Europa admite para 2035 otros tipos de carburantes como no contaminantes

Transportistas y gasolineras aplauden que la UE equipare los ecocombustibles a la electricidad

Los negocios dedicados al sector del transporte y a las gasolineras han valorado de forma positiva la inclusión de los ecocombustibles en la estrategia de descarbonización europea. Podrán provenir de hidrógeno verde o CO2.
Los negocios reivindican los ecocombustibles como alternativa a la electricidad a partir de 2035.
Los negocios reivindican los ecocombustibles como alternativa a la electricidad a partir de 2035.
Transportistas y gasolineras aplauden que la UE equipare los ecocombustibles a la electricidad

La Unión Europea, dentro de su estrategia de descarbonización para las próximas décadas, ha incluido algunos ecocombustibles como carburantes que podrán utilizarse a partir del año 2035, añadiendo éstos a la electricidad. En concreto, se permitirá la fabricación de combustibles provenientes del hidrógeno verde y del dióxido de carbono capturado de la atmósfera para surtir a todo el parque móvil dentro de 12 años. 

Se trata de una cuestión importante para miles de autónomos y negocios dedicados, entre otros, al sector del transporte o los gasolineros. A partir de 2035, los fabricantes de vehículos dejarán de poder vender coches, furgonetas o camiones que utilicen carburantes fósiles de la Unión Europea. La medida busca alcanzar la descarbonización total para 2050, pero ha generado un importante debate entre los trabajadores por cuenta propia que necesitan estos vehículos para su actividad, debido a las implicaciones que puede tener en los próximos años.  

En este sentido, el coche eléctrico, el principal sustituto del vehículo de combustión que se barajó hace unos meses, ha generado el rechazo de transportistas y gasolineros, quienes prefieren la utilización de ecocombustibles. Tal y como explicaron los segundos a este diario, los puntos de recarga siguen sin ser rentables, mientras que la inseguridad jurídica está dificultando el desarrollo de estos combustibles de cero emisiones.

En el mismo sentido, los transportistas pusieron de manifiesto que la posibilidad de incorporar el vehículo eléctrico al transporte pesado siguen siendo escasas, debido al elevado coste de estos camiones y a su escasa autonomía, entre otros factores. Tal y como señaló a este medio Antonio Villaverde, presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos (ATA), “todavía no tenemos alternativa real al diésel.” 

La fabricación de combustibles limpios podría generar nuevos ingresos a los autónomos rurales 

Para la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, la inclusión de los ecocombustibles en la estrategia europea de descarbonización es una reivindicación que lleva extendiéndose desde hace meses. Según explicaron los gasolineros, la instalación de puntos de recarga es un negocio poco rentable, debido a su alto coste –hasta 180.000 euros- y al escaso número de vehículos eléctricos sobre el total del parque móvil.  

Además, “corremos un riesgo de promoción de la competencia, porque el 70% de las estaciones de servicio en España están a cargo de trabajadores por cuenta propia y pymes. Si al pequeño autónomo no le es rentable, las grandes compañías serán quienes hagan las inversiones y copen en el mercado”, explicó, en este sentido, Nacho Rabadán, director general de la CEEES. 

En paralelo, desde la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles explicaron que España podría convertirse en un importante centro de producción de estos carburantes, debido a la infraestructura dedicada a la refinería que ya existe en el país, y que no costaría tantos recursos adaptar.  

En este sentido, también podría convertirse en una nueva fuente de ingresos para algunos autónomos rurales. “La oportunidad de generación de empleo en las zonas rurales y en todos los territorios de la España vaciada es real. Las partes que no se utilizan de los cultivos o los desechos generados por animales en el campo sirven para producir combustibles. Nuestra industria necesita personas en zonas rurales para fabricar estos combustibles”, explicaron desde la plataforma, formada por diferentes asociaciones relacionadas con el sector, como la propia CEEES, Asaja o Aevecar. 

Tal y como añadieron desde la Plataforma en otra ocasión, “la inclusión de los ecocombustibles en esta estrategia europea es la única solución posible y eficaz en el corto plazo para lograr la descarbonización del sector aéreo y marítimo. Asimismo, son una oportunidad para potenciar la industria en nuestro país, especialmente en zonas demográficamente vulnerables, como es el caso de la España rural”, valoraron. 

Los transportistas ven imposible la transición eléctrica en sus flotas y también prefieren el uso de ecocombustibles 

Por su parte, el presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos (ATA), Antonio Villaverde, también apostó por la incorporación de ecocombustibles como alternativa a los fósiles, en lugar del vehículo eléctrico. Sin embargo, recordó la situación que se dio tras la incorporación del gas al sector. “Cuando las empresas de transporte empezaron a apostar por éste, tenía un precio muy bajo, pero luego se disparó, por lo que la diferencia en la amortización se vino abajo”, expresó a este diario. 

Así, la falta de alternativas al diésel son una de las grandes reclamaciones del sector, tal y como afirmó Antonio Villaverde. Sobre todo, entre los autónomos y pequeños negocios, con menor capacidad para renovar sus flotas o acceder a determinadas ayudas. “Si verdaderamente queremos retirar de la circulación vehículos contaminantes, lo que debemos hacer es dar ayudas para la adquisición de nuevos vehículos”, reclamó. 

Otra de las grandes cuestiones alrededor del fin de los vehículos que utilicen combustibles fósiles en la Unión Europea para 2035 es qué pasará con las amortizaciones de los camiones de diésel que los transportistas autónomos hayan adquirido para el desarrollo de su actividad. En este sentido, el presidente de la asociación explicó que los que más sufrirán serán los más pequeños, como en el caso de las empresas de mudanzas. 

Este tipo de negocios, expuso, “tiene periodos de amortización muy largos, porque la actividad de la empresa está en desmontar la casa, y los recorridos pueden ser más cortos que en otro tipo de transporte. Además, por su actividad tienen que estar muy cuidados, y los periodos de amortización son largos.” 

En este contexto, Antonio Villaverde expresó la necesidad de que se ponga en marcha un periodo transitorio, “como ocurre en cualquier cambio drástico. No sabemos si para 2035 la tecnología habrá avanzado lo suficiente. Sólo que, a día de hoy, el cambio sería imposible para nosotros”, concluyó.