El sector no se recupera tras la pandemia

Negocios atenazados por los costes: los dueños de las peluquerías están ganando menos que sus empleados

Los costes se han disparado para los autónomos y pequeños negocios. Un ejemplo son las peluquerías, que pagan un 27,2% más por los productos que usan y un 40% más en la factura eléctrica, y en donde el beneficio que les queda es inferior al sueldo de sus empleados.

Las peluquerías asfixiadas por la inflación.
Las peluquerías asfixiadas por la inflación.
Negocios atenazados por los costes: los dueños de las peluquerías están ganando menos que sus empleados

Da igual en que sector nos ubiquemos: hosteleros, taxistas, transportistas o pequeños comercios. Todos han experimentado un aumento drástico de sus costes por culpa de la inflación, situada a finales de junio en el 10,2%. Ejemplo de este aumento son las peluquerías, salones de estética y barberías. La Alianza Empresarial por la Bajada del IVA a la Imagen Personal aseguró que el coste de los productos empleados por estos autónomos ha sufrido un incremento del 27,2%, sin contar con la electricidad.

“Estas terribles cifras hacen prácticamente inviable la actividad de un sector donde los propietarios y autónomos dueños de los salones apenas pueden aspirar al autoempleo y en muchos casos, tienen niveles de ingresos por debajo de los propios trabajadores de sus locales”, explicaron.

Los datos del último estudio realizado sobre esta casuística, reflejan que para el 77,88% de los encuestados, el autónomo propietario de un pequeño salón de peluquería, estética o barbería puede acabar cobrando menos que sus empleados.

De acuerdo el último estudio elaborado por la alianza de peluqueros, “el sector sigue sin haber recuperado las cifras prepandemia tanto en ingresos como en los servicios ligados a los eventos sociales como bodas, bautizos o comuniones”. De los más de 1.200 autónomos y pequeños negocios encuestados, sólo el 18,8% ha recuperado la facturación previa a la pandemia.

“Lamentablemente, el incremento de los costes de energía, personal, productos esenciales para la actividad y las cotizaciones a la Seguridad Social, han supuesto un mazazo para la productividad del sector en los últimos meses”, añadieron desde la alianza. Las peluquerías, continuó la patronal, “apenas ha recuperado aún 79,8% de la actividad que desarrollaba antes de la pandemia y tiene unos márgenes de beneficio inferiores al 10% comparada con 2019, que ha retrocedido un 20,2%”.

Su principal gasto es la electricidad

Los costes eléctricos siguen asfixiando a los autónomos, el Gobierno rebajó el IVA del 21% al 10% en la factura y otros costes fijos, que afectan a los domicilios, pero en ningún caso a los autónomos y empresas con un local abierto al público, que son también los que más pagan por los suministros. “La factura ha subido entorno al 40% y 50%”, explicó Mariano Castaño, presidente de la Federación de Peluquerías de Castilla y León.

“No entendemos todo el despropósito que estamos viviendo. Los negocios que ya estábamos en crisis por la pandemia, ahora nos enfrentarnos a una guerra que sigue incrementando la factura de la luz. Nuestros ingresos están en menos 30% y esto no es culpa de Putin como intenta ocultar Pedro Sánchez. Llevamos meses sufriendo incrementos, más de un año. La guerra sólo encarece el precio de los productos porque el transporte también sufre las consecuencias del aumento del precio de los  carburantes y por tanto las exportaciones. Nuestra factura de la luz sigue siendo disparatada. También hemos notado es un cambio en el consumo. Hemos tenido que subir nuestros precios – no nos quedaba otra – y los clientes están frenando y cuidando muchos más sus gastos. Es imposible abrir un negocio, ojalá pudiera liquidar mis locales. Me sale más barato no trabajar que abrir mi peluquería ¿Cómo es esto posible?”, aseguró Luis Herra-Portugal, presidente del Consejo Nacional de Empresas de Peluquería y Estética de España (CONEPE).

El 40% de las peluquerías están al borde del cierre

Tras más de diez años de lucha por recuperar un IVA reducido del 10% en su actividad, los peluqueros creían haber alcanzado su objetivo gracias a la admisión a trámite del Tribunal Constitucional para que tuviese efecto la propuesta del Partido Popular de reducir del 21 al 10% el IVA a los salones de estética.

La bajada del IVA al 10% para las peluquerías, barberías y centros estéticos supondría un respiro para una actividad que se encuentra en estos momentos al límite. El presidente de CONEPE aseguró que el 40% de las peluquerías están al borde del cierre, “en las últimas”. Herrera-Portugal explicó que no piden una “rebaja del IVA por ser diferentes a otras actividades, sino porque queremos recuperar lo que teníamos”. Por otro lado, valoró que la subida de los precios ante el aumento de los costes como el de la electricidad puede acabar suponiendo incluso más pérdidas para los peluqueros. “A pesar de que las cifras no se aguanten, muchos estamos frenando esta subida porque puede ser muy contraproducente y conllevar a una mayor pérdida de clientes”, afirmo el presidente de CONEPE.

Las autónomas de las peluquerías abandonan la actividad porque no pueden conciliar

El 88,32% de los emprendedores en el sector de la imagen y la estética son mujeres. Según los representantes de estas autónomas, las mujeres sufren “una especial vulnerabilidad” al carecer de ayudas para continuar en una actividad penosa y que imposibilita la conciliación familiar. Tesitura que impide a estas trabajadoras por cuenta propia poder jubilarse con todos los años cotizados por el abandono temprano de su profesión.

“Trabajan toda su vida y en el momento en el que deciden formar una familia – con 30 o 40 años – la dureza de actividad y lo difícil que les resulta atender a la familia las deja hechas polvo. Falta respaldo institucional para que concilien el trabajo con el hogar”, explicó Herrera-Portugal,

“¿Conoces a peluqueras mayores? Lumbalgias, problemas cervicales y un sin fin de enfermedades conllevan que las autónomas de los centros de estética y peluquerías renuncien a su trabajo antes de poder jubilarse y con apenas 25 años cotizados. Esto es inadmisible, tras una vida de sacrificio ni siquiera pueden jubilarse dignamente”, añadió Herrera-Portugal.

Vulnerabilidad en el sector que se acentúa por los altos costes de la actividad. “Al tener que pagar tantos impuestos, una autónoma tiene que doblar su trabajo para poder cuadrar las cuentas. Si a eso le sumas una persona dependiente, hijos o bajas por maternidad, el nivel de conciliación es inexistente. El deterioro es palpable”, expuso Herrera-Portugal.