Piden que se legalice y poder distribuirlo en exclusiva

Los farmacéuticos quieren vender fármacos a base de CBD de la marihuana

Los farmacéuticos se posicionan a favor de vender en sus establecimientos productos a base de Cannabidiol (CBD), que se extrae de la marihuana. Aseguran que este componente tiene beneficios medicinales y piden que se legalice para poder comercializar con él de forma segura.

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Los farmacéuticos quieren vender fármacos a base de CBD de la marihuana

Los farmacéuticos  piden poder vender fármacos a base de CBD -Cannabidiol-, un componente que se extrae de la marihuana. En España, de momento, no es legal comercializar productos para el consumo que contengan este compuesto. Sin embargo, en algunos países, los productos a base de CBD  son legales. 

Existen estudios que aseguran su eficacia contra enfermedades como la ansiedad o los trastornos alimenticios. De hecho, en algunos países como Canadá, México o Colombia  hace tiempo que es legal suministrar complementos alimenticios a base de este derivado del Cannabis para tratar enfermedades comunes.

En Europa, poco a poco, este componente se está empezando a normalizar. Especialmente en algunos países del norte como Suecia o Alemania. Sin embargo, “en nuestro continente todavía vamos con mucho retraso. Aún queda tiempo para que se normalice y se pueda comercializar legalmente fármacos con la base de este componente. Si bien están legalizado vender productos, como cremas o aceites corporales que contengan este compuesto, todavía es ilegal comercializar con fármacos a base de CBD para tratar dolencias”, explicó Luis de Palacio, secretario general de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y representante de las oficinas de farmacia en España que, en su gran mayoría están regentadas por autónomos.

Según los farmacéuticos, el CBD debería ser legal

Según de Palacio, el CBD debería ser legal en productos farmacéuticos, pues es " uno de los compuestos de la marihuana que no genera adicción y tiene una serie de propiedades que permitirían tratar distintas dolencias”, aseguró de Palacio.

El principal problema que presenta este componente del cannabis para su comercialización en las farmacias radica en su situación legal. Las dos drogas más antiguas y que históricamente han generado debate son la marihuana, -proveniente de la planta del cáñamo-, y el opio, -extraída de un tipo muy concreto de amapola-. Ambas plantas se prohibieron en un convenio internacional de Viena hace más de medio siglo.

“Internacionalmente, se prohíbe el comercio y la fabricación de la planta como tal, y al prohibir la planta, se prohíbe de alguna forma todo. También sus componentes”, destacó el secretario general de FEFE. Bien es cierto, que cuando se comenzó a experimentar y hacer uso de la morfina para el dolor de los heridos de bala en las grandes guerras, comenzaron a hacerse ciertas excepciones en algunas plantas.

La planta de la que se extrae la heroína, que es la misma que el opio, sí cuenta con alguna excepción que hace legal ciertos componentes o derivados de esas drogas, pero éste no es el caso del cáñamo. “La normativa no tiene ninguna excepción y sería imprescindible revisar y adecuar la legislación internacional para empezar a comercializar productos con CBD”, explicó Luis de Palacio. Con lo cual, éste es el principal impedimento para que las industrias comiencen a testar y diseñar medicamentos que contengan este componente.

Piden ser ellos los que vendan el CBD

A raíz de las iniciativas surgidas en Canadá y países de Latinoamérica, donde se están haciendo numerosos esfuerzos para tratar de modificar esa legislación y regular el suministro del Cannabidiol, los farmacéuticos españoles se han interesado por el tipo de producto y el mercado al que se pretende dirigir.

“En ese sentido ,desde FAFE hemos consensuado que, si ese derivado de la marihuana tiene beneficios medicinales, lo más correcto es que se distribuya desde las propias oficinas de farmacia. Somos expertos en farmacología y, por ello, los más aptos para aconsejar y promover que el uso de esos productos sea correcto y esté justificado. No sea abusivo ni recreacional”.

Dado que apenas está circulando esta información por el continente europeo, los farmacéuticos no quieren que la forma de aterrizar en nuestras fronteras sea comercializándose en cualquier supermercado o tienda con menos controles por parte de las autoridades.

Un "hito" para su profesión

“Nosotros conocemos sus principios activos y todos sus componentes, y su uso sin control podría generar problemas en la salud de las personas”, aseguró el secretario general de FEFE. Además, para los autónomos dueños de las farmacias, la venta de productos que contengan el derivado de la marihuana supondría “el desarrollo natural de su profesión”, añadió.

Es decir, para estos profesionales de la medicina, el hecho de que tengan la exclusividad de distribuir productos derivados de la marihuana, supone más un hito para su vocación que la búsqueda de un posible rendimiento económico. Tal y como comentó de Palacio, “tener la oportunidad de trabajar con productos que tienen funciones terapéuticas en estos campos, es el desarrollo más natural de la propia profesión del farmacéutico”.

No obstante, el secretario general de FEFE apuntó también que el hecho de vender este novedoso producto en las farmacias supondría que la gente lo concibiese como algo inocuo, y aunque no es dañino y, en principio, no produce riesgos, “habrá que estudiar en profundidad todas los posibles efectos que pueda acarrear en la salud”.

Los pacientes llevan años pidiendo que se legalice

Numerosas asociaciones de pacientes con dolor crónico llevan años reclamando la legalidad del uso terapéutico de la marihuana para tratar de calmar sus dolencias. No obstante, la evidencia científica y la industria farmacéutica no está a favor de permitir el producto como tal. “Legalizar la marihuana -incluyendo todos sus componentes- tiene muchos problemas. Su componente adictivo genera muchos trastornos en la salud de la sociedad”, afirmó el farmacéutico.

Los pacientes piden que ‘se levante un poco la mano’ con la restricción de esta droga. Sin embargo, bajo el punto de vista de la Federación de Farmacéuticos , suavizar la regulación general de la planta podría perjudicar a las iniciativas a favor del CBD, como componente terapéutico.

Nosotros seguimos exigiendo que se prohíba el uso de la marihuana pero, a la vez,intentamos que se permita el consumo controlado de productos que lleven sólo cannabidiol. La marihuana está prohibida porque no es buena, en EEUU que han permitido el consumo recreacional de esta sustancia, están teniendo problemas de salud bastante importantes”, explicó el secretario general.

Según el experto, aproximadamente en tres años se podrán empezar a comercializar los productos con el componente CBD en las farmacias españolas, “lo lógico sería que lo regulasen porque existe un movimiento internacional, y aunque España no sea pionera, al final, esto se globaliza”, concluyó.