Las grandes empresas buscan autónomos seniors para dirigir proyectos puntuales
La dificultad para encontrar empleo por cuenta ajena y el paro de larga duración hace que los trabajadores senior se vean excluidos del mercado laboral antes de tiempo. Sin embargo, la experiencia con la que cuenta este colectivo les convierte en una figura muy deseada para determinadas actividades. De hecho, según el Banco de España, aunque estos trabajadores pueden ser menos productivos en algunas tareas físicas o tecnológicas, superan con creces a los más jóvenes en las labores de organización y supervisión del trabajo.
Por este motivo, los trabajadores de más de 50 años encuentran una gran oportunidad de empleo en el marco de la denominada 'Gig Economy', contrataciones puntuales para actuaciones cortas. Una tendencia que ya se ha convertido en un modelo de autoempleo y que consiste en aceptar proyectos o encargos, habitualmente relegados a empleados fijos, pero de una duración limitada y sin exclusividad. Es decir, empresas que contratan los servicios de autónomos de esta edad para que supervisen y dirijan un proyecto.
Esta tendencia de empleo nació en Estados Unidos hace más de una década. Con la crisis económica, aparecieron formas de contratación alternativas. De hecho, más de 550 millones de autónomos o 'freelance' participan en esta “economía de la sabiduría” a nivel mundial, según Generación Savia, plataforma dedicada a crear oportunidades laborales para los profesionales senior. Se trata de un modelo de empleo que se nutre de profesionales expertos en áreas muy concretas, que ofrecen sus servicios para ayudar en la gestión y desarrollo de proyectos.
Según Miguel Ángel Benavides, especialista en organización de equipos, se trata de "una nueva oportunidad para el talento senior, una nueva forma de replantearse su vida y redefinirse laboralmente para ser capaz de transferir a las empresas los conocimientos que poseen”.
El emprendimiento como salida laboral de los más mayores
Esta tendencia coincide con los últimos datos recabados por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), que reflejan un incremento de los trabajadores por cuenta propia de entre 50 y 54 años en la última década, con 78.654 cotizantes más (18,5%). A estos, les siguen los autónomos de entre 55 y 59 años (más de 87.874 personas en diez años), casi un 25% más.
Tras los menores de 25 años, los autónomos mayores de 55 son el grupo que ha registrado mayores crecimientos en los últimos años. Por este motivo, encontrar un senior al frente de un negocio es cada vez más habitual. El pasado año el número de afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) mayores de 55 años aumentó en 55.459 profesionales, alcanzando el máximo histórico. Una tendencia al alza que se lleva repitiendo durante los últimos siete años. Entre 2012 y 2018 este colectivo se incrementó en un 11,58%.
Desde Generación Savia apuestan por el autoempleo como una salida para los mayores de 50 años que fueron expulsados del mercado laboral y aseguran que este colectivo también está muy interesado en el trabajo autónomo como salida laboral. “Para nuestras jornadas de formación de profesionales senior elegimos temas que aporten nuevas formas de ganarse la vida, herramientas que les ayuden a mejorar sus carencias, y el emprendimiento es actualmente uno de los más demandados”, explicó Gloria Juste, directora de proyectos de Fundación Endesa, la entidad que, en colaboración con Fundación máshumano, puso en marcha el proyecto Savia.
Tanto es así que, de los 20.000 trabajadores de más de 50 años que forman parte de esta iniciativa, cerca del 60% se plantea emprender o iniciar proyectos por cuenta propia. Gran parte de ellos pretende enfocar su experiencia como senior hacia la figura del consultor, "y pasar de empleado a experto", como señalaron desde la entidad.
Desde Generación Savia señalaron los aspectos en los que se debe fijar un profesional senior que quiera orientar su trayectoria hacia la consultoría por cuenta propia:
- "¿En qué soy bueno?". Analizar cuáles son los conocimientos, habilidades y competencias en los que una destaca, así como la personalidad, los valores y los motivos que llevan a iniciar este emprendimiento.
- "¿Dónde está la oportunidad?". Saber identificar un problema o necesidad en las empresas del sector o en el entorno profesional en el que se pretende trabajar.
- "¿Cuál sería mi cliente potencial?". Definir el target o el mercado de clientes y consumidores potenciales, así como el tipo de empresa que contratará los servicios y el sector en el que realizan la actividad. Además de analizar los canales para llegar a ellos y analizar su toma de decisiones.
- "¿Qué ofrezco?". Definir la propia propuesta de valor.
