Expertos de Fundación MAPFRE explican cómo gestionar el riesgo

Cómo deberían invertir los autónomos según su edad: estrategias entre los 20 y los 70 años

La edad es una de las claves más importantes a la hora de tomar decisiones de inversión. Desde Fundación MAPFRE explican cómo deberían invertir los autónomos según los años que tengan. 
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Cómo deberían invertir los autónomos según su edad: estrategias entre los 20 y los 70 años
Cómo deberían invertir los autónomos según su edad: estrategias entre los 20 y los 70 años

No es lo mismo montar un negocio con 20 años que con 60. Tampoco es lo mismo invertir cuando eres joven y no tienes cargas, que cuando se es más mayor y se lleva una mochila de años y de responsabilidades a la espalda. Las expectativas que se pueden tener, el riesgo que se está dispuesto a asumir y el tiempo del que se dispone para recuperar la inversión son muy distintos en uno u otro momento de la vida. Al igual que la edad es importante para emprender un proyecto, también lo es para los autónomos que quieren empezar a invertir y elegir la estrategia adecuada para sus finanzas.

Tras estos dos años de crisis, son cada vez más los autónomos que han comprendido que un buen colchón de ahorro es importante para hacer frente a cualquier contratiempo, pero no siempre es suficiente. Con la inflación disparada, es fundamental invertir en productos que ofrezcan la rentabilidad suficiente para capear una posible pérdida de poder adquisitivo y evitar que el dinero ahorrado mengue cada año

Para empezar a invertir hay que tener siempre una estrategia, ya que un error o una inversión poco rentable pueden hacer peligrar la economía de cualquier familia pero, especialmente, la de los autónomos que son responsables además de un negocio. Según los expertos en finanzas, uno de los errores más comunes a la hora de lanzarse al mundo de la inversión es no tener en cuenta la edad y el momento vital en el que uno se encuentra.

El motivo es sencillo: la asunción del riesgo evoluciona con la edad y, poco a poco, todo el mundo tiende a volverse más conservador. "Tiene su sentido porque el cuerpo no se recupera igual con cinco años que con 22 o con 35, por poner tres ejemplos. Con las finanzas y las inversiones pasa algo parecido. No es lo mismo cometer errores a los 20 que a los 50. Por eso mismo es tan importante aprender a determinar qué riesgos se deben asumir en cada etapa de la vida", apuntan desde Fundación MAPFRE.

Cómo deberían invertir los autónomos, según la edad que tienen

Para ello, la Fundación MAPFRE ha desarrollado el proyecto 'Seguros y pensiones para todos' -galardonado con el premio Finanzas para Todos otorgado por el Banco de España y la CNMV- con el fin de hacer más accesible la cultura de las finanzas. En él se tratan las principales claves para empezar a invertir y obtener grandes rentabilidades. Una de ellas, por supuesto, es la edad.

Según Fundación MAPFRE, determinar cuál es la estrategia adecuada en cada etapa de la vida es un asunto personal, ya que no todo el mundo está dispuesto a asumir los mismos riesgos en sus inversiones, independientemente de los años que tenga. Por ejemplo, explican desde la entidad, muchas veces se tiende a pensar que una persona joven no necesita un gran colchón financiero y puede asumir mayor riesgo porque, en teoría, tiene menos responsabilidades. Lógicamente, esto no es así en todos los casos y muchos inversores de entre 25 y 30 años no tolerarían caídas de un 10% en sus inversiones, mientras que otras personas más mayores soportarían mejor la volatilidad y los altibajos del mercado.

Además, antes de entrar a calcular qué riesgo debe asumir cada persona en función de su edad, hay que tener en cuenta que cada uno puede tener una situación financiera muy distinta -tener deudas o no; estar al frente de un negocio con muchos gastos, tener un gran colchón financiero..-. Por ello, recuerdan desde Fundación MAPFRE, más allá de las recomendaciones que dé cualquier experto, lo más importante es que el autónomo pueda "dormir tranquilo" con la estrategia que está llevando a cabo y, sobre todo, mantenerla en el tiempo.

La regla del 120 para calcular qué riesgo se debe asumir a cada edad

El riesgo que deben asumir los autónomos en sus inversiones, según la edad que tengan, se puede determinar de muchas maneras. Sin embargo, una de las fórmulas más extendidas y que utilizan la mayoría de entidades financieras o aseguradoras para recomendar uno u otro producto a sus clientes es la regla del 120. 

Esta regla, según explican desde Fundación MAPFRE,  se basa normalmente en la cantidad de renta fija (por ejemplo bonos del estado) y de renta variable (por ejemplo bolsa) que cada inversor tiene en su cartera. Los bonos son más estables y se supone que su riesgo es menor, mientras que la bolsa es más volátil y suele tener un riesgo de pérdidas mayor. 

Las carteras más conservadoras tienden a incluir un porcentaje mayor de renta fija. Según se reduce ese porcentaje de renta fija aumenta el riesgo de la cartera, pero también -habitualmente- la potencial rentabilidad de la inversión. Por eso es tan importante elegir la estrategia adecuada, ya que una inversión con demasiada renta fija puede ser muy poco rentable, mientras que una con mucha renta variable puede hacer que el autónomo asuma más pérdidas de las que debería, apuntan desde la entidad.

Un buen ejemplo sería la inversión en criptomonedas, que pueden doblar su valor y hacer ganar mucho dinero, pero también llevar al inversor a perderlo todo. Para medir exactamente el porcentaje de renta fija y variable en el que se debe invertir en cada momento de la vida, desde Fundación MAPFRE recomiendan también la regla del 120.

Esta regla se basa en que la rentabilidad es el principal objetivo cuantos más años tiene el autónomo por delante. Esto quiere decir que a largo plazo, debería asumir más riesgos. Sin embargo, conforme pasen los años y se acerque el momento de recuperar la inversión convendría asegurar parte de los resultados que se han ido logrando hasta el momento.  

Según la regla del 120, el inversor debe restar a 120 su edad y así obtendrá el porcentaje de renta variable que debe incluir su cartera. Por ejemplo , si un autónomo tiene 30 años, el resultado será un 5% de renta fija en su 'cesta' y un 95% de renta variable. Mientras que si tiene 50, debería tener un 30% de renta fija y un 70% de variable.

En la siguiente infografía de Fundación MAPFRE se muestra cómo evolucionaría el riesgo de la cartera y su distribución de activos según la edad que tenga el autónomo:

 

Esta fórmula es sólo una manera de diversificar las inversiones, pero no la única. Además, hay que tener en cuenta que algunas personas tienden a asumir más riesgos. En este caso, podrían tomar como punto de partida, por ejemplo, el número 100, para que así siempre haya un mayor porcentaje de renta variable.