Antes de la subida de cotizaciones

Los autónomos tienen en diciembre la última oportunidad del año para bajar o subir su cuota de cara a 2022

Los autónomos tienen un mes para poder bajar o subir su cuota de cara al año que viene. El 31 de diciembre termina esta última oportunidad para cambiar su base de cotización antes del incremento de cotizaciones que planea el Gobierno en 2022.

 

Hasta el 31 de enero para modificar la base de cotización
Los autónomos tienen en diciembre la última oportunidad del año para bajar o subir su cuota de cara a 2022

Los autónomos tienen un mes para poder bajar o subir su cuota de cara al año que viene. El 31 de diciembre termina esta última oportunidad para cambiar su base de cotización que se vuelve especialmente importante para los trabajadores por cuenta propia debido al posible incremento de cotizaciones que planea el Gobierno para 2022. Se trata de una de las medidas incluidas en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo que ha sido recientemente aprobada por el Congreso de los Diputados

El documento recoge un incremento de las bases mínimas de cotización que elevaría la cuota de autónomos a 294 euros, es decir, 59 euros más al año. A pesar de no haber sido negociada -como se hacía tradicionalmente- con las organizaciones de autónomos, todo apunta a que el Senado tramitará estos presupuestos, con la consecuente subida de las bases, en formato exprés. El objetivo de Moncloa es que estén aprobados a finales de diciembre y que entren en vigor el 1 de enero de 2022. Esto quiere decir que, a partir del próximo año, los autónomos se pueden enfrentar a una subida de las bases mínimas de cotización. Así, la base mínima para los afiliados al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) sería de 960,60 y la máxima de 4.139,4 euros mensuales. Lo que eleva a 293,94 euros mensuales la cuota mínima y la de los societarios hasta a 377,87 euros al mes, un incremento de 59,4 y 76,2 euros con respecto a este año. 

Por ello, este último mes del año constituye una buena oportunidad para muchos profesionales que, a pesar la paulatina recuperación que están experimentando distintos sectores tras la emergencia sanitaria, no han logrado reactivar por completo su actividad y el pago de sus cotizaciones les supone aún un gran esfuerzo. Ellos son los que deben aprovechar esta ocasión para bajar su base y poder pagar menos a la Administración. No obstante, también puede darse el caso contrario, y aquellos autónomos que hayan superado esta crisis y hayan vuelto a sus niveles de facturación previos a la pandemia pueden elevar su cuota.

Fechas para poder bajar o subir la cuota a lo largo del año

Desde hace cuatro años, con la entrada en vigor de la Ley 6/2017, del 24 de octubre, de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, los trabajadores por cuenta propia pueden cambiar su base de cotización hasta cuatro veces al año. Lo que significa que tienen hasta cuatro oportunidades anuales para decidir la cuota que pagan a la Seguridad Social y adaptarla así a su realidad económica. Los afiliados al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) pueden modificar su base de cotización en cuatro periodos establecidos.

  • Entre el 1 de enero y el 31 de marzo, con efecto a partir del 1 de abril
  • Entre el 1 de abril  y el 30 de junio, con efecto desde el 1 de julio
  • Entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, con efecto a partir del 1 de octubre
  • Entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre, con efecto desde el 1 de enero del año siguiente

Este cambio se debe realizar telemáticamente en la Sede Electrónica de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). Desde la página principal y a través de la pestaña “Afiliación e Inscripción”, el trabajador por cuenta propia debe acceder al apartado de “Cambio en la base de cotización de autónomos”. El plazo para que el cambio tenga efectos desde el primer mes del año que viene es hasta el 31 de diciembre.

Una subida de las bases que no fue pactada

Tradicionalmente, la subida de las bases mínimas de cotización de los afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) se suele pactar con las organizaciones de autónomos a través del diálogo social. Pero en esta ocasión no han sido convocados y, a expensas de que ocurra alguna modificación, la base mínima de cotización de los trabajadores por cuenta propia subirá un 1,7% el año que viene.

Las organizaciones de trabajadores autónomos denunciaron cuando se conoció el texto del proyecto de ley de los PGE que no se hubiera consultado previamente la subida. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), lo denunció a través de su cuenta de Twitter. Dónde señaló que “sin diálogo” el Gobierno va a incrementar en 60 euros más al año el coste en cotizaciones para los autónomos que estén en base mínima, y 76 euros para los que sean societarios.

Si bien, después de haber transcurrido más de un mes desde el anuncio, la situación sigue siendo la misma y fuentes del diálogo social confirmaron a este diario que todavía no se ha llamado a las organizaciones de autónomos para negociar la subida en los PGE, pese a que la norma se encuentra ya a tan sólo unas casillas de la salida. Se trata de un aspecto novedoso ya que hasta este año, la subida anual de las bases de cotización de los autónomos, que proviene de una recomendación realizada por el Pacto de Toledo para ir acercando las cotizaciones de los autónomos a las de los asalariados, se ha venido consultando y alcanzando un consenso con las organizaciones de autónomos más representativas.

¿Y qué pasará con la subida anunciada de los tipos?

Gracias a este diálogo, el año pasado las organizaciones consiguieron en la negociación con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones la congelación del incremento de las bases debido a la subida de los tipos acordada en 2018, por la grave situación en la que se encontraban los pequeños negocios en medio de una crisis originada por la pandemia. De hecho, falta por conocer aún la decisión del Gobierno en cuanto al incremento de los tipos que debería aplicarse el año que viene, y que depende un Real Decreto aprobado en 2018 y de la subida ya pactada del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).