Son "esenciales" y no pueden cobrar el cese

Los dentistas mantienen su actividad únicamente atendiendo urgencias

Los dentistas mantienen su actividad  atendiendo únicamente los casos de urgencia. Además, al ser considerados "actividad esencial" no pueden ni cerrar, ni hacer ERTE, ni cobrar la prestación por Cese de Actividad extraordinario. Además son pesimistas de cara al futuro de la profesión.

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Los dentistas mantienen su actividad únicamente atendiendo urgencias

Salir de casa para ir al dentista es una de las pocas actividades que están permitidas durante el Estado de Alarma. La norma permite a la clínicas dentales abrir pero sólo para atender casos de urgencia, lo que limita la actividad de las clínicas y pone en juego la supervivencia de este tipo de negocios.

Según explicó el odontólogo y responsable de atención al colegiado del Ilustre Colegio de Odontólogos de la Iª Región, Victor Díaz-Flores, mantener un negocio únicamente a base de realizar tratamientos de urgencia es prácticamente inviable. Muchos dentistas se sienten desamparados, pues no pueden pagar a sus empleados, ni plantear un ERTE, ya que rechazan su solicitud al tratarse de una actividad esencial: "hay clínicas cerradas sin poder hacer un ERTE, ni pedir la prestación por cese de actividad, que tienen que seguir pagando a sus trabajadores y haciendo frente a todos los gastos” dijo Díaz-Flores. 

A la difícil situación económica de los odontólogos, en su mayoría trabajadores autónomos, se suma otro grave problema: la falta de material sanitario en sus consultas. Sin él, no pueden hacer frente a sus actividades laborales, ni cumplir con las medidas de prevención impuestas por el Ministerio de Sanidad. La atención de los casos de urgencia no debería haber sido un problema para este sector, si no fuera porque los profesionales odontólogos donaron a la sanidad pública, al inicio de la crisis del COVID-19, gran parte de los productos y materiales que necesitaban, y ahora se encuentran desabastecidos para atender los pocos servicios que tienen. 

Donaron su material y ahora les falta protección

Poco después de declarar el Estado de Alarma, el Gobierno pidió a la población, en un ejercicio de solidaridad, que donase equipos de protección a la sanidad pública, pues la grave situación estaba produciendo un desabastecimiento de materiales en los hospitales. La mayoría de los profesionales odontólogos atendieron la petición y cedieron gran parte de su material preventivo, desde mascarillas hasta EPIs completos (Equipo de protección individual), para ayudar y ser partícipes de la emergencia que estaba viviendo la sanidad.

Un acto de generosidad que les ha acabado perjudicando: "ahora, nos hemos visto en la situación de no poder cumplir como debemos con nuestros pacientes, porque no contamos con material de protección para atenderles", señaló la odontóloga Virginia Castro, una de las propietarias de la Clínica Dental Dr. Lorenzo Castro. 

Por ello, los dentistas piden que se les incluya dentro de los grupos de riesgo y se les proporcione el material sanitario y las instrucciones precisas para cumplir con las medidas preventivas necesarias para llevar a cabo su actividad. “Tenemos el mismo problema que el resto de profesiones sanitarias: desabastecimiento y precios que han subido un 200% con respecto a la situación anterior” añadió Díaz-Flores.

Asistencias telefónicas para evitar el contacto

El confinamiento ha supuesto un cambio en la manera de desarrollar muchas actividades laborales, que han tenido que adaptarse a las medidas sanitarias para impedir la propagación del virus. Desde que se declaró el Estado de Alarma, la mayoría de clínicas dentales habilitaron un teléfono de urgencia para evitar tener que estar de manera física en la consulta, pero a la vez seguir ofreciendo un servicio a sus pacientes. “Queremos que el paciente no se sienta abandonado y pueda seguir consultándonos cualquier tipo de problema para que se sientan protegidos en ese sentido”, explicó la doctora Castro.

No obstante, según reconocieron los profesionales, las llamadas telefónicas son únicamente un primer filtro para valorar si se requiere una intervención de urgencia, o si por el contrario es posible solucionar el problema por otras vías: “Esta forma de realizar consultas por teléfono es muy subjetiva y nuestro diagnóstico tiene que estar basado en pruebas” añadió la propietaria la clínica.

En estos momentos, las principales demandas que están llegando por parte de los pacientes a esos teléfonos de urgencia habilitados por los dentistas, están relacionados con el dolor producido por fracturas de piezas dental, inflamación de las encías o infecciones, “a veces, los pacientes también nos envían fotografías que nos ayudan a ver el tipo y magnitud del problema” señaló Castro.

Recetas electrónicas durante el Estado de Alarma

El Covid-19 ha producido una elevada reducción en la asistencia física de pacientes a las consultas de los odontólogos. Sin embargo, esto no quita para que muchos de ellos sigan precisando de la prescripción de determinados medicamentos para el tratamiento de sus patologías. Razón por la que, durante el periodo del Estado de Alarma, se ha habilitado un sistema de validación de la receta privada electrónica o e-receta, que consiste en la posibilidad de ofrecer al paciente recibir la receta por mail o WhatsApp, sin tener que desplazarse a la consulta.

Una vez obtenida la imagen, el paciente o su responsable, podrá dirigirse a la farmacia para retirar la medicación prescrita, y el farmacéutico deberá validar el código de esa receta para dispensarle el medicamento. Finalmente, el farmacéutico guardará la impresión o imagen por el tiempo establecido en la legislación como comprobante de la dispensación realizada, a disposición de la inspección.

Las recetas electrónicas suponen “una medida extraordinaria para una situación extraordinaria” afirmó la doctora Virginia Castro. De esta forma, los odontólogos no dispensan recetas hasta no tener un diagnostico establecido en la clínica con las pruebas pertinentes.

Expectativas de cara al futuro en la odontología

Las expectativas de vuelta a la normalidad que los profesionales odontólogos tienen de sus negocios no son nada positivas. Ven el futuro con incertidumbre, preocupación y cierta “impotencia de no poder manejar la situación como nos hubiese gustado” señaló Castro. Los profesionales de este sector temen que se deteriore la relación odontólogo-paciente, puesto que “hay tratamientos que tienen un proceso largo, donde se necesitan revisiones de manera programada que, aunque no sean de urgencia, requieren de una supervisión” añadió el doctor Víctor Díaz-Flores.

Además, señalan a la crisis económica causada por el Covid-19 como una de las principales causas de que el paciente no vaya a querer tratar sus problemas dentales. “La falta de ingresos en todos los sectores perjudicará mucho a las familias y algunas no podrán tratarse debido a ello” argumentó Díaz-Flores.

Con cierta inestabilidad, pero concienciados de tener que adaptarse a las nuevas situaciones y procedimientos que dejará consigo el virus, la doctora Virginia Castro aseguró que “saldremos reforzados de esta situación y con ganas de seguir haciendo lo que mejor sabemos”.