4 ​modos​ ​realistas​ ​de​ ​financiar​ ​tu​ ​primer​ ​negocio

Las pequeñas empresas de hoy existen en un nuevo panorama económico que fuerza la creatividad y el pensamiento innovador en lo que a financiación se refiere.

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4 ​modos​ ​realistas​ ​de​ ​financiar​ ​tu​ ​primer​ ​negocio

Las pymes han sido tradicionalmente el motor clave de la recuperación económica en lo que respecta a la contratación,​ ​pero​ ​la​ ​contratación​ ​requiere​ ​capital,​ ​y​ ​el​ ​capital​ ​puede​ ​ser​ ​difícil​ ​de​ ​conseguir.

Ninguna fuente de financiación es más fácil de conseguir que otra. Todo depende del modelo de tu negocio, las proyecciones a futuro y cómo de bien puede venderse el proyecto a los posibles socios financieros. Si eres una empresa nueva que busca capital inicial o una pequeña empresa que opera en busca de financiación para crecer, debes ser flexible, positivo y mantenerte tenaz en​ ​tus​ ​esfuerzos. 

A continuación de detallan cinco maneras de comenzar a financiar tu pequeña empresa, recomendadas por los especialistas​ ​en​ ​financiación​ de​​ ​​StarOfService​: 

1.​ ​Hazlo​ ​tú​ ​mismo

La mayoría de los empresarios y propietarios de pequeñas empresas tienen que autofinanciarse durante un periodo significativo hasta que las oportunidades de financiación externa sean más realistas. Hay muchas formas de lograr esto, como cuentas de ahorro y tarjetas​ ​de​ ​crédito​ ​de​ ​cero​ ​intereses​ ​para​ ​aprovechar​ ​otros​ ​activos​ ​personales. Si crees en tu visión y te niegas a aceptar el fracaso como una opción, debes sentirse cómodo invirtiendo tu propio dinero en tu negocio. A su vez, esto hará que los inversores potenciales se sientan​ ​más​ ​cómodos​ ​al​ ​saber​ ​que​ ​tienes​ ​la​ ​capacidad​ ​y​ ​la​ ​voluntad​ ​de​ ​asumir​ ​riesgos.  

 2.​ ​Amigos​ ​y​ ​familia  

La financiación de amigos y familiares es una forma muy popular y efectiva de reunir un capital inicial para una empresa. Los que están más cerca de ti son más propensos que nadie a creer no solo en tu visión, sino también en tu capacidad de hacer realidad esa visión. Una desventaja, por supuesto, es el riesgo potencial de afectar relaciones personales si la empresa falla​ ​y​ ​el​ ​acuerdo​ ​no​ ​se​ ​estructura​ ​de​ ​manera​ ​adecuada. 

Para evitar que amigos y familiares se sientan utilizados, lo ideal es estructurar este tipo de financiación como un préstamo de alto interés por un año, y pedir prestado lo suficiente como para poner en marcha el negocio en las operaciones, construir un sitio web o desarrollar material​ ​de​ ​lanzamiento​ ​adicional.

 3.​ ​Préstamos​ ​para​ ​pequeñas​ ​empresas 

Las startups que buscan dinero de los bancos necesitan un buen plan de negocios, proyecciones rentables y parte de su propio dinero en el juego. Buscar cualquier tipo de capital puede ser un trabajo de tiempo completo en sí mismo, de manera que puedes optar por contratar un experto en financiación para pymes que se encargue de asesorarte y ayudarte a conseguir​ ​fondos​ ​suficientes​ ​para,​ ​al​ ​menos,​ ​lanzar​ ​el​ ​proyecto. 

4.​ ​Business angels

También llamados “padrinos inversores”, son individuos que proporcionan capital para el inicio ​una​ ​empresa,​ ​generalmente​ ​a​ ​cambio​ ​de​ ​deuda​ ​convertible​ ​o​ ​capital​ ​accionario. Si bien esta forma de conseguir financiación es muy efectiva, debes tener en cuenta que tus business angels serán dueños de una parte del negocio y que luego tendrás la responsabilidad​ ​fiduciaria​ ​de​ ​actuar​ ​en​ ​el​ ​mejor​ ​interés​ ​de​ ​la​ ​empresa​ ​y​ ​sus​ ​accionistas.

Atraer inversionistas de este tipo es un asunto delicado: has de conocer tu plan de negocios a la perfección, ser transparente, respaldar tu valoración con proyecciones reales y construir una relación​ ​basada​ ​en​ ​la​ ​confianza. 

Independientemente del camino que tomes, es probable que puedas recurrir a cualquiera de estas opciones en algún momento a medida que tu negocio crezca. No importa cuál elijas (o si eliges usar las cuatro a la vez), busca una solución de financiación viable que te permita mantener​ ​las​ ​operaciones​ ​y​ ​concentrarte​ ​en​ ​la​ ​rentabilidad​ ​del​ ​día​ ​a​ ​día​ ​de​ ​tu​ ​negocio.