Un recargo en IRPF para cubrir el coste de la pandemia

¿Cómo puede afectar al autónomo el "coronatributo" que propone FEDEA?

El presidente del Gobierno anunció una subida de impuestos para hacer frente al coste de las ayudas que se han puesto en marcha para frenar el impacto de la crisis del coronavirus. Los economistas de Fedea proponen el "coronatributo", un recargo temporal en el IRPF que aumentaría los tipos a todas las rentas. Así afectaría a los autónomos.
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¿Cómo puede afectar al autónomo el "coronatributo" que propone FEDEA?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantó este jueves en una entrevista concedida a La Sexta que será cuestión de tiempo que se apruebe una reforma fiscal para "acompañar el crecimiento" económico tras haber hecho un "esfuerzo sin precedentes" con la puesta en marcha de algunas medidas como los ERTE, los avales para la financiación a través de las líneas ICO o la prestación extraordinaria por cese de actividad.

Según apuntó el presidente, esta reforma no sólo es "inevitable", sino que además es una cuestión "de justicia social". Sánchez calcula que todas estas medidas han supuesto una deuda de más de 20 puntos para las arcas públicas que se traduciría en un agujero de entorno a los 250 millones de euros. Ahora, está por ver lo más importante: quién pagará la factura y cuándo. 

Las diferentes organizaciones empresariales ya se han posicionado al respecto y advirtieron que subir los impuestos ahora podría ser la puntilla para muchos negocios que todavía están muy lejos de recuperarse de la crisis. De hecho, en el último informe de KPGM, en colaboración con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) queda reflejado que los empresarios no sólo se oponen a esta subida sino que, además, un 65% considera muy necesario disminuir la presión fiscal para incentivar la recuperación económica. 

¿Qué son los "Coronatributos"?

Ahora bien, al margen de cuándo sería el momento idóneo para hacerlo , la mayoría de expertos fiscales y economistas coinciden en que, de uno u otro modo, hay que aumentar la recaudación del Estado para compensar el desembolso realizado por la crisis. En su último informe, el Banco de España aconseja poner en marcha determinados cambios estructurales, entre los que incluye precisamente una subida de impuestos -aunque no entra en discriminaciones por tamaño de empresa- y otros ajustes en el gasto que contribuyan a ir rebajando la deuda pública. Si no se toman medidas, la entidad estima que dentro de 10 años el pasivo de la Administración podría ascender al 110% del PIB.  

A la propuesta del Banco de España se sumó la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA). En este caso, la entidad propone poner en marcha varias medidas, entre las que se encontrarían los "coronatributos", un recargo extraordinario en el IRPF, temporal, vinculado al COVID-19 y que duraría hasta que se consigan equilibrar las cuentas del Estado.  

La propuesta nace del último informe de la Comisión de medidas tributarias del Grupo de Trabajo Mixto Covid-19 (GTMC), elaborado por FEDEA. En las medidas de carácter temporal o transitorio que aborda el documento, los autores -todos ellos catedráticos de diferentes universidades- proponen el uso de los "coronatributos" con el fin de ayudar a financiar de forma "equitativa" los gastos extraordinarios generados por la pandemia.

"Creemos que no se puede atribuir culpabilidades por la crisis derivada de la pandemia”, explican en el texto. Por eso -consideran-, igual que "todos nos hemos visto beneficiados por las medidas adoptadas, todos debemos contribuir a financiar los costes". Eso sí, "de forma progresiva", en función de la renta de cada uno.

Por eso, los expertos consideran que el "coronatributo más justo y más sencillo" sería un recargo extraordinario en el IRPF, que sería progresivo y estaría vigente sólo durante un período limitado hasta saldar la deuda. 

El planteamiento de FEDEA no es nuevo. "Recordemos que las tarifas complementarias se introdujeron en 2011, y que responden a la misma filosofía que el recargo que aquí se propone, generaron unos ingresos adicionales en el entorno de los 5.000 millones de euros anuales", explican en el informe. 

Para los economistas, habría muchas fórmulas para diseñar el “coronarecargo”, con diferentes consecuencias en términos de progresividad y redistribución: el recargo puede ser fijo o creciente, sobre la base, la cuota o la diferencia entre ambas. Sin embargo, la fórmula que, desde Fedea, creen que sería la más "sencilla, progresiva y conocida por todo los contribuyentes es la de los incrementos crecientes en los tipos marginales de las tarifas general y del ahorro (las mencionadas tarifas complementarias)". 

¿Afectaría este nuevo impuesto al autónomo?

Al parecer, estas tarifas "afectarían al autónomo, como a los demás contribuyentes obligados a declarar. Se trata de una subida de impuestos generalizada, al contrario de la que parece que pretende poner en marcha el Gobierno, que es subir el tipo en los tramos más elevados de la renta. Tiene el problema de que le afecta a todo el mundo y que también le afecta a las rentas medianas y pequeñas. Por otro lado, tiene la ventaja de que, de este modo, se puede recaudar mucho más que centrando la subida tan sólo en las rentas altas y, por tanto, se puede cubrir la deuda en menos tiempo", explicó  Luis del Amo, secretario técnico del REAF del Consejo General de Economistas (CGE). 

Una tarifa complementaria sobre la base liquidable

Básicamente -explicó del Amo-, el recargo sería una tarifa adicional que se aplicaría sobre la base liquidable. " Ahora mismo tenemos dos tarifas en el IRPF: una que es la estatal, del 9,5% al 22,5% y otra que es la autonómica, que varía en función de dónde resida el contribuyente. La propuesta consistiría en introducir una tercera con tipos del 0,75% en adelante. Esto sería lo mismo que subir la tarifa estatal, sólo que de esta forma es más visual y el contribuyente sabe que la tarifa se añade por el COVID-19". 

La base liquidable de cada contribuyente se calcula restando los gastos de los ingresos en cada una de las cuentas de la Renta, ya sea ingresos del trabajo, actividades económicas, o capital inmobiliario. "Lo que están planteando es que se establezca sobre la base liquidable general". 

Al final, añadió del Amo, "lo que se hace es subir los tipos. Imagina un contribuyente, en Castilla La Mancha, que tiene una tarifa autonómica y otra estatal y que tributa por 70.000 euros, y está sujeto a unos tipos  del 45%. Ahora, si se introdujera una tarifa complementaria, a sus tipos se le añadirían, por ejemplo, 7 puntos y ya tributaría los mismos 70.000 euros pero, en vez de por el 45%, por el 52%. Si hubiera ganado menos y tributara en un tramo inferior, el tipo sería inferior pero, lo que está claro, es que los impuestos le subirían de todos modos. A no ser que esté fuera de la obligación de tributar, claro". 

En el caso de los autónomos, "le afectaría como a todos los demás contribuyentes. Es decir, es a la hora de declarar en el IRPF donde notaría una mayor tributación. A igualdad de condiciones, respecto a este ejercicio, tendría que pagar más impuestos. Esto se podría implantar en este ejercicio perfectamente, porque ya se hizo hace unos años", dijo el secretario técnico del REAF del Consejo General de Economistas (CGE). 

Un impuesto "progresivo y con más capacidad recaudatoria"

Según el informe de FEDEA, "dado el número de contribuyentes a los que se aplicaría, el recargo podría tener una importante capacidad recaudatoria". 

Además, "el tramo exento de este recargo podría estar relacionado con la situación de los colectivos más perjudicados por la crisis (por ejemplo, el umbral de ingresos máximos a percibir por prestación de desempleo o por cese de actividad). En principio, todas las rentas gravadas en el IRPF tributarían también en el recargo", dice el texto. 

"Afectaría menos a los que más sufrieron la crisis"

Para el secretario técnico del REAF del consejo de economistas, este impuesto, "aunque más doloroso y visible que los indirectos, es cierto que afectaría menos a los que más han sufrido la crisis. Imagina que esto se aprobara antes de que acabara el ejercicio: si yo he tenido que cerrar mi negocio durante meses y, en el resto del año, todavía no me he recuperado, tendré muy pocos beneficios, pero también pagaré menos por este recargo". 

Planteamientos para aumentar la recaudación del Estado hay muchos. Sin embargo, para los economistas, la mayoría de ellos generan problemas: " frente a la subida del IRPF, la del IVA tendría la ventaja, al ser un impuesto indirecto, de que es menos visible y puede notarse menos. Pero sería una subida más desigual. Ten en cuenta que los que más gastan en relación a su renta siempre son los que menos tienen. El que tiene poco gasta prácticamente todo lo que ingresa. No obstante, el que más tiene puede gastar menos de un 30% de lo que gana." dijo del Amo. Por otro lado, una subida del IVA cuando la demanda es muy escasa -como pasa en estos momentos- y cuando los negocios tienden a bajar los precios para ser competitivos acabaría repercutiendo en los autónomos porque no tendrían más remedio que asumir ellos la subida del IVA. 

 El IRPF, sin embargo, "tiene el problema de que se nota más pero la ventaja de que es un impuesto progresivo, y grava más al que más gana", concluyó Luis del Amo.