Hasta el 35% de tus beneficios

Averigua hasta qué punto te puedes endeudar sin poner en peligro tu negocio

Tener deudas no tiene por que ser malo. A veces, son necesarias. Sin embargo, tener un volumen demasiado alto puede poner en peligro la actividad. Para conocer si el nivel de deudas de un autónomo es adecuado, primero habrá que conocer su ratio y capacidad de endeudamiento. Así se calcula. 
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Averigua hasta qué punto te puedes endeudar sin poner en peligro tu negocio

Deudas: la mayoría de autónomos huyen de ellas pero muchos las necesitan para sacar adelante su negocio. Deudas con los proveedores; deudas con el banco; deudas con familia y amigos. Parece que la propia palabra tiene ya implícito un significado negativo.

Por supuesto, la deuda resta eso que muchos denominan 'libertad financiera'. Pero no es menos cierto que, muchas veces, son necesarias para emprender proyectos. La reforma del local que el autónomo necesita, inversiones en publicidad, compra de material con un coste elevado e incluso, a veces, lamentablemente y nada recomendable, para pagar cuotas atrasadas a la Seguridad Social.

Por otra parte, los autónomos no se están endeudando al mismo nivel que antes de la crisis. Los malos años que soportaron los autónomos entre el 2008 y el 2015 les ha hecho retraerse a la hora de pedir préstamos a las entidades financieras como apuntan los datos del Banco de España. Y, muchas veces se decantan por otras fórmulas de financiación.

Deber dinero al banco o a los proveedores -que son los que habitualmente son acreedores del autónomo-  muchas veces es necesario. Por eso, es de vital importancia saber hasta qué punto una deuda es 'sana' o, -dicho de otra forma- asumible para el negocio.

Y es que, el hecho de que un autónomo tenga deudas no tiene por qué ser siempre malo. "Lo será si el tipo de interés que paga es muy elevado o si la rentabilidad que se obtiene con esa deuda está por debajo del coste que supone. Pongamos un ejemplo: si un negocio pide un préstamo para la construcción de una casa rural y paga un tipo de interés del 5%, pero luego el negocio funciona y consigue una rentabilidad del 15% de la inversión, ese endeudamiento no parece tan malo. Distintas serían las cosas si estamos pagando un 5% y no conseguimos sacar más de un 3%" explicaron desde el portal de la entidad financiera SelfBank.

Desde este banco, comentaron que los ratios de endeudamiento no siempre tienen por que ir ligados al volumen del propio préstamo. Que una deuda sea negativa o más fácilmente asumible dependerá también del sector en el que se ubica el negocio que contrajo la obligación. "Algunos negocios pertenecientes a sectores como la energía o la construcción suelen tener altos volúmenes de deuda, ya que los proyectos que llevan a cabo requieren  fuertes cantidades de inversión inicial. En contraposición, hay sectores que no requieren de tanta financiación y cuentan con menores niveles de deuda. Es el caso de negocios de prestación de servicios, de medios de comunicación o del sector textil". 

En otras palabras, para saber si una deuda está afectando al futuro y viabilidad de un negocio es necesario saber si va a poder ser devuelta en el plazo estipulado y sin afectar a la rentabilidad del negocio. Para saberlo, hay una fórmula sencilla de calcular para cualquier negocio. Se llama ratio de endeudamiento y sirve como referencia para hacerse a la idea del volúmen que representan las deudas respecto a los ingresos. 

Cómo calcular el ratio de endeudamiento de un negocio

Desde la asesoría digital Getquipu explicaron que este ratio " es la fórmula que nos indica de qué manera está endeudado un negocio, y en qué proporción lo está, si lo comparamos con el capital propio. Entonces, el ratio de endeudamiento indica en qué medida dependes de bancos u otras entidades y, calculándolo, podremos saber qué parte de capital es del propio negocio y qué parte es ajeno. De hecho, calcula los euros de financiación ajena por cada euro de financiación propia, y el resultado puede ser un porcentaje. ¿Para qué se quiere saber esto? Para comprobar si, efectivamente, la empresa puede hacer frente a sus gastos por sí misma."

Para calcular el ratio de endeudamiento de un negocio, primero, debe saber a cuanto asciende su capital propio, que consta de todos los recursos de los que dispone el negocio -ganancias netas y aportación de socios, en caso de haberla- sin necesidad de financiación ajena. 

Desde la asesoría explicaron que "dependiendo del tipo de deuda del que estemos hablando, existen dos fórmulas para calcular el ratio de endeudamiento; ambas según la temporalidad. Siempre se cogerán las deudas (ya sean a corto o a largo plazo) y se dividirán por el capital propio del negocio. La fórmula quedaría así:

-Deudas a corto plazo (pasivo circulante) / Capital propio (neto)  

-Deudas a largo plazo (pasivo fijo) / Capital propio (neto)

Si por ejemplo, un negocio genera unas ganancias netas de 100.000 y tiene que afrontar un préstamo a corto plazo de un año que ascienda a 15.000 euros, este va a tener un ratio de endeudamiento del 15% (15.000/ 100.000 x 100). O, dicho de otra forma, de cada euro neto que genere este negocio, 15 céntimos irán a parar al banco -o el acreedor que sea-.

Ojo, los autónomos no son empresas, su ratio debería ser menor

Si bien las empresas pueden endeudarse hasta un 100% -aunque no es nada recomendable- , los autónomos son personas físicas y como tal, responden con todos sus bienes. Esto significa que su capacidad de endeudamiento y su ratio deberían ser siempre inferiores a los de cualquier empresa. El nivel de "apalancamiento" o nivel de endeudamiento óptimo para un autónomo que tenga una sociedad (limitada, anónima, ...) está entre el 40% y el 60%. La razón es que los socios de una persona jurídica responden de las deudas hasta el límite de lo aportado a la empresa en forma de capital. Pero la mayoría de los autónomos son persona física, es decir, responden de sus deudas con todos sus bienes personales presentes y futuros. Por tanto, su nivel de endeudamiento a de ser considerablemente inferior.

La premisa general es que lo que se debe no suponga una carga inasumible para el negocio. Que, en el peor de los casos, se pueda devolver. Lo contrario puede significar la ruina personal y familiar del autónomo.  

Llegados a este punto, la pregunta que se haría cualquier trabajador por cuenta propia es: ¿Hasta qué punto puedo endeudarme sin ponerme excesivamente en peligro? Los expertos coinciden en que la deuda no debería superar nunca entre el 35 y el 40% de los beneficios de un autónomo. Incluso, no debería pasar del 35%. Así, por ejemplo, si un trabajador por cuenta propia ingresa 30.000 euros al mes, de los cuales estima que se gastará (entre alquiler, materiales, vehículo, seguros, entre otros) unos 20.000 euros, su beneficio neto será de 10.000 euros (30.000- 20.000).

Para averiguar cual es su capacidad de endeudamiento tendrá que multiplicar 10.000 euros x 0,35 (que representa el 35% como límite de deuda asumible). Así 10.000 x 0,35 da como resultado 3.500 euros. Siguiendo el ejemplo, el trabajador por cuenta propia ya sabe que, como límite, puede asumir un endeudamiento de 3.500 euros mensuales. Sin embargo, como se ha dicho, siempre es recomendable que -en la medida de lo posible- la deuda sea inferior al límite.

Esta cantidad no es sólo importante para el autónomo. También lo tienen muy en cuenta las entidades financieras para conceder -o no- un préstamo. Es muy probable que un banco deniegue la solicitud de un préstamo cuando su ratio de endeudamiento supera el 35%. Según que actividades el límite lo suelen situar aún más bajo, en el 25%. Así que calcular esta capacidad de deuda no sólo servirá al trabajador por cuenta propia para asegurar sus finanzas sino también para saber si es más o menos probable que un banco le conceda un crédito.

Dos métodos para afrontar las deudas de un negocio 

Para la mayoría de expertos, cuando un negocio tiene varias deudas lo más recomendable es que empiece a pagar las que tienen intereses más altos. Cuanto antes se eliminen estas obligaciones menor será el volumen de la deuda porque constará de menos intereses. Parece lógico, pero no es la única forma de hacer frente a las deudas. 

Desde AyE se informó de un método ideado y comprobado por la Harvard Bussiness Review, la revista más prestigiosa de dicha universidad, que deja un lado la pretensión de minimizar el volumen total de la deuda atacando a los interesas para poner en primer plano el factor psicológico. Se llama SnowBall debt y consiste en  liquidar las deudas centrándose en pagar primero las más pequeñas -y no las de intereses más altos-.

La propuesta es tan sencilla como eficaz: saldar primero las deudas más pequeñas, centrar los esfuerzos en liquidarlas antes de pasar a las de mayor cuantía. Al contrario de lo que se suele pensar, empezar por las deudas más altas disminuye las probabilidades de desendeudarse. ¿Por qué?  Según los investigadores, a la hora de saldar un préstamo, la psicología influye en el éxito de la operación. Se llegó a la conclusión de que el elemento más importante para el deudor no es cuánto queda por pagar sino cuántas cargas se ha quitado de encima. En otras palabras, cuando el deudor ve que en poco tiempo está eliminando muchas deudas, se siente más motivado para seguir pagando.

priori, parece que el sistema lógico para desendeudarse sería pagar las deudas con mayores tasas de interés para que éstas no sigan aumentando. Sin embargo, la revista más prestigiosa de Harvard demostró todo lo contrario. La importancia del factor psicológico en el pago de la deuda se evidenció a través de un simulador virtual en el que una serie de personas participaron introduciendo en el programa su endeudamiento. El resultado fue que, al eliminar sus deudas más pequeñas, los participantes tenían más probabilidades de pagarlas todas.

Aplicar el sistema está al alcance de cualquier autónomo. Se trata de ahorrar pequeñas sumas de dinero mensualmente y, con ellas, pagar las deudas de forma escalonada. En otras palabras, si un trabajador por cuenta propia tiene un total de cinco deudas y es capaz de ahorrar 500 euros cada mes para pagar sus obligaciones, deberá destinar 200 euros a su deuda más pequeña y 75 a cada una de las otras. El ciclo acaba cuando se elimina la deuda más pequeña y la siguiente de menor importe le toma el relevo.

Por último, muchos autónomos con experiencia aconsejan préstamos al mayor plazo posible aunque al final del vencimiento hayan pagado más intereses. La razón es obvia, cuanto mayor es el tiempo de amortización menor es la cuota mensual. Y una cuota mensual pequeña siempre es más asumible si las cosas van mal que una grande. Los autónomos nunca saben lo que van a ingresar en el futuro o si habrá meses con dificultades.