Alternativa de autoempleo

Si quieres abrir una franquicia necesitas adquirir ciertas aptitudes

Hoy arranca un nuevo proyecto de Autónomos y Emprendedores: la Escuela del Franquiciado. Una guía de seis capítulos en donde se hará un repaso a los principales temas que más pueden ayudar al autónomo que está sopensando la posibilidad de abrir una franquicia. Se trata de una importante decisión que debe tener en cuenta  la financiación, la búsqueda del local, los primeros problemas con los que se va a encontrar y, como apunta este primer capítulo de hoy, las actitudes y aptitudes que necesitará el franquiciado para afrontar esta modalidad  de autoempleo.

FotoApertura_AcademiaGrupoRestalia
Imagen de la franquicia TGB del Grupo Restalia.
Si quieres abrir una franquicia necesitas adquirir ciertas aptitudes

Con un crecimiento anual del 5%, las franquicias se han consolidado como un modelo que puede resultar más seguro para los nuevos autónomos que abrir un negocio en solitario. La clave no es sólo alíarse con marcas ya testadas y comprobadas, sino la propia actitud y aptitud del franquiciado. Lo cierto es que no todas las personas se adaptan plenamente al sistema de franquicias o reúnen los requisitos. Por ello, es importante realizar una autoevaluación previa para saber si se está preparado. Esta guía puede ayudarte.

  • Disponibilidad

Olvídese de dedicarle sólo unas horas, el trabajo del franquiciado necesita de una atención casi exclusiva. Supone una dedicación y esfuerzo personal muy importante, ya que se trata de un negocio cada vez más profesionalizado. Por muy buena que sea la marca franquiciadora con la que se va asociar, será muy difícil obtener el éxito esperado si no se está dispuesto a aportar esfuerzo personal.

Según la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), por volumen de negocio y número de locales, las franquicias de moda, hostelería y restauración son uno de los referentes del sistema. Pero todas requieren una dedicación absoluta. Hay que estar dispuesto a comprometerse, a poner pasión por el trabajo y a interesarse por lo que se hace. Somos más eficientes cuando realizamos actividades que nos motivan o que están relacionadas con alguno de nuestros intereses personales.

  • Saber asumir directrices de trabajo

La franquicia es un sistema que limita, en algunos aspectos, la capacidad de tomar decisiones dentro del propio negocio porque vienen determinados por el franquiciador. A cambio de perder parte de la independencia la franquicia ofrece mayor seguridad, una experiencia de éxito ya comprobada y apoyo de marketing. Como propietario de una franquicia, es necesario cumplir con los diversos controles y procedimientos establecidos por la marca. Cualquier innovación, modificación o peculiaridad que uno piense aplicar tiene que estar aprobada por el franquiciador ya que los cambios unilaterales por parte de los franquiciados acabarían quebrando la identidad de la red. Por ello, uno debe preguntarse si su personalidad es la adecuada para admitir que ciertos aspectos y procesos del negocio vengan determinados por la marca.

  • Habilidades de dirección

Se trata de un modelo en el que se debe aplicar habilidades de dirección. No sólo es importante adquirir conocimientos empresariales y de gestión sino también valores humanos y aptitudes de líder que contribuyan al establecimiento de vínculos dentro y fuera del negocio: inspirar, motivar y generar confianza. Se debe tener capacidad para prever problemas, evaluarlos y dar respuestas a situaciones varias. Hay que saber capitanear el barco y a su tripulación.

La capacidad de comunicación de un franquiciado es tan importante como sus habilidades técnicas o de gestión de negocios, tanto con el franquiciador, como con los miembros de su equipo y sus clientes.

Además, como empresario y gestor de su negocio, es esencial contar con unos conocimientos financieros básicos. No necesita ser un experto contable, ya que se puede contratar un asesor, pero sí se debe desarrollar la inteligencia financiera para poder entender las cuentas de la empresa. En definitiva, hay que conocer los ámbitos de gestión básicos de una empresa: financieros, marketing, jurídicos, RRHH, comunicación…

  • Capacidad de aprender y adaptación al cambio

Otro de los requisitos necesarios del franquiciado es estar siempre dispuesto a aprender cosas nuevas y a adaptarse a los cambios que el mercado y el franquiciador vayan marcando. Las nuevas tecnologías son ya una herramienta habitual en todo negocio y hay que saber manejarlas. Esto implica reciclarse constantemente.

  • Fo​rmación

La formación de los franquiciados fundamental para el éxito. En función del modelo de negocio a tratar, hay que tener unos conocimientos sobre el sector en el que se va a actuar y se debe tener una formación profesional específica que permita aplicar herramientas de gestión.

Con frecuencia, hay emprendedores que trabajaban como asalariados que buscan reinventarse como autónomos. Otros son simplemente inversores que captan una oportunidad de mercado en cierto sector que puede responder a una tendencia de consumo. Pero en ambos casos, lo más importante para sacar adelante la franquicia es la formación.

  1. Franquiciado autoempleo: Busca un modelo de negocio que no suponga una gran inversión, y en el que pueda desarrollar sus habilidades. La franquicia es una buena alternativa para aquellos que buscan una fórmula de autoempleo a través de la creación de un negocio. Quieren reducir el riesgo y se apoyan en las garantías y facilidades que ofrece la franquicia. Son los que normalmente requieren un mayor proceso de formación previo.
  2. Franquiciado gestor: Suele contar con preparación empresarial y vocación emprendedora. Pero no normalmente le faltan conocimientos sobre el sector en donde va a operar la franquicia y necesita formación específica de la marca.
  3. Franquiciado reconversión: Autónomo que ya está operando en el sector con actividades empresariales similares a las de la cadena. Suele tener capacidad para asumir protocolos de gestión y marca,  y ostenta aptitudes comerciales. Pese a que ya conoce bien el sector, tendrá que adaptarse a los cambios y renovarse.
  4. Franquiciado inversor: Busca rentabilidad a su capital. Le interesa la gestión del modelo de negocio pero no suele querer entrar en operativa del día a día. Aunque sólo le interese la rentabilidad de la franquicia, éste es un perfil en clara desventaja porque las franquicias funcionan mejor cuando el franquiciado no se limita a poner un capital, sino que participa en el negocio. También requerirán formación gerencial y sobre el funcionamiento de la propia franquicia.

Formación en las propias franquicias

Hay algunas enseñas franquiciadoras que ofrecen formación a sus futuros franquiciados. Ésta no sólo consistirá en aportarle un adiestramiento adecuado al inicio de la explotación de la actividad. Esta instrucción suele prolongarse durante toda la relación de franquicia. Por tanto, debe distinguirse entre formación inicial y formación continuada.

Un ejemplo de ello es Grupo Restalia (grupo que gestiona las enseñas 100 Montaditos y The Good Burger, entre otras) , que cuenta con Academia propia donde se forma a los nuevos franquiciados. La apertura inicial va asociada a un curso intensivo donde se abarcan todas las áreas de negocio: calidad, higiene y requisitos sanitarios, personal, cuenta de resultados, logística…. Periódicamente hay cursos de actualización tanto para el gerente del negocio como para sus empleados. Obviamente, la formación alcanza también al personal que va a manipular los alimentos para minimizar el posible riesgo de intoxicaciones o accidentes. Para una empresa franquiciadora, que basa su expansión en la transmisión de un know-how y la cesión de una marca, es esencial conseguir transmitir de forma eficaz y eficiente ese saber hacer a sus franquiciados.

Otro ejemplo de formación, en este caso en el ámbito de la belleza, la higiene y el cuidado persona, es el caso de Clarel (Grupo Día) que ofrecen formación pre y post apertura: manuales, centros de formación, e-learning… Para ello, cuentan con 17 centros de formación y profesionales formadores en las áreas de operativa, producto, técnicas de venta, y todas las innovaciones que hacen evolucionar la compañía.

  • Autoanálisis del perfil

Debido, fundamentalmente, a la existencia de franquicias operando en diversos sectores de actividad, no existe un patrón estándar sobre el perfil más adecuado porque cada una solicita unos requisitos diferentes. Un autoanálisis previo ayuda descubrir si tenemos los requisitos.

Según la consultora Barbadillo y Asociados, es bueno es elegir un sector al gusto del emprendedor, pero que además se encuentre en un momento de demanda creciente, que incorpore avances tecnológicos y, sobre todo, que se aleje de modas pasajeras, en ocasiones, difíciles de detectar por parte del emprendedor. Para ello, es necesario el análisis de los sectores de actividad más exitosos afines a sus necesidades.

En definitiva, sea cual sea el perfil del franquiciado es necesario que sepa si tiene las actitudes y aptitudes necesarias para lanzarse a esta aventura. Muchas de ellas pueden adquirirse previamente o durante el proceso de puesta en marcha de la franquicia. Y siempre hay que tener en cuenta si la marca elegida ofrece formación, apoyo, know-how y seguimiento a sus franquiciados para ayudarles a lograr el éxito.