Polémica en la estaciones de invierno

Cuidado con tu profesor de esquí, puede ser un intruso

Aunque la nieve sea escasa, estamos en temporada de esquí. Estos meses son los que proporcionan una oportunidad para una actividad atractiva y vocacional como es la de profesor de esquí. Pero, cuando se contrata a un profesional, es bueno cerciorarse de que está cualificado y de que no se trata de un intruso.

profesor de esqui
Cuidado con tu profesor de esquí, puede ser un intruso

En el mes de enero se vive la temporada álgida de los deportes de invierno. Estas actividades ofrecen múltiples oportunidades laborales, entre ellas la de ser profesor de esquí y de otros deportes como el snowboard. Se trata de una profesión estacional, pero también muy demandada, que se puede ejercer por cuenta ajena o por cuenta propia. En este último caso, hay que tener en cuenta varios aspectos, pues uno de los caballos del sector es el intrusismo.

La profesión de profesor o monitor de esquí, ya que de las dos maneras se la conoce -incluso también como instructor-, tiene la particularidad de que no está regulada oficialmente. Además, para su ejercicio en España no se requiere estar asociado a ningún tipo de federación o de asociación. Es cierto que existen iniciativas privadas en las propias estaciones de esquí en esta dirección o se habla de exigir una tarjeta profesional oficial para aquellos que hayan superado el llamado Eurotest con el fin de que se pueda ejercer esta profesión en el territorio de la Unión Europea. Pese a todos los intentos, lo cierto es que “en los últimos años se han multiplicado los profesores que dan clases de esquí y dan un mal servicio, sin garantías, ni oficinas, ni seguros”, afirman en la Asociación de Empresarios de Sierra Nevada.

Para ejercer la enseñanza del deporte del esquí como autónomo hay que empezar bien. Además de cumplir con los requisitos comunes a cualquier trabajador por cuenta propia, como darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social y en el epígrafe correspondiente del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), es esencial suscribir un seguro de responsabilidad civil. Un profesor de esquí debe tener en cuenta que enseña un deporte con riesgos para sus alumnos, especialmente si éstos son menores de edad como ocurre en muchos casos.

Titulación

El segundo elemento fundamental para que la práctica de la actividad sea la adecuada es la formación. El problema del intrusismo que muchos denuncian en el sector se origina en que muchos ejercen sin estar ni titulados ni acreditados, aunque las propias estaciones se encargan de vigilar que no sea así. 

Sin embargo, la formación reglada para esta práctica profesional existe desde hace años. Hay una titulación denominada de Técnico Deportivo en la modalidad de esquí alpino, esquí de fondo o de snowboard.

Existe un primer nivel, el TD1. Dependiendo del centro de formación escogido, habrá unas pruebas de acceso u otras. Estas pruebas, en general, miden la capacidad del alumno para practicar el esquí y suelen consistir en ejercicios típicos del deporte como el slalom o las bajadas. El TD1 faculta para dar cursos de iniciación a nivel nacional.

El segundo nivel es el TD2. Equivale a un grado medio como técnico deportivo. El siguiente nivel, el TD3, equivale a un grado superior y lo suelen cursar aquellos profesores dedicados a la competición.

Las enseñanzas se pueden realizar en los numerosos centros de formación que se localizan en las estaciones de esquí españolas. El precio de los cursos varía pero éstos pueden llegar hasta los 2.000 euros, a lo que hay que sumar las gastos de estancia. En el sector explican que merece la pena invertir en formación porque es un hecho que ésta es el arma más eficaz para luchar contra el intrusismo en la profesión.

Opciones fuera de temporada

Uno de los inconvenientes que presenta la profesión de monitor de esquí es su estacionalidad. La temporada suele durar unos cinco meses, desde finales de noviembre a principios de abril. Fuera de la misma, las estaciones de esquí echan el cierre. 

Una opción para muchos de estos profesionales es viajar a países del hemisferio Sur a los que llegan las nieves cuando en España empieza a hacer calor. Un aspecto muy importante si se opta por viajar es que, en la mayoría de los países donde se practica el esquí, los profesores deben estar federados para ejercer.

Otra de las salidas para trabajar fuera de temporada es cambiar la ocupación pero sin salir del entorno y convertirse en guía de montaña o atender negocios relacionados con el alpinismo, el senderismo o las excursiones. 

Muchos cambian completamente de registro y se dedican a otras actividades lejos de las estaciones. Es muy frecuente que en los meses de abril a noviembre, los profesores de esquí trabajen en la hostelería de las poblaciones cercanas a las estaciones o en otras localidades.