Debido a factores psicológicos

Los clientes gastan un 15% más cuando pagan con tarjeta que en efectivo

En los hábitos de compra hay factores psicológicos. El comercio debe conocerlos y tenerlos en cuenta. Sobre todo no poner barreras a medios de pago que aumentan el consumo. .

Customer and cashier in a store paying using a contactless card
Los clientes gastan un 15% más cuando pagan con tarjeta que en efectivo

El uso de la tarjeta incrementa hasta un 15% el gasto de las familias. El pago digital induce al consumidor a gastar más. Mientras que el efectivo tiene un límite y es más fácil de controlar, la tarjeta no tiene las mismas barreras psicológicas y el cliente se encuentra más libre a la hora de comprar.

Hay varios factores que incrementan de forma exponencial el gasto del consumidor cuando cuenta con una tarjeta. Todo ello, se desprende del último informe realizado por el Instituto de Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, que señala la necesidad de considerar el impacto que tienen estos factores psicológicos en el consumo. 

Desde la entidad explicaron la importancia de varios comportamientos que, hasta ahora, se habían tenido poco en cuenta. En el informe se refieren a una ausencia del 'dolor' vinculada directamente al pago con tarjeta. En concreto, la facilidad y la percepción que tiene el cliente de que cualquier pago es asumible. Con la tarjeta -según apuntaron en el análisis- se reduce la asignación de valor a lo que se compra y todo parece asequible, sea cual sea el nivel de renta del consumidor en cuestión.

El estudio se basa en algunos datos recientemente aportados por el Banco de España. La entidad señaló un descenso de la  tasa de ahorro hasta “mínimos históricos”, por debajo del 5%, y un crecimiento del 1,1% del consumo de los hogares. Y esto, está estrechamente ligado al auge del pago por medios electrónicos. “Desde siempre se ha tenido la percepción de que utilizar efectivo frena las compras impulsivas y que el uso de dinero de plástico induce a ellas, dado que tener que emplear dinero físico del banco es un factor psicológico y objetivo que frena el gasto” explicaron en el informe.

En este contexto, los comercios deben adaptarse y saber aprovechar estos nuevos comportamientos de compra vinculados al uso de la tarjeta. Y nunca lo tuvieron tan fácil para hacerlo.

Los negocios pagan cada vez menos comisiones

Mientras que los consumidores gastan un 15% más cuando usan medios de pago electrónicos que con efectivo, los negocios cada vez pagan menos comisiones por las compras que realizan sus clientes utilizando la tarjeta de crédito o débito. Así lo reflejan los últimos datos del Banco de España. A finales de 2018, la tasa media de intercambio -comisión que pagan los negocios por realizar un cobro con tarjeta - descendió al 0,41%, mientras que en 2008, de media, se pagaba un 0,88%.

Los autónomos lo tienen cada vez más fácil para admitir el pago con tarjeta en su establecimiento. No sólo por que las comisiones son cada vez más asumibles sino por que, además, hay cada vez más tarjetas en circulación (83,72 millones el año pasado) y, por tanto, más clientes que buscan este medio de pago.

Los consumidores utilizan cada vez más la tarjeta de crédito, los móviles o, incluso, relojes para abonar sus compras. Frente a esto, y teniendo en cuenta que gran parte del sector del comercio está pasando una crisis importante -en cinco años, se han perdido 31.680 trabajadores por cuenta propia-, lo último que deberían hacer los autónomos es resistirse a los cambios en el consumo, poner restricciones a modalidades de pago que, precisamente, lo que hacen es aumentar el gasto del cliente en su negocio. 

Los comercios aún siguen poniendo restricciones al pago con tarjeta

A pesar del auge de este método de pago, todavía se encuentran muchos negocios en los que no se puede pagar con tarjeta (el 40% de las pymes españolas según el último barómetro realizado por Mastercard)  o en los que se pide un mínimo.Tener que pagar una comisión desmotiva a muchos trabajadores por cuenta propia, ya que consideran que al final de mes es un pellizco muy grande lo que se lleva la entidad. No obstante, esta decisión puede convertirse en una desventaja para su negocio ya que, aunque disponer de un TPV implique tener que pagar comisiones, no tenerlo puede conllevar la pérdida de clientes. 

Ya sea mediante plástico, reloj o móvil, los consumidores van a querer seguir utilizando esta tecnología, porque lo que no quieren es perder el tiempo pagando. Quieren pasar la tarjeta, que se les cobre y poder seguir con sus quehaceres, sobre todo en aquellas transacciones más pequeñas como, por ejemplo, el pago de un café. Y en el momento en el que un negocio no les facilite esta tarea, en muchas ocasiones, el cliente puede acabar pasándose a la competencia.