen de marca consolidada que es en sí misma un foco de atracción de clientes.  

“Los autónomos y los emprendedores ven en el modelo de franquicia una garantía de éxito, especialmente si hablamos de grandes firmas, pero esto no siempre es así”, explica José Zamarro, abogado especializado en defensa y asesoramiento del franquiciado que sufrió en sus propias carnes las consecuencias del “los contratos desequilibrados y con cláusulas abusivas” con los que operan algunas empresas. Precisamente, Autónomos y emprendedores publicó recientemente una guía sobre lo que un futuro emprendedor debe mirar con atención antes de firmar un contrato de franquicia.

El caso de Zamarro fue con Foster’s Hollywood, donde fue franquiciado entre 2011 y 2014. Una de los requisitos más frecuentes y condición sine qua non para ingresar en una franquicia es el relativo a la responsabilidad ante las deudas, dice Zamarro. “Se trata en la mayoría de los casos de contratos predefinidos en los que quienes firman responden solidariamente y a título personal de las obligaciones del contrato. Lo hacen en nombre de la sociedad y en su propio nombre y derecho. Esto es una marcha atrás con respecto a lo establecido en la legislación mercantil. Figuras como la SL se creó para proteger a las personas físicas”, explica el abogado. Una doble garantía que implica que, una vez resuelto el contrato, el franquiciador puede actuar contra ellos si, por ejemplo, no se ha resarcido la deuda. “Es inaceptable”, se lamenta Zamarro, quien hace hincapié en la necesidad de recibir "asesoramiento especializado con carácter previo a la firma del contrato para evitar sorpresas futuras". 

Por otra parte, las cadenas de franquicias no disponen de un seguro o sistema de protección para sus franquiciados ante posibles pérdidas no imputables a la gestión del negocio en sí, algo que "sería una idea fantástica", añade el experto.

Las franquicias pueden vender humo

Según el último informe de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) El número de enseñas en España es de 1.348, el 83% de origen nacional, con un censo de 74.398 locales funcionando a cierre de 2017, lo que representa un crecimiento del 5,5% con respecto al año precedente. Un éxito que, en palabras de Zamarro, se vale muchas veces de “la credulidad y la ilusión del franquiciado. Les venden humo a sabiendas de que están en una fase de enamoramiento que termina con la firma del contrato en la mayoría de los casos”.

Antes de que se formalice oficialmente el matrimonio entre franquiciado y franquiciador todo es buena disposición y optimismo, “particularmente cuando se habla de números. No hay una normativa que obligue a aportar planes de negocio  o cuentas de resultados y cuando alguna enseña los aporta suelen ser inveraces. Insisten en que recuperarán lo invertido en un periodo de tres años, lo cual es bastante improbable”. Lo que el abogado califica de “enorme mentira” se suele dar, sobre todo, en el apartado de costes de personal. “En mi caso, determinaron ellos el número de empleados que debía contratar, lo que de primeras elevó en un alto porcentaje los costes ordinarios del restaurante”, recuerda.

Y todo con el handicap de, en la mayor parte de los casos, no tener libertad para elegir proveedores ni tampoco de modificar los importes de los productos o servicios para mejorar los márgenes. La fijación de los precios es otro de los caballos de batalla entre franquiciadores y franquiciados. “A partir de la firma del contrato empieza la dictadura. Hay que seguir a pies juntillas la política de maketing y las estrategias de venta de la compañía. Si deciden vender a pérdidas estás obligado. Son lentejas”.

Además de su experiencia con la cadena americana de comida rápida que lanzaba promociones como el “Cheque Gorrón” o el 2x1 en hamburguesas, Zamarro asegura que hay muchos otros casos en el sector de los restaurantes de comida barata que “machacaban” al franquiciado con sus días fijos de grandes descuentos.

Además de las franquicias de hostelería y restauración --que con 8.659 locales abiertos y a 30.338 trabajadores fue el segundo sector con mayor facturación en 2017 con cerca de 5.000 millones de euros- la moda es otro de los sectores preferidos por los franquiciados. De hecho es el sector que cuenta con más enseñas en España, 238 redes integradas según los datos de la AEF entre las que también se han producido diversas denuncias. Una de las más sonada fue la de Mango.

El modus operandi de la firma de Isak Andic, el hombre más rico de Cataluña y quinta fortuna de España, consiste en según la versión de Zamarro “tirar los precios para vender en promoción. Una vez el franquiciado incurre en pérdidas, “la marca de deja que le deba dinero, algo similar a una cuenta de crédito cuyo importe se va haciendo cada vez mayor hasta que la deuda se vuelve inasumible”.

Desde Mango, reconocen que efectivamente se produjo una denuncia en el año 2015 que se resolvió con un fallo a favor de la compañía. Además, responden a las acusaciones del abogado. “Se aplican los mismos descuentos y las mismas promociones en todas las tiendas, tanto propias como de franquiciados, que son determinadas por la compañía. Es cierto que, por determinadas circunstancias, como ha ocurrido este año con el retraso de temporada de verano, hay momentos puntuales de descuentos 'middle season' para dar salida al stock. Pero insistimos en que éstos son idénticos en toda la red y se fijan desde la central habiendo realizado un análisis previo y buscando obtener el mejor rendimiento y rentabilidad para todos”.  Respecto a la acumulación de deuda, la empresa explica que “empleamos un sistema de depósito. La ropa se entrega en cada tienda y lo que no se vende se devuelve, sólo se cobra el importe de la mercancía una vez retirada esta y siempre sobre ventas reales. Nunca sobre el volumen inicial”.

Asimismo, en Mango reiteran “el éxito de Mango radica precisamente en el modelo de las franquicias, nuestro proceso de expansión está basado en él. Son socios estratégicos de la compañía”. Prueba de ello son los números de la cadena de moda, que cuenta con un total de 2.217 locales de los que el 52% (1.167 son franquicias).

Vacío legal y falta de formación

A diferencia de lo que ocurre en Italia o Estados Unidos, la franquicia vive en España una situación de vacío legal que ayuda a que, en términos expresados por Zamarro, algunos franquiciadores actúen “de mala fe. Se aprovechan de la falta de conocimiento y formación de los emprendedores”. Asimismo, el sistema judicial español es proclive a dar la razón al franquiciador porque “prevalece el pacto entre las partes. Y cualquier relación contractual se considera como tal”, aclara. Denuncia también la existencia de "un lobby" al que no le interesaría la reforma del actual código de comercio, sobre el que ya se presentó un anteproyecto con 27 artículos con el objetivo de regular el sector de la franquicia, "Desapareció. Están muy contentos", apostilla.  

Federico Robaina, director del departamento de Franquicias de Banco Santander, se pronuncia a este respecto, “hay franquicias buenas y malas. En los últimos años se están dando casos de potenciales franquiciadores que no han testado su negocio. Venden aire”.

Para evitar caer en posibles estafas o arruinarse por en una mala franquicia, Robaina apela al sentido común y explica que, en el caso del Banco Santander, antes de otorgar la financiación necesaria remiten al franquiciado un extenso cuestionario en el que se le pregunta tanto por información cualitativa de la franquicia (estructura del grupo, facturación, modelo de negocio, planes de contingencia y expansión, ….) como por información cuantitativa (tipología de franquicias, año de break – even, inversión para la apertura, balance y cuenta de resultado, royalties, canon, avales…).

Un análisis con el que se pretende ampliar el conocimiento del futuro franquiciado acerca del negocio y los riesgos a los que se enfrenta. A este respecto Eduardo Abadía, director Gerente de la AEF, explica, “como ocurre en cualquier sistema de negocio, ni todos los conceptos son de éxito ni todos son recomendables. Por eso, antes de convertirse en empresario franquiciado hay que tener en cuenta una serie de factores, que son fundamentales para acertar a la hora de elegir entre tanta oferta de cadenas de franquicias como existe hoy en día en el mercado”. Entre las recomendaciones del decálogo de la AEF, Abadía destaca “

- No salirse de las reglas que marca la franquicia intentando actuar por cuenta propia porque suele conllevar al fracaso y al deterioro de la relación entre franquiciado y franquiciador

- Recabar información en ferias, internet, consultoras, con el fin de documentarse en profundidad sobre todo lo que rodea a la franquicia

- visitar a otros franquiciados  para que cuenten su versión de primera mano

- Llevar el contrato a un abogado que sepa de franquicias  para evitar cláusulas abusivas o sorpresas posteriores

- Revisar el emplazamiento donde se va a instalar la franquicia porque ahí es donde radica la clave de muchos éxitos o fracasos.  

El caso de los Supermercados Día 

A mediados del año pasado saltaba a los medios de comunicación la noticia de una posible estafa a los franquiciados de la supermercados Día. Según las denuncias, la empresa que dirige Ana María Llopis no sólo instaba a vender muy por debajo del precio de coste sino que además coaccionaba a sus empleados cuando solicitaban la rescisión del contrato al no poder asumir las pérdidas.

Vitor Cazallas es uno de los afectados por las supuestas malas praxis de la compañía. Fue titular de una franquicia Día en Ciudad Real entre los años 2014 y 2016 “cuando a pesar de facturar un millón de euros al año me ví obligado a cerrar porque no ganaba ni un duro”. Cazallas explica que Día se comprometía a asumir la diferencia entre “el precio de oferta y el precio real de venta en el mercado, con su margen de beneficio. Pero esto no ocurre nunca. Pagan lo que ellos consideran, si el importe es de 400 euros ingresan 150 o 200”. Además, “las comisiones de las tarjetas de crédito de titularidad Día las pagamos los franquiciados”.

Un coste que se suma a que “muchos productos que nos sirven están caducados o vienen con desperfectos. Por este concepto Día sólo nos abona un 0,4% de los costes de la mercancía de cada camión, lo que no da para nada”.  

Cazallas explica además que cuando decidió cerrar el negocio se vieron sometidos a presiones “nos dijeron que no íbamos a levantar cabeza, que no volveríamos a trabajar nunca más e incluso entraron en el local para borrarnos los archivos donde teníamos recogidos los datos contabilidad y facturación”.

Día ha respondido a estas acusaciones reconociendo que “existen en España 10 litigios abiertos contra Día relacionados con las franquicias, de las que la compañía ha ganado tres en primera instancia”. Además, existe una querella en un juzgado de VIC interpuesta por veinticinco ex franquiciados en 2016. En este caso, tanto el juzgado como la Audiencia Nacional -en la que también se presentó- acordaron inhibirse del proceso por una cuestión de competencia territorial, “que se basa en que no se aprecia un delito de conexión; es decir, que no hay un sistema general de estafa o que perjudique a los franquiciados ni ningún macroproceso, como afirmaban los querellantes”, aclaran en Día.

Por otro lado, Día insiste que ha iniciado 15 litigios contra exfranquiciados a los que se les reclama 1,7 millones de euros”.

La cadena de supermercados recuerda a su vez la denuncia que Asafras (Afectados Franquicias Supermercados) presentó en 2014 ante la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia (CNMC) contra sus franquicias. Dos de las reclamaciones venían motivadas por la fijación de un precio máximo recomendado y por la obligación de aprovisionamiento exclusivo. La CNMC dio la razón a Día y archivó el caso. “La litigiosidad de los franquiciados en nuestra compañía es inferior al 1% del total”, aclaran. La cadena cuenta con un total de 2.100 franquicias en España y un total de 3.700 distribuidas en 24 países.

De cualquier forma los expertos aconsejan tener un buen asesoramiento especializado antes de elegir una; informarse a fondo sobre la franquicia elegida; consultar a otros franquiciados sobre su experiencia con esa marca; formarse a fondo de igual manera que se haría para acometer cualquier negocio en solitario; leer bien el contrato con la ayuda de un abogado; sólo aceptar las condiciones que impone la franquicia si se ajustan a la legalidad y si son realistas; y elegir bien la zona donde se va a abrir la franquicia.

Por su lado, muchas marcas aconsejan también la máxima dedicación del franquiciado a su nuevo negocio y que no se lo plantee sólo como una inversión. La actitud del franquiciado cuenta mucho, sobre todo en marcas que venden productos a precios bajos, ya que éstas requieren un plus de atención y profesionalidad. El saber hacer del franquiciado también a veces marca la diferencia entre el éxito y el fracaso.