Aumento de los tipos y las bases de cotización

La cuota de autónomos subió en la última década entre 35 y 282 euros mensuales

En la última década, los autónomos han visto cómo su cuota a la Seguridad Social aumentaba 35 euros en las bases mínimas y 282 en la máxima. Éstas han sido las subidas que han ido modificando las cotizaciones.
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La cuota de autónomos subió en la última década entre 35 y 282 euros mensuales

Los autónomos han visto cómo en la última década su cuota mínima y máxima mensual aumentaba considerablemente. Desde el 2011, el colectivo paga 35 euros más en la cuota mínima a la Seguridad Social y 282 en la máxima. Un gasto que en este contexto de pandemia se ha hecho sentir para muchos trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, también es cierto que, junto al aumento de las cuotas, ha crecido el número de coberturas presentes y futuras que ahora disfrutan los autónomos hasta el punto de ser las mismas que las que tienen los asalariados.

A pesar de que cualquier incremento que se haya producido en la cuota, especialmente el que se aprobó en 2018 y que afectó a las últimas subidas, supone un gasto más para el colectivo, cabe recordar la importancia que tienen las cotizaciones para los autónomos. De ellas dependen algunas prestaciones vitales como el propio cese de actividad, que ayudó a 1,5 millones de trabajadores por cuenta propia durante esta pandemia, sin olvidar otras como la incapacidad temporal, la maternidad, el accidente laboral o la formación,

En el 2011 los trabajadores por cuenta propia pagaban 253,36 euros de cuota mínima, que ha aumentado hasta los 288,99 euros en el 2021. Por otro lado, aquellos autónomos que querían cotizar por la cuota máxima en 2011 han visto como pasaba de 962,57 euros a 1245,45 euros. Este incremento en las cuotas del colectivo se debe a dos factores fundamentales: el crecimiento de las bases de cotización  y la subida de los tipos aplicables a las bases.

¿Cómo ha aumentado la cuota en los últimos diez años?

La cuota que abonan cada mes los trabajadores por cuenta propia ha ido evolucionando en los últimos diez años en función de las bases mínimas y máximas que marca cada año el Gobierno vía Presupuestos Generales del Estado (PGE), pero también depende del tipo que se aplica sobre dichas bases. Estos tipos son, básicamente, el porcentaje de la base de cotización que va a pagar mensualmente el trabajador por cuenta propia a la Tesorería. 

Así, el autónomo que eligió cotizar por la base mínima en 2021  -944,4 euros al mes- lo que pagará realmente de cuota al mes será un 30,6% de esa base, lo que da como resultado 288,9 euros mensuales. No obstante, tanto la base como los tipos han variado desde 2011 hasta ahora. Ésta es la evolución:

 

Base mínima

Base máxima

Tipo cotización

Cuota mínima

Cuota máxima

2011

850,2

3230,1

29,8

253,36

962,57

2012

850,2

3230,1

29,8

253,36

962,57

2013

858,7

3425,7

29,8

255,89

1020,86

2014

875,7

3597

29,8

260,96

1071,9

2015

884,4

3642

29,8

263,55

1085,32

2016

893,1

3751,2

29,8

266,14

1117,86

2017

918,8

3803,7

29,8

273,8

1133,5 

2018

932,7

4070,1

29,8

277,94

1212,89

2019

944,4

4070,1

30

283,32

1221,03

2020

944,4

4070,1

30,3

286,15

1233,24

2021

944,4

4070,1

30,6

288,99

1245,45

 

Fuente: Elaboración propia en base a los datos de la Seguridad Social.

Subidas en las bases mínima y máxima

En primer lugar, las bases mínima y máxima de cotización para los autónomos han crecido progresivamente en la última década. En el año 2011 los trabajadores por cuenta propia tenían una base mínima de cotización de 850,2 euros por la base mínima y 3230,10 por la máxima.  Entre el 2011 y el 2018, la base mínima aumentó 82,5 euros y la máxima 840 euros. Sin embargo, en los últimos tres años, dichas bases se han paralizado, porque hasta ahora todavía no se ha incluido ninguna modificación ni del Salario Mínimo Interprofesional ni de las bases en los últimos PGE .

No obstante, que se hayan paralizado las subidas en las bases de cotización no significa que no haya aumentado en estos años la cuota de autónomos. Esto se debe a los tipos de cotización aplicables, es decir, al porcentaje de la base que se utiliza para calcular la cuota.

Subidas en los tipos aplicables

Desde el año 2011 al 2018, se mantuvieron los tipos aplicables a las bases a un 29,8%. Sin embargo, desde el 2019, con la aprobación de la disposición transitoria segunda del Real Decreto Ley del 28 de diciembre 2018 para la revaloración de las pensiones públicas y otras medidas urgente en materia social, laboral y de empleo, los tipos aplicables a las bases sufrieron tres subidas correspondientes al 2019, 2020 y 2021.

Como ya avanzó este medio, la del 2021 está todavía pendiente de aplicar, al menos hasta mayo, gracias al acuerdo alcanzado entre las organizaciones representativas del colectivo con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. En este acuerdo se instó al Ejecutivo a paralizar esta subida de los tipos ya que, si bien es muy necesaria para contribuir a que los trabajadores por cuenta propia tengan mejores prestaciones, quizá no era el momento de ponerla en marcha en plena crisis económica.

Ahora bien, dos de esas tres subidas sí se aplicaron: la de 2019 y la correspondiente a la mitad del 2020 (todavía queda pendiente una deuda para todos los autónomos por el incremento no aplicado en siete de los doce meses del año pasado, que se irá cobrando de forma prorrateada, según pudo saber este diario). En 2019, el tipo creció un 0,2% hasta alcanzar el 30% aplicable a la base de cotización. Asimismo, en el 2020 y 2021, la cifra creció un 0,3%, alcanzando un tipo de cotización del 30,3 y 30,6% respectivamente.

La importancia de cotizar, y aumentar la base

Muchos autónomos consideran su cuota como un gasto, no como una inversión. Sin embargo, y especialmente ahora, en plena crisis sanitaria y económica, casi 1,5 millones de autónomos percibieron la prestación por cese de actividad que, no hubieran disfrutado si no hubieran cotizado por ella. Desde el 2019, todos los autónomos cotizan por las mismas prestaciones que los asalariados (accidente, incapacidad, baja temporal, formación, maternidad y paternidad, jubilación,...) y sus cuantías van en función de lo que cada autónomo decide cotizar. A mayor cuota mayor prestación, como el resto de afiliados a la Seguridad Social. 

Según un estudio realizado por Mapfre, una parte importante del colectivo “acumula un alto grado de desconocimiento o desinformación” sobre el tipo de prestaciones a las que tienen derecho. Y tampoco son conscientes de las mejoras que ha incorporado la Ley de Medidas Urgentes del Trabajo Autónomo, como la baja por maternidad o la cobertura por accidente in itinere. Ni tampoco de lo que ha implicado la universalización a todos los autónomos de las mismas prestaciones que gozan los asalariados, entre otras, la extensión del cese de actividad (antes voluntario) que entró en vigor en enero de 2019 y que garantiza una prestación por desempleo en caso de que el autónomo se vea obligado a abandonar su actividad, o la baja por accidente, o la formación, cuestión esta última por la que se explica la subida de los tipos aplicables que se produjo desde este año.

Incapacidad Temporal o Permanente, Viudedad, Paternidad y maternidad, Cese de actividad, Formación u Orfandad , son sólo algunas de las coberturas a las que tiene derecho el autónomo sólo con pagar su cuota, y que mejorarían de forma exponencial si la eleva. Prestaciones que no sólo se deben, sino que también se pueden mejorar en muchos casos: según Mapfre, uno de cada tres autónomos podría permitirse cotizar -al menos- por bases superiores a la mínima.

Sin embargo, y a pesar de los incrementos en las bases y los tipos en los últimos años, lo cierto es que todavía un 52,3% del colectivo cotiza por la base mínima. De este modo serían 1,7 millones de trabajadores por cuenta propia los que cotizarían por la base de 944,4 euros. Así mismo, 1,2 millones cotizan por bases entre 1.000 y 1.800 euros y representan el 36,74% del colectivo. 

Otros 126.000 autónomos cotizan entre los 1.800 y los 2.400 euros. Además, 184.000 trabajadores por cuenta propia cotizan entre 2.400 y 3.600 euros al mes. Por último, sólo 44.000 autónomos tienen una base superior a los 3.600 euros.