En impuesto de sociedades y sucesiones

Hacienda promete no subir los impuestos a los pequeños negocios pero no aclara si cumplirá su compromiso de bajarlos

Hacienda creó un comité de expertos para revisar y probablemente subir algunos impuestos en 2022. Fuentes del Fisco aseguraron que el incremento en Sociedades sería para grandes empresas, pero no aclararon si se cumplirá la promesa de bajar los tipos del 25% al 23% a los pequeños negocios.
maria-jesus-montero-hacienda-ico
Hacienda promete no subir los impuestos a los pequeños negocios pero no aclara si cumplirá su compromiso de bajarlos

La futura reforma fiscal que tanto tiempo lleva anunciando el Gobierno podría estar a la vuelta de la esquina y supondría una subida algunos impuestos clave para las empresas, como el de Sociedades y el de Patrimonio y Sucesiones. El pasado lunes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció la creación de un comité de 17 expertos, todos ellos catedráticos, que tendrán hasta febrero del año que viene para analizar las diferentes fórmulas fiscales para llevar a cabo "esa contribución adicional que tienen que hacer los grandes patrimonios al conjunto de las arcas públicas". 

En otras palabras, parece que la subida impositiva que viene, en principio, estaría diseñada sólo para grandes empresas y patrimonios, y no para autónomos societarios y pequeños negocios, aunque hay que recordar que estos también se podrían ver afectados por un incremento en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones que les perjudicaría a la hora de heredar el negocio familiar, por ejemplo.

La idea del Gobierno sería disminuir cuanto antes las diferencias de recaudación entre España y la UE, y conseguir acercar la presión fiscal de nuestro país a la de la media europea, que según el Fisco, a día de hoy, está varios puntos por debajo. Montero avanzó que espera que, en base a las recomendaciones de los 17 expertos, se puedan reformar-  y seguramente incrementar- los impuestos de Sociedades, Patrimonio y Sucesiones, y Donaciones,  pero "siempre escuchando al sector económico" y revisando el papel de la fiscalidad sobre la riqueza.

Sin embargo, la ministra obvió la segunda parte de la receta fiscal a la que se comprometió el Gobierno en reiteradas ocasiones y que forma parte del Pacto de coalición PSOE- Unidas Podemos: acompañar la subida de tributación de las grandes empresas, implantando un tipo mínimo efectivo del 15%, con una bajada del tipo nominal que pagan los autónomos societarios y pequeñas empresas en el Impuesto de Sociedades, del 25% al 23%.   

A expensas de lo que recomiende esta mesa de expertos -que no es vinculante-, todo apunta a que, de momento, los autónomos y pequeñas empresas tendrán que conformarse con no tributar más, en vez de pagar tipos reales en Sociedades un poco más cercanos a los de las grandes empresas, como se les prometió.

Hacienda confirma que la posible subida no afectaría a las pymes

Según confirmaron fuentes de Hacienda a este digital, es cierto que "una de las prioridades de la reforma fiscal en la que se está trabajando es revisar el Impuesto de Sociedades. Esto irá enmarcado en el debate que lanzó recientemente el propio presidente de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional, sobre un impuesto mínimo global para las grandes corporaciones". Es decir, esta subida no afectaría en principio a las pequeñas empresas.

Ahora bien, "a día de hoy, es pronto para saber si se va a llevar a cabo al mismo tiempo lo que se dijo de bajar el impuesto de sociedades a las pymes del 25% al 23%, ya que todavía hay que esperar a la opinión de los expertos", añadieron las mismas fuentes. 

La receta que anunció el Gobierno para hacer frente al agujero generado en las arcas públicas por las medidas que se pusieron en marcha en los últimos meses era subir los impuestos a las grandes corporaciones que, según recordó el presidente en una entrevista a mediados de 2020 , siguen teniendo tipos en el Impuesto de Sociedades inferiores al 10%, mientras que los autónomos societarios y los negocios más pequeños "pagan más".

Queda pendiente la promesa de bajar el impuesto a los pequeños negocios

Ahora bien, el compromiso de bajar el Impuesto de Sociedades a los negocios más pequeños continúa pendiente.  A pesar de que esto también venía recogido en las Directrices del Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible 2030, un informe de 140 páginas en el que se recogen cientos de medidas sociales, laborales, económicas y fiscales, y algunas "prioridades de actuación".

Entre ellas, llevar a cabo cuanto antes una "reforma fiscal", para favorecer "la recuperación económica y la creación de empleo" y en la que se pondrá especial énfasis en "la reducción del tipo de gravamen para las pymes". Bajada que es posible que se retrase más de lo esperado, ya que parece que la revisión de este impuesto podría centrarse más bien en términos de tipos reales y deducciones que de tipos nominales, que son los que verdaderamente interesan a los pequeños negocios. 

Cabe recordar que el tipo nominal del Impuesto de Sociedades es el mismo para todos los negocios. Sin embargo, el tipo efectivo - el porcentaje que acaba pagando la empresa después de deducciones- varía mucho según el tamaño del negocio. Según el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), "los grupos consolidados tributaron entre 2007 y 2016 con un tipo del 6,37%, frente al 16% de las pymes". En 2018 -últimos datos que maneja la entidad-, las grandes empresas tributaron por un tipo medio de un 5,69% de sus beneficios mientras que las pymes lo hicieron al 15,14%.   

Esto es, fundamentalmente, por las bonificaciones y reducciones en Sociedades, como I+D+I, disponibles para todos, pero sólo accesibles para las empresas de mayor tamaño.

La subida del Impuesto sobre Sucesiones sí afecta a autónomos y pymes

Y aunque parece que los negocios más pequeños, a expensas de la prometida bajada, sí quedarían protegidos de una subida en el Impuesto de Sociedades, hay otros tributos que también les pueden afectar, y mucho, en algunas circunstancias.  Es el caso del Impuesto de Patrimonio y Sucesiones, que varía entre autonomías y que también va a estar sujeto a revisión por la mesa de expertos que creó Hacienda este lunes.

Según anunció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, -en clara referencia a la Comunidad de Madrid, donde el Impuesto de Patrimonio es muy bajo- la reforma fiscal tratará de evitar que "a nivel autonómico" se dejen "vacíos de contenido" algunos tributos "como ha sucedido en algunas comunidades". Esto significaría, de algún modo, homogeneizar este impuesto entre las diferentes comunidades, lo que supondría por fuerza aumentarlo en algunas zonas.

La iniciativa de equiparar el recargo tributario del Impuesto de Sucesiones en todas las regiones del país, es decir, armonizar el tributo en todos los territorios, recuerda la problemática en la que se ven envueltos muchos autónomos a la hora de dejar en herencia sus negocios. Si esta armonización llegara a suponer una subida del impuesto de sucesiones dificultaría la transmisión de un local o una actividad a los herederos del autónomo que la mayoría de las veces no disponen de la liquidez suficiente para pagar el tributo y continuar trabajando. Eso provoca en muchos casos el cierre del negocio. 

En realidad, cabe recordar que los tipos impositivos de Sucesiones en cada CCAA son fijos. Sin embargo, la diferencia se encuentra en las bonificaciones que se realizan en cada región en función del grado de parentesco. Así dependiendo en qué zona viva el autónomo, el impuesto podría ser casi nulo, o llegar al máximo del 34%.  Sin embargo, para diferentes expertos y organizaciones,  este tributo no se debería homogeneizar sino directamente eliminar. La propia Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) explicó que “no se trata sólo de suavizar el impuesto con bonificaciones, sino de suprimirlo al igual que ya se hizo con el Impuesto de Actividades Económicas (IAE)”. 

Según cálculos de ATA, cada año, unos 5.000 autónomos tienen problemas por la herencia de un negocio. La razón radica en que, aunque el impuesto está bonificado hasta el 99% en muchas comunidades autónomas, sólo afecta a las herencias entre padres e hijos y hasta ciertas cantidades. Por tanto, el drama se produce cuando se superan dichos límites o si el familiar en cuestión es, por ejemplo, un sobrino.

Esto hace que en algunas CCAA, donde el tipo impositivo es muy alto y hay pocas bonificaciones, resulte prácticamente imposible hacer frente a ese pago para cobrar la herencia.  Precisamente esto se está convirtiendo en la razón del cierre de muchos pequeños negocios. Los hijos de autónomos se están encontrando con que no pueden seguir los pasos de su progenitor al no poder heredar el negocio de su padre ya que no tienen los suficientes recursos para pagar este tributo.