Guía de los gastos ineludibles y variables, según la actividad

¿Cuánto cuesta hacerse autónomo en España en 2022?

Darse de alta como autónomo e iniciar un negocio implica algunos costes ineludibles para los emprendedores y otros variables, según la actividad que pongan en marcha. Estos son los gastos que deberá asumir en 2022. 

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¿Cuánto cuesta hacerse autónomo en España en 2022?

A finales de febrero, más de 3.424 personas decidieron poner en marcha su propio negocio y darse de alta como autónomos. Ese mismo mes, se alcanzó la cifra de 3.315.658 afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). A pesar de la pandemia y la subida de los costes derivada de la guerra de Ucrania, las cifras demuestran que cada vez más personas deciden crear una actividad y convertirse en trabajadores por cuenta propia. 

Una de las dudas más frecuentes que tienen los emprendedores a la hora de montar su negocio es qué costes deberán asumir al poner en marcha su actividad y darse de alta como autónomos. Según los expertos consultados, existen dos tipos de gastos que habrá que afrontar: unos ineludibles y otros opcionales.

Cuando se habla de costes ineludibles en el régimen de autónomos, se hace referencia a aquellos gastos que cualquier autónomo, independientemente de su sector, va a tener que pagar de manera periódica nada más darse de alta. Mientras que los 'opcionales', serían aquellos gastos que no son una obligación como tal para todos los autónomos pero que, dependiendo de su actividad y de cómo desarrollen su negocio, tendrán que afrontar igualmente,

Los tres gastos ineludibles para ser autónomo en 2022

Para  hacerse autónomo, el emprendedor tiene dos obligaciones desde el primer momento: darse de alta en la Seguridad Social y en Hacienda. El alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) -Tesorería- implicará el pago de una cuota mensual, mientras que el alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE)-Agencia Tributaria- implica una serie de impuestos que tendrá que afrontar el autónomo, dependiendo de sus ingresos.

Tal y como explicó a este medio Jaume Barcons, abogado laboralista de la Gestoría Barcons, “un autónomo lo primero que necesita es darse de alta en el régimen especial de autónomos y elegir la base de cotización correspondiente que, en el caso de que sea un autónomo individual y que sea titular del negocio lo normal es que sea la base mínima de la tarifa 1”.

  • Cuota de la Seguridad social

Las cantidades a ingresar a la Seguridad Social, llamadas cuotas, se calculan aplicando el tipo a la base de cotización.

Tal y como se aprobó en los Presupuestos Generales del Estado el pasado mes de diciembre, los profesionales que se encuentren en la base mínima están obligados a pagar un total de 291,1 euros al mes y los autónomos societarios están obligados a pagar 374 euros mensuales, todo esto sin contar los tipos que tienen que asumir los autónomos, que hacen que realmente la cuota mínima en 2022 se eleve hasta los 293,94 euros al mes y a 377,87 euros para los autónomos societarios. No hay que olvidar que, durante los primeros años de actividad, existe una tarifa plana de 60 euros a la que se puede acceder si se cumplen una serie de requisitos.

Ahora bien, la cuota mensual que tienen que pagar los autónomos es un gasto ineludible, pero no está fijado. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones señala que la base de cotización “será la elegida por el trabajador entre las bases mínima y máxima que le corresponda”, siendo a partir del 1 de enero de 2022 una base mínima de 960,60 euros al mes y una base máxima de 4.139,40 euros al mes. Es decir, que cada autónomo elige libremente la base por la que cotizar y, por consiguiente, la cuota que va a pagar entre la mínima y la máxima. Cabe recordar que la elección de la base es una de las partes más importantes para el autónomo, ya que cuánto más alta sea más tendrá que pagar, pero también más elevadas serán sus coberturas sociales, como la Incapacidad Temporal, el cese de actividad, la jubilación, la maternidad o paternidad etc.

  • Pago trimestral del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)

 

Otra de las obligaciones que tiene un autónomo es la de presentar la declaración trimestral del Impuesto sobre el Valor Añadido e las facturas que ha cobrado, es decir, debe ingresar en Hacienda la diferencia entre el IVA repercutido y el IVA soportado de cada factura, lo que ingresa y lo que gasta en su actividad.

Este impuesto no lo tienen que pagar realmente el autónomo, ya que actúa como un intermediario entre Hacienda y sus clientes y se limita a hace de recaudador del IVA que abonan éstos últimos. Aun así, el trabajador por cuenta propia deberá guardar este impuesto ingresado en la factura y disponer de él hasta el momento de ingresarlo a Hacienda cada trimestre.

A pesar de todo, muchos autónomos no reservan el IVA recaudado de sus ventas, por lo que no es raro que los trabajadores por cuenta propia se encuentren muchos trimestres con que no disponen del impuesto recibido y tengan que hacer frente al pago de sus bolsillos, lo que supone un problema si no lo han previsto de antemano.

  • Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)

Los autónomos también tienen que hacer frente al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que grava los beneficios -rendimientos netos- obtenidos por el autónomo a lo largo del año. Aunque lo habitual es que esta declaración se haga de forma anual., también existe la posibilidad de hacerla de forma trimestral.

Esta última modalidad fraccionada se puede realizar de dos formas, dependiendo de cada autónomo: mediante el sistema de estimación directa (130) o el sistema de estimación objetiva (131). En el caso del primero, se debe pagar a Hacienda según el resultado de su actividad, mientras que a través del segundo sistema se tributa de acuerdo a unos baremos y con una cantidad fija, lo que se conoce normalmente como 'módulos'.

¿Qué costes mensuales son opcionales para los autónomos?

Además de los tres mencionados costes que son ineludibles, existen una serie de gastos que son opcionales dependiendo de cada situación o actividad. El hecho de que no sean ineludibles no significa que no deban tenerse en cuenta ni sean necesarios ya que, salvo casos en los que el negocio sólo precise de un ordenador, los trabajadores por cuenta propia deberán contar con ellos en la mayoría de los casos.

  • Gestoría

Contratar los servicios de una gestoría suele convertirse en algo imprescindible para cumplir con todas las obligaciones que requiere tener una actividad por cuenta propia. Según explicó Jaume Barcons, en el caso de los autónomos, la mayoría de las gestorías trabajan con cuotas.

“Se hace una cuota fija al mes para la parte de impuestos y otra cuota fija para la parte laboral, aunque también puede hacerse todo en una sola cuota, incluyendo ambas cosas, siempre en función del tipo de actividad o de la persona”. Con esta cuota, explicó este abogado laboralista, “las consultas que tengan están siempre incluidas, pueden venir a consultarnos y a preguntar dudas en cualquier momento. Lo que no estaría incluido normalmente es si tienen una inspección de trabajo, un juicio o un requerimiento de hacienda”.

El costes de estos servicios puede variar mucho según la actividad del autónomo, el sector en el que esté ubicado, si tiene o no tiene local y si cuenta con trabajadores a su cargo.

  • Coste de la plantilla

En caso de tener trabajadores a cargo, el autónomo tiene obligación de pagar el salario y las cotizaciones de sus empleados. Es decir, deberá darlos de alta y, a partir de ahí, en función del sueldo que se les pague, tendrá que ingresar una cantidad cada mes, a mes vencido, a la Tesorería General de la Seguridad Social.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre septiembre y diciembre de 2021, los negocios abonaron una media de 2.874,61 euros por trabajador y mes, entre cotizaciones y salario.  

  • Gastos bancarios, financiación e intereses

En caso de necesitar algún tipo de financiación, gastos bancarios e intereses, esto se convertirá en un coste fijo mensual, cuya cantidad dependerá de cada caso.

Tal y como explicaron desde la Gestoría Barcons, actualmente, y ante una posible subida del tipo de interés, “lo que conviene es coger productos a tipo fijo, no a tipo variable”, ya que así “puede parecer hoy que estás pagando un poco más, pero tienes una cuota, ya sabes lo que vas a pagar durante toda la vida de ese préstamo y no tienes oscilaciones”.

  • Seguro de responsabilidad civil

En el caso de los trabajadores por cuenta propia, los Seguros de Responsabilidad Civil garantizan la continuidad del negocio ante cualquier imprevisto o suceso que pueda implicar el pago de indemnizaciones por daños y perjuicios a terceros. Asimismo, suelen estar incluidos los gastos correspondientes a una defensa jurídica.

A no ser que el autónomo tenga un negocio muy concreto o trabaje desde casa, se trata de uno de los gastos más recomendables -y en algunos casos obligatorio- para el colectivo. 

  • Espacio y material de trabajo

No todos los autónomos necesitan un espacio en el que trabajar y esto depende, claramente, del tipo de actividad que se lleve a cabo. En el caso de aquellos negocios que precisen o bien de un espacio para trabajar o bien de distintos materiales necesarios para desempeñar la labor, se generará un coste. La necesidad de disponer de un espacio de trabajo, ya sea una oficina o un local, se traduce en un gasto fijo mensual que habría que añadir al resto de costes.

  • Presencia en internet: página web, marketing y comunicación

En plena era digital, la presencia en Internet resulta cada vez más imprescindible para aquellas personas que emprenden una actividad por cuenta propia. Uno de los grandes retos para hacer crecer un negocio es llegar y hacerse ver en este mundo cada vez más digitalizado.

Los gastos que esto genera pueden estar relacionados con la necesidad de llevar a cabo distintas campañas de marketing, la contratación de una agencia de comunicación o la creación de un espacio web que pueda dar soporte al negocio. Si bien no suele ser un coste muy elevado, tener y gestionar su propia página, le costaría al trabajador por cuenta propia un mínimo de entorno a 100 euros anuales. 

  • Otros gastos

En la mayoría de los casos se producen gastos variables relacionados con los desplazamientos y las comidas (aunque éstas se pueden desgravar hasta un máximo de 29 euros al día).

Es importante saber que aquellos gastos vinculados a la actividad y que sean registrados y justificados pueden ser considerados por Hacienda como deducibles, es decir, que el autónomo puede recuperar el IVA de dichos gastos. Esto es así, sobre todo, en el caso de las dietas, que tienen asignado un criterio e importes deducibles por Hacienda para cada caso.