Autónomos esenciales para la vuelta a la normalidad

Las guarderías siguen sin abrir porque no tienen medidas claras para hacerlo

Miles de guarderías de todo el país siguen cerradas a la espera de medidas específicas que les permitan abrir. Dependen de cada CCAA, pero todavía ninguna ha establecido un protocolo al que los centros puedan acogerse. Son negocios imprescindibles para que autónomos y asalariados con niños vuelvan al trabajo

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Las guarderías siguen sin abrir porque no tienen medidas claras para hacerlo

Las guarderías españolas han cumplido ya 3 meses desde que se vieron obligadas a cerrar por completo su actividad. Según el plan de desescalada, podían iniciar su progresiva reapertura con el inicio de la Fase 2, sin embargo, a día de hoy, con más de la mitad del territorio español en Fase 3, muchos centros infantiles continúan cerrados ante la falta de un protocolo de seguridad adaptado a las especificaciones de su sector.

Más de 23.000 escuelas infantiles regentadas por trabajadores autónomos, que dan empleo a más de 100.000 personas en todo el país, llevan acumulando gastos desde el comienzo del Estado de Alarma sin percibir aún ningún tipo de ingreso.  Este sector se encuentra en una situación de crisis muy grave que puede llevar al cierre de infinidad de centros en España”, alertó Ignacio Grimá, presidente del sector de educación infantil de la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (ACADE).

“Las escuelas de educación infantil están al límite. Tratan de aguantar a la espera de que se llevan a cabo medidas laborales y económicas con las que poder reanudar su actividad educativa y reactivar su economía”, explicó el vicepresidente de ACADE.

“Llevamos meses endeudándonos para que nuestros negocios no desaparezcan. Las escuelas infantiles somos un sector esencial”, explicó Patricia, propietaria de una guardería en Madrid. Sólo en esta comunidad, las guarderías privadas cubren más del 50% de las plazas. “Los autónomos pedimos ayuda desesperada, estamos en tiempo de descuento y necesitamos apoyo, ayuda y valoración de nuestra labor”.

En la otra cara de la moneda, las guarderías cumplen un servicio esencial para que miles de trabajadores y autónomos con niños pequeños puedan comenzar a acudir al trabajo o a sus negocios. Sin guarderías y escuelas infantiles, se hace muy difícil la vuelta a la normalidad y la reactivación económica de muchas actividades. 

Sin protocolos específicos no pueden abrir

El Gobierno Central delegó en las Comunidades Autónomas la competencia de establecer protocolos específicos para la reapertura del sector de las guarderías y escuelas infantiles. Sin embargo, a día de hoy ninguna de ellas ha puesto en marcha una batería de medidas a las que los centros puedan acogerse.

“Todavía no han establecido nada específico para el sector. Ni para una reapertura en este curso, ni para el curso que viene”, comentó Grimá. Desde Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada, ven “indispensable” planificar la vuelta del próximo curso escolar, y “que la autoridad sanitaria dicte de manera urgente normas claras que permitan la reapertura de los centros con todas las garantías higiénico-sanitarias, tanto para el alumnado como para los trabajadores.

Además, señalan que “es fundamental” que se constituya una mesa sectorial de la Educación Infantil, “que sirva para negociar, ahora y en el futuro, las cuestiones específicas del sector”, explicó Ignacio Grimá.

En Cantabria los centros elaboran su propio protocolo

Ante la falta de un protocolo específico para poder iniciar su actividad, la Asociación de Guarderías y Escuelas Infantiles de Cantabria puso en marcha su propia batería de medidas. Los centros asociados decidieron reunirse y elaborar su propio protocolo, que posteriormente hicieron llegar a las autoridades sanitarias para su aprobación. “Nadie se sentaba a dialogar sobre un posible protocolo, por lo que lo redactamos entre todos los responsables de los centros”, explicó Rosa Angulo, presidenta de la Asociación. 

“En Cantabria hemos hecho mucha presión. Exigimos abrir nuestros centros el día 8 de junio, cuando nuestra comunidad entró en la Fase 3. Y el día 7 por la noche se publicó la autorización por parte de la Junta, y una serie de recomendaciones e informativas y preventivas”, añadió Angulo.

Tras una semana en funcionamiento, la presidenta de la asociación reconoce que su protocolo ha tenido muy buena acogida, aunque aún están entre un 30% y 50% de capacidad, ya que “es lo que los padres están demandando”. Angulo espera que en julio se normalice todo más, “se está viendo que las guarderías funcionamos y no está suponiendo un riesgo mayor que el que era antes”.

Entre los problemas que se encuentran está la imposibilidad de mantener una distancia social entre educadoras y niños, “en nuestras rutinas básicas de alimentación, sueño o higiene no es viable establecer una distancia”, explicó la propietaria de una guardería. Por otro lado, sí que han establecido que los padres no podrán acceder al local más allá de la estancia habilitada para entregar a los niños, y éstos, no podrán llevar ningún juguete de casa.

“Es importantísimo que normalicemos al máximo la vida, y eso pasa por que los menores estén atendidos en las debidas condiciones y con las debidas garantías”, concluyo Rosa Angulo.

Canarias aprobó una línea de ayuda para el sector

Por su parte, las escuelas infantiles en Canarias podrán retomar su actividad el lunes 15 de junio. La Consejería de Educación de su comunidad ha establecido una línea de ayudas mensuales de cara a solventar las pérdidas que han acarreado las guarderías en los meses que han permanecido cerradas. Estas ayudas también están destinadas a reducir la importante inversión que tendrán que hacer estos centros para cumplir con los protocolos sanitarios.

“Necesitábamos el respaldo de la Consejería para poder ayudar a este sector en su reapertura. Esta ayuda será un respaldo importante de cara a la reactivación de los centros, tras la debacle económica que han sufrido estos autónomos”, destacó Juan Carlos Arricivita, presidente de ATA Canarias.

En su caso, ante la falta de protocolos específicos para iniciar la reapertura en las escuelas infantiles, se ha establecido que estos centros van a adherirse a los protocolos que la Consejería de Bienestar Social elaboró para las ludotecas. De manera que cuenten con unas indicaciones pertinentes para una desescalada segura y con garantías sanitarias.