El 92% son autónomos

La dura vida del vendedor ambulante

Altas tasas impuestas desde los ayuntamientos y escasa o nula comunicación con ellos, el traslado de los mercados a zonas alejadas del centro de las ciudades y la competencia desleal son los principales problemas a los que se enfrenta el comercio ambulante.

La dura vida del vendedor ambulante

Se acerca la Navidad y con ella la época de mayor esplendor de los mercados ambulantes, decenas de espacios de compraventa que aglutinan a infinidad de puestos que venden productos navideños, muchas veces de manufacturación propia, y que cada vez son más importantes para la economía española.

Según cifras facilitadas por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), la venta ambulante representa en torno al 8% del total del comercio minorista. La actividad está liderada por la venta de mercancías diversas, segmento que engloba una amplia gama de artículos, desde productos de ferretería hasta juguetes o plantas. Si se obvia este segmento no especializado, en casi todos los mercadillos destacan los sectores alimenticio y textil.

Lorenzo Amor, presidente de ATA, explica que “la Navidad es un momento que muchos deben y saben aprovechar para crear negocio, empleo y dar un impulso a su economía. Son autónomos, muchos de ellos artesanos que, a través de estos puestos en mercadillos más o menos estables, tienen una oportunidad de oro que este año se va a ver beneficiada por las buenas expectativas que hay de ventas. El incremento previsto en el consumo y las ventas favorecerá a un sector que necesita un último empujón”.

La mayoría son autónomos

Los números constatan que este tipo de comercio suele tener un carácter familiar. Según los datos del Registro General de Comerciantes Ambulantes de la Comunidad de Madrid, ejercen estas actividades en la región un total de 4.920 personas físicas. El sector está formado por 3.026 negocios, de los que 2.774 (el 92%), son autónomos. Estos pequeños empresarios, a su vez, tienen empleados a 245 trabajadores por cuenta ajena.

La venta ambulante reúne varias modalidades: la venta en mercadillos, en puestos aislados de temporada, en festejos populares y mediante el uso de vehículos itinerantes. Según los datos de la Comunidad de Madrid, los primeros son los que más abundan en la región, con un 64% de los negocios destinados a la venta en mercadillos.

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Problemática

Mercafer, cooperativa de Tarragona que agrupa a cientos de vendedores y feriantes, recoge las declaraciones de varios feriantes del mercado de Cambrils. Esta organización afirma que las altas tasas que cobran los ayuntamientos a los paradistas son “abusivas” y que el traslado de los mercadillos a zonas alejadas y con poca densidad de población obliga a los clientes a desplazarse demasiado lejos.

También existen situaciones de competencia desleal, con comerciantes que venden productos seminuevos como si fueran nuevos. Según Mercafer, la desconfianza del consumidor hacia la calidad real del producto es otro de los mayores problemas del sector.

Francisco Giménez, uno de los comerciantes del mercado de Cambrils, opina, junto con algunos de sus compañeros, que la comunicación con el Ayuntamiento de la localidad es escasa, por no decir inexistente. “Nos sentimos desprotegidos y unos auténticos parias”, señala este vendedor. Algunos de los socios sostienen, además, que este año a las habituales dificultades se suma la crisis provocada por el independentismo, que asusta a los compradores y hace que no se atrevan a gastar.

Paco Lobato, presidente de Mercafer, afirma que el sector está muy descuidado y que no se valora lo crucial que es para el comercio tradicional. Sostiene que la crisis ha afectado con gran dureza, dejando dicho sector "en una situación de precariedad, con márgenes de venta ínfimos", a lo que se le suma el auge de las plataformas online y de las grandes superficies.

Mercafer forma parte de la Unión de Empresas del Comercio Ambulante (UNECA), organización empresarial de ámbito nacional que cuenta con más de 3.000 socios. Su principal objetivo es dar visibilidad a estos autónomos con problemas específicos, y lograr mejoras para el colectivo. Ahora, promueven la elaboración de una norma legal específica para las cooperativas del sector. Lobato promete que este sector “no pasará a la historia”, es decir, que no desaparecerá, y que lucharán por “adecuarse a estos nuevos tiempos”.