Pluriactividad

Cuatro motivos frecuentes para acabar siendo asalariado y aútonomo a la vez

Son muchos los motivos por los que una persona puede ser asalariada y, a la vez, tener un negocio. De hecho, son más de 120.000 españoles los que se encuentran en esta situación. Se llama pluriactividad y es cada vez más frecuente. Domingo Gallego, asesor fiscal, explica los cuatro perfiles más habituales.

autonomos-pluriactividad
Cuatro motivos frecuentes para acabar siendo asalariado y aútonomo a la vez

Compaginar un trabajo como asalariado, con una actividad por cuenta propia es posible en España. De hecho, a finales del año pasado eran 121.193 las personas que se encontraban en esta situación. Los motivos por los que una persona puede llegar a este escenario son muchos y muy variados. 

Para entender los diferentes casos, es necesario conocer en qué consiste esta dualidad que se hace cada vez menos extraña entre los trabajadores. La pluriactividad no es otra cosa que tener un trabajo por cuenta ajena -es decir, estar contratado como empleado y dado de alta en el Régimen General- y, a la vez, ser autónomo -tener un negocio y estar dado de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA)-. Esta situación es perfectamente compatible, y no exime al trabajador de cotizar en los dos regímenes. Eso sí, la Seguridad Social marca unos topes máximos de cotización. Si se sobrepasara el límite, la administración devolvería el 'exceso cotizado' al contribuyente.

El Real Decreto-ley 28/2018, de 28 de diciembre, para la revalorización de las pensiones públicas y otras medidas urgentes en materia social, laboral y de empleo, (que entró en vigor el pasado 1 de enero) actualizó el tope y lo subió  904,69 euros, quedando así el máximo de cotización en 2019 para un trabajador en pluriactividad en 13.822,06 euros.

La normativa indica también que la Seguridad Social devolvería de oficio el  50% del exceso abonado cuando las cotizaciones ingresadas por el contribuyente entre el Régimen General y el RETA, superasen esa cuantía máxima estipulada. Ahora bien, con la información en mano, ¿Compensa esta situación? ¿Qué motivos puede tener un trabajador para acabar siendo autónomo y asalariado a la vez? 

Cuatro tipos de trabajadores en pluriactividad

Ser autónomo y asalariado es una situación cada vez más frecuente.  A veces, la pluriactividad se da simplemente por motivos económicos. Un autónomo cuya actividad no da suficientes beneficios y necesita de otros ingresos complementarios, o un empleado cuyo salario es bajo y lo complementa poniendo en marcha un negocio.

La pluriactividad también es frecuente entre aquellos emprendedores que acaban de lanzarse a poner en marcha un negocio y quieren asegurarse un mínimo de ingresos en los primeros meses en los que la actividad, seguramente, no vaya a dar suficientes beneficios. Domingo Gallego, asesor fiscal de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA) identificó los cuatro motivos más frecuentes por los que un trabajador puede ser a la vez autónomo y asalariado.

  • Funcionarios que tienen un negocio

Uno de los casos habituales que se pueden encontrar en el régimen de pluriactividad es el de funcionarios que quieren tener su propio negocio. Según explicó Gallego, los funcionarios “se encuentran dados de alta en el régimen personal laboral, que es perfectamente compatible con el RETA”. Los negocios de este tipo de trabajadores son muy dispares. Sin embargo, -según el asesor- es frecuente que estos trabajadores se dediquen a la prestación de servicios.Sería el caso, por ejemplo, de un funcionario que de clases particulares de inglés por las tardes, y  por las mañanas desempeñe sus labores de traducción para el estado.

  • Herencias que te lanzan al trabajo por cuenta propia

La pluriactividad no siempre se busca. A veces, llega sin querer. Muchos trabajadores acaban cotizando en dos regímenes a raíz de una herencia. Puede darse el caso de que un empleado que trabaja en una empresa  herede un negocio familiar y se vea obligado a darse de alta como autónomo. “Aunque ellos no estén en el día a día de la empresa,  sí que acaban encargándose de las labores de gestión y administración” explicó Gallego.

  • Pluriactividad para complementar ingresos

En el régimen de pluriactividad es muy frecuente encontrarse con trabajadores a los que su sueldo no les es suficiente y necesitan una actividad extra -por cuenta propia- para completar sus ingresos.

  •  Pluriactividad para asegurar una actividad

Este caso es frecuente entre los emprendedores que, antes de dedicarse al cien por cien a su proyecto, siguen trabajando durante un tiempo en una empresa como asalariado, para asegurarse sus propios ingresos y la inversión para su negocio. Aunque, "cuando ven que el negocio está funcionado, dejan su empleo y se centran en su trabajo como autónomo” apuntó Gallego.

En cuanto a los tipos de negocio que suelen poner en marcha los trabajadores en pluriactividad no hay nada escrito. Gallego comentó que había mucha diversidad, “desde servicios profesionales, hasta talleres de reparación, pasando por la creación de páginas web” concluyó el asesor. Y es que son muchos los profesionales que después de su jornada laboral a los que les gusta dar clases particulares, también a otros que en sus horas libres le llevan temas fiscalidad, contabilidad y laboral a distintas empresas, u abogados que tienen su propio despacho a parte de pertenecer a una gestoría. También es frecuenta la pluriactividad en el sector de la hostelería, como ocurre con los dueños de muchos restaurantes.