Autónomos que están como en el estado de alarma

La pandemia ha hundido las fiestas y a los negocios de fuegos artificiales

La pandemia obligó a cancelar todas las fiestas a nivel nacional y los 120 negocios pirotécnico -la mayoría familiares- se quedaron sin actividad. Con pérdidas de hasta el 95%, les parece que no han salido del estado de alarma. Continúan cerrados y endeudándose para mantener sus negocios y no entienden por qué no les contratan.

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La pandemia ha hundido las fiestas y a los negocios de fuegos artificiales

La crisis del Covid-19 apagó los fuegos artificiales que marcaban el inicio y el final de las fiestas en los territorios españoles. Con la pandemia, el Gobierno canceló todos los festejos veraniegos del año 2020. Desde aquel momento y hasta ahora,  el sector de los negocios pirotécnicos ha perdido la gran mayoría de sus ingresos. 

Los apenas 120 pequeños negocios de trabajadores autónomos –en su gran mayoría familiares- que desarrollan esta actividad, siguen bajo mínimos o cerrados a día de hoy y sin saber qué será de su trabajo en el futuro. Los puntos de venta también han sufrido un gran desplome en las ventas que, en muchos casos, les ha obligado a cerrar.

“La cancelación de las fiestas ha paralizado por completo al sector. El Estado de Alarma comenzó cuando íbamos a poner en marcha la primera de las campaña más importantes del año –en el mes de marzo, con las Fallas de Valencia-, lo que, sumado al resto de cancelaciones, ha supuesto un descenso en la facturación del sector de hasta un 95% en todo el país”, explicó José Luis Giménez, presidente de la Asociación Española de la Pirotecnia (AEPIRO).

Desde la asociación, aseguraron que para las empresas de la Comunidad Valenciana “la situación es caótica. Para muchas, una parte importante de la facturación depende de Fallas, Magdalena y Hogueras de San Juan y fueron las fiestas que se suspendieron en primera instancia”, apuntó Giménez. De hecho, en el primer trimestre del año, sólo en esta comunidad, la facturación bajó en un 75%.

Lo peor de todo es que la entrada en la –nueva- normalidad no ha supuesto ningún cambio para el sector. “Siguen cerrados o bajo mínimos, y con todo el material guardado. Estos autónomos ya habían hecho la inversión en productos pirotécnicos del 2020. "El Covid-19 ha echado a perder por completo la campaña de este año”, destacó Nicolás Magán, asesor técnico de la Asociación de Pirotecnia. Tal es la catástrofe económica en el sector que aún no han podido analizar todas sus consecuencias.

El sector sigue en Estado de Alarma

La actividad pirotécnica en España sigue bajo las condiciones del confinamiento. A pesar de que el estado de alarma finalizó hace casi dos meses, este sector no ha podido retomar su labor, puesto que las prohibiciones sobre las festividades y aglomeraciones continúan vigentes en el país.

Es por ello que desde la asociación de AEPIRO reclaman al Gobierno la ampliación de los ERTEs, como mínimo, hasta que se pueda reanudar la actividad con normalidad, que no será en el mejor de los casos hasta mayo de 2021. “No podemos incorporar a los empleados porque aún no nos permiten desarrollar nuestro trabajo. Necesitamos una ampliación de los ERTEs, en nuestro caso, de fuerza mayor, y que se pongan en marcha ayudas dirigidas a mantener la actividad en el sector –tales como los costes de mantenimiento y funcionamiento-.”, explicó el asesor técnico.

“Nuestro negocio no puede estar cerrado durante tres meses y luego levantar la persiana así como así. El taller de pirotecnia tiene que mantenerse en activo y, como mínimo, cuesta una media de 70.000 euros al año, que teniendo la facturación a cero, es imposible de mantener”.

Por otra parte, Magán señaló cómo algunos autónomos que regentan negocios de pirotecnia han tenido que cerrar sus negocio y ponerse a trabajar para otras empresas para tratar de sobrevivir. "En caso de que no rescaten al sector, desaparecerán muchos establecimientos de pirotecnia", alertó el asesor técnico.  

Además, Nicolás Magán quiso también destacar la situación que están viviendo muchos trabajadores por cuenta propia del sector pirotécnico con respecto a los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO). "Los dueños de estos negocios han tenido que acogerse a los ICO para poder seguir cubriendo los gastos. Sin embargo, nos preocupa mucho cómo lo van a devolver, ya que este año apenas podrán generar ingresos".

Las aglomeraciones pueden evitarse

La Asociación de Pirotecnia española no entiende el por qué no se les permite realizar su actividad, cuando "hemos demostrado que un disparo de fuegos artificiales no tiene por qué ser sinónimo de aglomeracion". 

Tal y como señaló Magán, "se trata de disparo en zonas abiertas y al aire libre. Y como medida para evitar los grupos de gente en las calles viendo los fuegos, propusimos distribuirnos los espectáculos en distintos puntos de las ciudades y pueblos, e incluso cambiar el tipo de artículos de disparo, de manera que la gente pueda ver el disparo desde las ventanas o balcones de sus propias casas. En definitiva ofrecer distintas ubicaciones", explicó el asesor ténico de AEPIRO.

Sin embargo, "la realidad es que, salvo contadas excepciones, los ayuntamientos no se atreven a contratar nuestros servicios por miedo a generar rebrotes o infringir cualquier restricción sanitaria, o directamente han prohibido el uso de pirotecnia por particulares", lamentó Magan. El colectivo es consciente de que "quizás no somos un sector muy significativo económicamente hablando para el país, pero creemos que tenemos un fuerte peso en el patrimonio cultural y la tradición de España", señalaron desde la asociación.

Está en juego un patrimonio cultural

Tal y como explicó el asesor técnico de AEPIRO, la pirotecnia supone un "pilar fundamental en la tradición cultural del país". Sus fuegos artificiales inauguran de forma oficial, tanto el inicio, como el final de los festejos en todos los territorios españoles, y son sinónimo de estar viviendo un periodo festivo o de celebración. Eso es lo que los autónomos del sector más temen que se pierda, ya que prácticamente ninguno podría sobrevivir sin esta demanda.

La mayoría de los negocios pirotécnicos son pequeños y familiares. “Aparte de las tiendas de venta al por menor, somos unos 120 negocios dedicados al sector en toda España, y nos dividimos en dos actividades principales: la de fabricación y disparo –espectáculos pirotécnicos-, y la venta al por mayor. La actividad de venta al mayor la desarrollan mayoritariamente entre cinco o diez negocios en toda España. El resto de negocios –unos 110- se centran mayoritariamente en la fabricación y el disparo", apuntó Magán.

"Estamos viendo como, poco a poco, el virus está echando a perder nuestro trabajo y, con él, una de las tradiciones más antiguas. Somos relativamente pocos los negocios que nos dedicamos al disparo de espectáculos pirotécnicos y a la fabricación e importación de pirotecnia, por lo que, aunque sean pocos los que tengan que cerrar, ya supondría un gran porcentaje", dijo el asesor técnico de AEPIRO.

Magán concluyó con un ejemplo de un artículo pirotécnico que es fabricado por un solo negocio en todo el país. "Hay uno en concreto que lo fabrica un solo negocio, y si éste desaparece, la tradición de disparar ese artificio en concreto, desaparecería con él".