Un nuevo impuesto gravará a los autónomos por la compra de aparatos de aire acondicionado
El 1 de septiembre entrará en vigor un nuevo impuesto que grava los gases fluorados que se utilizan, entre otras muchas cosas, para los aires acondicionados. La medida afectará a los autónomos que pagarán entre un 5% y 10% más por estos equipos.
A partir del 1 de septiembre entrará en vigor un nuevo impuesto que los autónomos tendrán que pagar de forma indirecta. Este es el gravamen sobre los gases fluorados. Con su puesta en marcha, los profesionales deberán abonar entre un 5% y un 10% más por la compra de nuevos sistemas o equipos de climatización o refrigeración. Representantes del sector alertaron del encarecimiento de este tipo de productos por el nuevo impuesto y la inflación.
La presidenta de AEFYT (Asociación de Empresas de Frío y Sus Tecnologías), Susana Rodríguez, explicó que este nuevo impuesto afecta a toda la cadena. “Todos los distribuidores, fabricantes, pequeños negocios y consumidores finales se verán afectados, de una forma u otra, por este nuevo impuesto. Este se aplica desde el primer momento en el que se pone el gas en el mercado y todos los que lo utilicen deberán abonarlo”.
Los gases fluorados con efecto invernadero son necesarios para el funcionamiento de cualquier equipo o sistema de aire acondicionado, climatización o refrigeración de uso cotidiano y profesional. Aunque siempre han estado en circulación, se aplicaba una excepción a las nuevas compras. Es decir, si el trabajador por cuenta propia -o particular- compraba un equipo nuevo de refrigeración para un establecimiento no tenía que pagar por este impuesto. Sin embargo, a partir del 1 de septiembre, la situación cambiará y se tendrá que pagar por él. El precio del aparato se incrementará entre un 5% y un 10% y el Estado recaudará tres veces más por él.
A los autónomos el nuevo impuesto les afectará de dos maneras
El nuevo impuesto para los gases fluorados impactará a los autónomos de dos maneras distintas: como consumidores y como vendedores de los aparatos.
La primera: los autónomos como consumidores pagarán hasta un 20% más
Como consecuencia del nuevo impuesto, a partir del próximo 1 de septiembre, se encarecerá el precio de venta los equipos de refrigeración, climatización y aire acondicionado entre un 5 y un 10% más. La presidenta de AEFYT dijo que “todos aquellos consumidores que se estaban replanteando comprar un nuevo equipo, se lo van a pensar dos veces antes de lanzarse. El nuevo impuesto va a frenar muchas compras". Se trata de un hándicap que afectará especialmente a los profesionales por cuenta propia, dado que son quiénes hacen un uso más fuerte y continuo de este tipo de aparatos.
“Evidentemente a los autónomos puede que el impuesto les afecte más. Pero ahí, ya entramos en el debate de vida útil de los productos” señaló Rodríguez. Esto se debe a que un hogar medio no hace el mismo uso de, por ejemplo, un aire acondicionado, que cambia cada 15 o 20 años. Que un autónomo que tiene un establecimiento y lo tiene en funcionamiento diariamente. Los profesionales por cuenta propia son más asiduos a cambiar y renovar los sistemas de climatización de su negocio, que una familia el de su casa.
Además, al incremento de hasta un 10% del precio de venta, hay que añadirle el impacto de la inflación. “Si tenemos en cuenta el contexto económico, estamos hablando de que a partir de septiembre los autónomos pueden pagar hasta un 20% más por comprar un nuevo aparato de aire acondicionado” afirmó Rodríguez.
La segunda: los autónomos como vendedores
Los trabajadores por cuenta propia que vendan, reparen o distribuyan este tipo de aparatos también se verán afectados, dado que deberán incluir el impacto del gravamen en el precio de venta de sus productos. A partir del 1 de septiembre los comercios, grandes almacenes, supermercados o cualquier establecimiento que venda este tipo de sistemas o equipos deberá reformular sus precios en función del nuevo impuesto.
Además, la presidenta de AEFYT (Asociación de Empresas de Frío y Sus Tecnologías), Susana Rodríguez, hizo hincapié en el sobrecoste al que deberán hacer frente muchos profesionales: “en nuestro sector este tipo de gases se compra por kilos. Y una botella de, por ejemplo, 60 kilos se tarda en gastar entre cuatro y seis meses. El nuevo impuesto va a suponer un adelanto de dinero muy importante para muchos profesionales, que van a tardar meses en recuperarlo” afirmó.
El impuesto grava la contaminación sin que se haya producido
Una de las cuestiones sobre las que alertó la presidenta de AEFYT sobre este impuesto “es que penaliza la contaminación sin que ésta se haya producido”. Según dijo, antes cuando los profesionales tenían que hacer una recarga del gas porque se producía una avería o por daño, este impuesto se aplicaba a esa recarga, porque se había producido una fuga del gas y, por tanto, una contaminación. “Sin embargo, ahora sin que se produzca la avería ya debes pagar el impuesto” aseguró.
De tal forma, que antes se aplicaba el impuesto cuando se tenía que hacer una recarga, y ahora -a partir del 1 de septiembre-, será desde el principio. El responsable de filtración de la empresa especializada en climatización Salvador Escoda, José Gallardo, explicó en un webinar sobre el nuevo gravamen que “el nuevo impuesto va afectar a cualquier recipiente que tenga gas fluorado de efecto invernadero en envases, productos, equipos o aparatos que vayan a ser puestos en servicio en España y tenga un PCA (o GWP en sus siglas en inglés) mayor a 150”.
El PCA es la Potencia de Calentamiento Atmosférico y es un valor con el que se cuantifica la contaminación, en función de los gases de CO2 emitidos. “Uno de los gases más utilizados de refrigeración es el R32, que tiene un PCA de 675 y por tanto estará sujeto al uso de este impuesto. […] Su PCA significa que un kilo de R32 contamina 675 veces más que un kilo de CO2”.
La fórmula del nuevo impuesto
Para calcular el coste del nuevo impuesto, el Gobierno ha establecido la siguiente fórmula en la que se tiene en cuenta los kilos de gas que van en el envase. Estos se multiplican por el PCA y por 0,015. Con un límite máximo de 100 euros por kilo.
Así, por ejemplo, “un equipo split de 3.000 frigorías, que es el más utilizado, viene cargado con 0,65 kilos de R32. Si aplicamos la fórmula anterior, su base imponible a partir de septiembre es de 6,58 euros más” dijo el experto.
Un nuevo impuesto oculto en una ley de transparencia
Una de las cuestiones que más “cabrea” al sector es que se publicó la puesta en marcha de este impuesto sobre gases fluorados en una normativa sobre transparencia pública, tal y como queda recogido en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 9 de julio. Así, la Ley 14/2022, de 8 de julio, de modificación de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, con el fin de regular las estadísticas de las microempresas, pequeñas y medianas empresas (PYME) en la contratación pública, recoge este nuevo tributo.
“La reforma del impuesto está en principio motivada por la necesidad de simplificar la gestión tributaria, pero sin siquiera mencionarlo lleva implícita la eliminación de las exenciones, lo que supondría de facto triplicar la recaudación del impuesto. Este nuevo impuesto ha generado gran revuelo en los sectores afectados, y un colectivo de una veintena de asociaciones empresariales” denuncia AEFYT en un comunicado.