Y la deuda comercial crece un 42%

La situación económica provoca fuertes retrasos en el pago de las facturas entre empresas, según Cepyme

Cada vez es más complicado para las empresas pagar a tiempo las facturas a sus proveedores. En el primer trimestre de 2022 se han producido retrasos medios de 84 días, según el Observatorio de la morosidad elaborado por Cepyme.
El tiempo que tardan las pymes en pagar a sus proveedores supera ya los 83 días de media
El tiempo que tardan las pymes en pagar a sus proveedores supera ya los 83 días de media
La situación económica provoca fuertes retrasos en el pago de las facturas entre empresas, según Cepyme

La situación económica actual sigue azotando fuertemente tanto a autónomos como a pequeñas y medianas empresas. Las consecuencias derivadas de la pandemia y el impacto que está suponiendo el aumento de los costes energéticos y de las materias primas están provocando una desaceleración de la recuperación de la economía española. Estos factores afectan negativamente a muchos negocios, que cada vez tienen mayor dificultad para afrontar sus deudas y, por tanto, aumenta la morosidad empresarial

En el primer trimestre de 2022, la deuda comercial con retraso de pago alcanzó un volumen de 348.992 millones de euros, lo que supuso un 42% más que en el mismo periodo del año anterior, tal y como recoge el Observatorio de morosidad elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en colaboración con CESCE e Informa. En cuanto al periodo medio de pago a proveedores, en el primer trimestre del año se alcanzó la cifra de 83,9 días de media.

Según los datos recogidos por el Observatorio, los pequeños negocios registraron el mayor incremento interanual en su periodo medio de pago, alcanzando los 87,6 días. Esta cifra convierte a las microempresas en las que más tardan en pagar actualmente. Las pequeñas empresas han incrementado ligeramente su periodo medio de pago, pasando de 82,9 a 83,5 días. Por su parte, han sido las medianas empresas las que han reducido su tiempo medio de pago, pasando de 84,7 días a 84,1 días. 

Estos datos demuestran que el tiempo que se tarda en pagar las facturas es cada vez mayor, lo que supone una importante traba para muchos autónomos, ya que tardan en pagar pero también en cobrar, y lo que puede convertirse en un peligro para la supervivencia de sus negocios. Además, las cifras certifican que no se están cumpliendo los plazos máximos que recoge la Ley de Morosidad, que son de 60 días para operaciones entre empresas.

El tiempo medio de pago a proveedores se acerca a los 84 días

Uno de los datos más relevantes que recoge el Observatorio de morosidad hace referencia al periodo medio de pago a proveedores. Según el estudio, en el primer trimestre de 2022 se ha alcanzado la cifra de 83,9 días de media, frente a los 82,6 días del primer trimestre de 2021. Este incremento se debería, según Cepyme, a la fuerte escalada de precios y a las consecuencias derivadas del conflicto en Ucrania, algo que ha llevado a reducir directamente la liquidez de los autónomos y pymes españolas

“Las empresas no están transmitiendo la totalidad de las alzas de sus costes al cliente final y esto se traduce en una tesorería menguante, lo cual afecta a la capacidad de pago a los proveedores. De hecho, un número creciente de empresas reconoce este problema y está negociando con sus proveedores una ampliación de los plazos de pago”, explicaron desde Cepyme. Este hecho explicaría el motivo por el que ha aumentado el tiempo medio de pago y “hace que las previsiones sean negativas”. 

Los expertos prevén que estos factores económicos se mantengan, como mínimo, hasta la próxima primavera, algo que provocaría una presión adicional sobre los márgenes empresariales, que aumenta el riesgo de impago o de retrasos para hacer frente a las obligaciones en los próximos meses. “Todo ello en un contexto presidido por la incertidumbre y en el que los bancos centrales se muestran decididos a frenar la inflación. Esto se traducirá en mayores costes de financiación y condiciones más duras, lo cual complicará la posibilidad de acceder a financiación externa para hacer frente a desfases de tesorería”, añadieron desde Cepyme.

La deuda entre pymes aumentó un 42% en los primeros meses del año

La cantidad total de deuda entre pymes con morosidad sigue incrementándose de forma preocupante. Según recoge el Observatorio, la deuda comercial con retraso de pago se incrementó un 41,9% en el primer trimestre de 2022, alcanzando los 348.992 millones de euros. Durante el mismo periodo del año anterior, la cifra alcanzada fue de 245.925 millones de euros. 

Esta morosidad tiene un doble coste para los autónomos y negocios. Por un lado tienen que enfrentarse a importantes dificultades de financiación para poder cubrir la demora en el pago. Por otro lado tienen que asumir intereses de demora exigibles, que para este periodo Cepyme estima que son de unos 1.831 millones de euros (al tener en cuenta los días de retraso medio y un tipo de interés de demora del 8%). Este coste añadido supone un 50% más que el del mismo periodo del año anterior. 

Los autónomos se encuentran en una situación crítica 

El aumento de la morosidad supone un grave problema para las pequeñas y medianas empresas españolas. Pone en riesgo su liquidez y compromete su viabilidad y supervivencia, sobre todo en lo que respecta a los pequeños negocios. Cada vez tienen mayor limitación para acceder a financiación y los problemas de liquidez pueden convertirse en importantes problemas de solvencia. 

Si bien es cierto que los autónomos siempre han sido los que mejor pagaban a sus proveedores, la actual situación económica del país está invirtiendo este hecho, provocando que los pequeños negocios sean los que más se están demorando en el pago de las facturas, según el Observatorio de la morosidad elaborado por Cepyme. 

“La demora en el pago de facturas incide especialmente en las empresas de menor tamaño, que tienen mayores dificultades de acceso al crédito y que sufren más especialmente la morosidad, en ocasiones, al tener más concentrada su base de clientes”, explicaron desde Cepyme. Todo esto sucede en un contexto en el que, además, en los últimos dos años las pymes españolas han visto reducida su rentabilidad en casi un 20% por debajo de los tiempos prepandémicos. “Esta realidad ayuda a explicar las mayores dificultades de las pequeñas empresas para mantenerse al día con los pagos”, añadieron. 

La construcción es el sector que más tarda en pagar a sus proveedores

Tal y como se desprende del estudio, la construcción y promoción se mantiene como la actividad con mayores retrasos en el pago a proveedores, alcanzando los 98,4 días. A este sector le sigue el textil, con 90,4 días de media. En ambos sectores se registró un aumento con respecto al trimestre anterior. También se destaca el incremento en el periodo medio de pago de la industria agroalimentaria, que se produjo “como consecuencia de la ruptura de varias cadenas de suministros globales, que han conllevado un aumento de los precios de las materias primas y reducido los márgenes del sector”, según Cepyme. En total, el tiempo medio de pago del sector alcanzó los 80,7 días.

En la otra cara de la moneda se encuentran los sectores de distribución alimenticia y madera y mueble, que han sido las actividades con menos retrasos en sus pagos. El tiempo medio del primero se situó en los 65 días, mientras que en el segundo sector el periodo medio de pago fue de 77,4 días. Por comunidades autónomas, la Región de Murcia se mantuvo como la comunidad con el mayor periodo medio de pago, con un total de 96 días (casi tres días más que el trimestre anterior). 

No se están cumpliendo los plazos que contempla la Ley de morosidad

Una de las conclusiones más importantes que pueden extraerse del Observatorio de la morosidad es que tanto las microempresas como las pymes no están cumpliendo con los plazos establecidos por ley para pagar las facturas a proveedores. Actualmente, la Ley de morosidad establece que los pagos deben realizarse en un plazo de 30 días en el caso de contratos con la Administración, o de 60 días siempre que sea relación comercial entre empresas. Es decir, los pagos a proveedores se están pagando más de 20 días por encima de lo que establece la ley

Y todo eso teniendo en cuenta que, aunque veinte días tarde, se paguen las facturas a proveedores. En muchas ocasiones, las facturas nunca llegan a cobrarse. De hecho, según un reciente informe de la plataforma Trinio, en el primer trimestre de 2022 las facturas que no lograron cobrar los autónomos y pequeños negocios aumentaron en un 11%.

Estos datos suponen un importante peligro para las empresas, en especial para los pequeños negocios y autónomos, que ven como por culpa de la morosidad puede tambalear la supervivencia de su proyecto. “Los dilatados plazos de pago que tienen que soportar los autónomos para cobrar una factura hace que muchos de ellos tengan incluso que cerrar”, declaró el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva.